Australia, un imán empresarial a más de 17.000 kilómetros
Infraestructuras y renovables, principales bazas españolas en el país
Más allá de las olas más cotizadas para los surferos y de unas inmensas llanuras solo habitadas por koalas y canguros, Australia es también un mercado creciente para las empresas españolas. De hecho, la inversión de las empresas españolas en las antípodas alcanzaron en 2014 –según los últimos datos del ICEX– el máximo del último lustro. El dato alcanzó los 48,6 millones de euros, un 33% más que el del año anterior.
La operación más reciente la ha llevado a cabo Gas Natural Fenosa. El pasado martes la eléctrica española anunció que entraba en el mercado de las renovables australianas a través de la construcción de un parque eólico de 91 megawatios por 177 millones de dólares australianos, 120 millones de euros. Es precisamente el sector de las renovables uno de los que cita el Instituto de Comercio Exterior como los que ofrece mayores oportunidades a las empresas españolas.
Ya Unión Fenosa testó el mercado australiano de energía en 2008 con la compra de una cartera de siete instalaciones eólicas a TME y la creación de la filial en el país Unión Fenosa Wind Australia. Le siguieron algunos de sus competidores como Acciona, Elecnor o Fotowatio.
Son 86 las compañías españolas que como Unión Fenosa se han establecido al otro lado del mundo, según los datos del directorio del ICEX. Esto hace que la balanza comercial con Australia –un país con 24 millones de habitantes y un PIB de 1.629 millones de dólares– en 2014 se cerrase con un saldo de 808.767 millones de euros. La exportaciones españolas fueron de 1,4 millones, mientras que las importaciones se limitaron a los 615.244 euros.
A pesar de que estos datos hacen al australiano el vigésimo mercado para las importaciones españolas, el Ministerio de Economía apunta a que se trata de la “puerta natural a las pequeñas islas del pacífico”. En concreto, los sectores con mayores posibilidades de inversión para la empresa española son, según el ICEX, el agroalimentario, el minero, el turismo y las infraestructuras.
Es precisamente en este campo donde se han concentrado las inversiones más importantes desde España. Empresas como ACS, Acciona y Ferrovial lideran proyectos de gran volumen en la gestión del agua (como la desaladora de Sacyr en Binningup), minería y carreteras. La agenda del Gobierno australiano prevé el lanzamiento de un plan de infraestructuras a 15 años vista con el que afrontar notables retos como la mejora de la competitividad del país y dar respuesta al esperado crecimiento de la población.
Otra de las asignaturas que afronta Australia es la de plantar cara a la congestión de tráfico en sus grandes corredores y principales ciudades. El país prevé pasar de los 22 millones de habitantes de 2011 a 30 millones en 2031. Solo en Sydney, Melbourne, Brisbane y Perth, que sumaban 13 millones de habitantes, se espera una población de 18 millones.
Algunas de estas ciudades acometen ya ambiciosos planes de obra civil en previsión de este crecimiento y ante el citado problema de congestión, que supondrá un coste anual estimado por el país de 53.000 millones de dólares australianos (34.140 millones de euros) en el horizonte de 15 años. En concreto, ACS se adjudicó solo en 2015 cinco obras en carreteras de la isla y Acciona y Ferrovial hicieron lo propio con un puente en el sureste del país, de un kilómetro y medio, por 172 millones. En cuanto a esta última, ha conseguido asentarse como proveedor de servicios urbanos tras haber culminado una OPA a la compañía del propio país Broadspectrum.
La apuesta española al otro lado del globo se completa con la presencia del Grupo Alibérico. A través de su filial Alucoil abrió en 2015 una fábrica de paneles de aluminio manufacturado. En cuanto al sector alimentario, el Grupo Faustino anunció en mayo su intención por embarcar al vino rioja en un viaje de más de 17.000 kilómetros.