Aquaservice: Una empresa valenciana con alma americana
La distribuidora de agua embotellada Aquaservice, con casi 20 años en el mercado, confía el crecimiento venidero al servicio y la tecnología.
Espacios amplios, diáfanos, sin apenas división, y con colores refrescantes alusivos a su logo, que degradan el azul, desde el tono más oscuro hasta el más claro, en cuyos muros y cristales se plasman las ideas diarias de los equipos o los mensajes de ánimo para la plantilla: “El éxito consiste en hacer cosas ordinarias de manera extraordinaria”, reza uno de ellos, así como la colocación de avisos o la agenda, en los que predominan los trazos fluorescentes. Al más puro estilo americano, presume su director general, el madrileño Alberto Gutiérrez.
En un polígono industrial, a casi 10 kilómetros de Valencia, en el municipio de Paterna, se levanta la sede de la empresa de distribución de agua embotellada Aquaservice. Una nave que aloja a más de 800 trabajadores, ya que allí se encuentra su centro de atención al cliente, el alma de esta firma. “Desde que comenzamos teníamos muy claro que seríamos una empresa de servicios, no de agua”, aclara Gutiérrez.
Así, el cliente es lo más importante para esta empresa cuyo accionista mayoritario (posee casi el 100%) es el iraní-estadounidense Saeed Amidi, a través de su multinacional ALPS (American Liquid Packaging Systems), un inversor que apoya proyectos digitales, entre ellos Dropbox o PayPal, y de emprendedores.
De ahí su enfoque en las personas, que se extiende a los empleados, “en nuestra gente”, como garantía de éxito del negocio. “Todas las acciones que tomamos van dirigidas a estos dos colectivos”, insiste. Una filosofía importada desde EE UU, no solo por su propietario, con negocios semejantes en este país, sino también porque su director copia el modelo después de haber vivido allí 14 años.
De hecho, la compañía surgió en 1997 en Valencia como una joint venture entre ALPS y Cruzcampo, con apenas 10 empleados, llamada Viva Aqua Service. Sin embargo, dos años más tarde, ALPS compró la participación de la cervecera, que fue absorbida por Heineken, al considerarlo entonces una línea no estratégica.
No obstante, desde hace cinco años se redujo a Aquaservice. “Nuestro crecimiento ha sido 100% orgánico, con nuestra propia gente. No hemos hecho ninguna adquisición relevante”, dice orgulloso.
La compañía posee también el 50% de una empresa del mismo sector en Austria, aunque no dio su nombre.
Son ya 19 años de reparto directo de agua a empresas y hogares, cuyo peso alcanza el 60% y el 40%, respectivamente, un concepto inexistente por entonces en España, asegura Gutiérrez, y que ha conseguido un hueco en el mercado. “Que el cliente reciba el producto en su oficina o casa es lo que realmente nos hace diferentes”, sostiene.
El agua proviene de un manantial de la localidad granadina de Cogollos de Guadix, que es de su propiedad, así como de otros (del Parque Natural del Montseny, en Girona, y del municipio de Bronchales, en la sierra de Albarracín, en Teruel) en los que están a cargo de la gestión. Son manantiales de mineralización débil, lo que gusta al consumidor español, señala.
“El agua no tiene propiedades ni cura. Debe estar buena organolépticamente y ser 100% apta para beber. Que sea más suave o más pesada depende de los residuos secos o de su contenido mineral. Existen pocas diferencias entre unas y otras; hay que tener el paladar muy fino para distinguirlas”, explica.
Esta empresa comercializa dos tipos: agua mineral natural y bebida refrescante. Ambas son H2O, pero en la primera se embotella el líquido tal y como sale del manantial y en la segunda se equilibran los minerales mediante un tratamiento de ósmosis inversa, a fin de obtener un PH neutro.
Así, la segunda sería lo que en EE UU se denomina agua a la carta, es decir, premium, pero que la legislación española no admite por haber pasado por el laboratorio, más allá de los controles sanitarios y de calidad.
La compañía cuenta con 18 delegaciones a escala nacional, tres de ellas abiertas este año: Getafe (Madrid), Valladolid y Pedreguer (Alicante). Además, hace dos años incorporó el suministro de café, aprovechando su red de distribución de 235 vehículos. La empresa suiza Delica es la que provee la cafetera (gratis) y las cápsulas, que cuestan 36 céntimos.
En la actualidad, la mayoría de las inversiones están enfocadas en el área tecnológica, “para mejorar la experiencia con el cliente”. Hace un año y medio lanzó su aplicación móvil y ahora trabaja en “dos proyectos importantes” en los departamentos comercial y de reparto, aunque no dio más detalles.
Un vínculo de antaño, de California a Valencia
La relación de Alberto Gutiérrez con Saeed Amidi viene desde California, donde hizo carrera. Amidi es también dueño de la aceleradora de startups Plug and Play, con sede en Silicon Valley.
De ahí surgen los proyectos de emprendimiento conjuntos, primero el de Aquaservice y, después, el de Plug and Play Spain, que abrió en Valencia en 2012 y que está entre las aceleradoras más potentes, junto a Lanzadera, de Juan Roig, presidente de Mercadona.
“Hemos hecho 60 inversiones en 4 años”, dice Gutiérrez. Aún no han adquirido empresas, pero sí han intercambiado ideas de marketing.
Datos básicos
FacturaciónEn 2015, la compañía alcanzó una facturación de 48,8 millones de euros. Sin embargo, sus directivos esperan este año superar esa cifra, al crecer a un ritmo del 20%, apunta Gutiérrez.El máximo representante de la firma cree que el negocio del agua seguirá dando músculo a la empresa en los próximos cinco años.
Empleados“Cuidar a los trabajadores” es el lema, porque así pueden “garantizar un servicio de calidad”. Formación (en venta, liderazgo, hablar en público) o sesiones de bienestar (pilates, fisioterapia) son algunos de los beneficios. Un sector intensivo en mano de obra, por eso suman 820, que atienden a 160.000 clientes.
PaquetesEl servicio básico, que incluye tres garrafas de agua de 20 litros y el dispensador, cuesta 30 euros. Pero la higienización tiene un coste adicional no especificado. Además, vende botellines de medio litro. En el caso del café, solo se cobra por las cápsulas (36 céntimos) e incluye vasos, leche, azúcar y sacarina.
PremiosLa compañía acaba de recibir el Premio Rey Jaume I 2016, que otorga la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y la Generalitat, en la categoría de emprendedor, pese a que la empresa cumple 20 años en 2017. El jurado valoró su “capacidad de generar empleo, innovación y riqueza” en una actividad básica. “Me considero aún emprendedor”, justifica Gutiérrez. Y añade que es un galardón al recorrido –“empezamos desde cero”– y a la relación con los emprendedores a través de Plug and Play Spain. El premio, en esta categoría, cuenta con el patrocinio de Mercadona (su presidente, Juan Roig, es dueño de la aceleradora Lanzadera), la escuela de negocios EDEM y AVE.