Rosario Rey: “La innovación ha dejado de estar ligada a ‘startuperos”
La directora general de economía y política financiera de la Comunidad de Madrid y presidenta de Avalmadrid habla sobre las ayudas que ofrece la Administración para emprendedores.
Se define como una convencida de la innovación, la clave de futuro. De ahí el tesón con que trabajó para que la Comunidad de Madrid aumentase este año su presupuesto para proyectos de I+D empresarial en un 471,4%, hasta los 20 millones de euros.
Lo consiguió y todo apunta a que los objetivos “muy ambiciosos” que ella misma se ha fijado para la nueva línea de financiación específica de proyectos innovadores lanzada por Avalmadrid también se cumplirán. Se trata de un total de 16 millones, con los que la sociedad de garantía recíproca espera financiar a 200 empresas. En el mes que lleva funcionando el producto, 25 compañías ya se han repartido tres millones de euros de esta línea.
Pregunta. Todo apunta a que el modelo productivo basado en los servicios se está superando por un modelo 4.0, sostenido por la innovación y las tecnologías… ¿cómo lo definiría?
Respuesta. Es un reto y una oportunidad. Diría que es la conexión integral de todas las áreas económicas, y la manera en que las empresas de cada sector adaptan la economía digital en su forma de ver el negocio, a sus productos y a cómo tratar a sus clientes. Es trabajar en los sectores de otra manera. Por otra parte, y bajando un escalón, he de decir que la empresa 4.0 no está ligada a un solo sector de actividad. No solo la industria –que, no obstante, es importante- va a verse afectada, sino también el resto de sectores económicos.
P. ¿Cuáles son las claves?
Me rebelo contra la idea de quien dice que hay sectores en los que no se puede innovar”
R. Innovación, tecnología y talento. El modelo 4.0 es una nueva revolución industrial que consiste en saber incluir en la cadena de valor la gestión de los recursos humanos y el talento, en incorporar la tecnología y en cómo ser capaz de analizar la información. Todo ello hay que integrarlo en la cadena de valor, teniendo la versatilidad y la flexibilidad para adaptar el modelo de negocio. A nivel macro hablamos de una transformación que va a implicar a todas las áreas económicas, de la empresa y de las Administraciones, que tenemos que ser capaces de generar ese entorno para fomentar esa transformación, que además es imparable.
P. En términos de rentabilidad y generación de empleo, ¿cuál es la diferencia entre un proyecto innovador y otro que no lo sea?
R. Hablar de generación de empleo en un proyecto innovador es hablar de generar puestos de trabajo de alto valor añadido, más sostenibles en el medio y largo plazo y menos sujetos a los vaivenes económicos. A la vez, es hablar de un nuevo modelo de trabajador, creativo e innovador, que aporta ideas. En términos de rentabilidad hay una doble vertiente: la económica y la cualitativa. Se genera más productividad, competitividad y lleva implícito conseguir mayor eficiencia en la asignación de recursos y de retorno en la cuenta de resultados.
P. ¿Se puede innovar en todos los sectores?
R. Indudablemente. Me rebelo contra la idea de quien dice que hay sectores en los que no se puede innovar. Es una obligación que debe estar presente con carácter permanente en todo momento. De hecho, es algo cada vez más usual y sobre todo enriquecedor. La diferenciación es lo que puede convertirse en la garantía de éxito. Esto está motivado a su vez por el cambio que se ha producido en los patrones de consumo: el cliente es el que manda y estamos en un mercado global. Le diré que en los últimos meses, en Avalmadrid hemos pasado de estar muy centrados en sectores de alto valor tecnológico, como la biotecnología, a estar mucho más diversificados, ligados a la totalidad de sectores de actividad.
P. ¿Es la innovación sinónimo de startup?
Debemos ser capaces de diversificar nuestros mercados. El consumo interno no es la garantía para seguir vivos en el medio y largo plazo.
R. La innovación ha dejado de estar ligada exclusivamente a startuperos, con un perfil de edad muy joven que quieren cambiar el mundo. Empieza a ser cultural y la gente de mayor edad es consciente de que tiene que pasar por la innovación para conseguir la clave del éxito de su empresa. Ya no está centrada en la parte disruptiva y creativa que aportan los jóvenes, sino que llega al empresario con un perfil más conservador.
P. ¿A qué retos se enfrentan las pymes madrileñas y españolas?
R. Primero, crecimiento, tenemos que ser más grandes y aumentar el número de medianas empresas. Segundo, innovación ligada a la productividad y, a su vez, a la competitividad. Tercero, la internacionalización, debemos ser capaces de diversificar nuestros mercados. No podemos, en un mercado global, creer que el consumo interno es la garantía que va a permitir en el medio y largo plazo seguir vivo.
P. Anteriormente, se ha referido al papel de la Administración, ¿por dónde pasa?
R. Las diferentes administraciones debemos trabajar por la sostenibilidad del sistema, diseñando una estrategia más global y a largo plazo y no sujeta a los vaivenes económicos. Hay que trabajar desde un punto de vista cultural, de educación y financiación mucho más adaptada a proyectos innovadores, que necesitan de mayor flexibilidad, ya que los periodos de adaptación son mucho más largos.
P. Realmente, ¿está preparada la Administración para llevar adelante este reto?
R. Todos estamos alineados en la necesidad de que nuestro tejido productivo sea más competitivo y sabemos que todo pasa por la innovación. Hay estudios que inciden en que el 85% de la productividad de las empresas en una economía avanzada va ligada a ella. Por eso, desde las distintas administraciones debemos generar un caldo de cultivo que nos lleve a que culturalmente las compañías, sean del tamaño que sean, interioricen la innovación y la realicen de manera sostenida en el tiempo. No solo ligada a una serie de estímulos, sino entendida como una clave que se necesita para ser más competitivos. En definitiva, es imprescindible incidir en modelo educativo para que los emprendedores, las empresas y la Administración incorporen la creatividad y la innovación a sus características intrínsecas.
P. Tras los recortes en I+D del orden del 35% en los últimos años, ¿qué recorrido, a nivel de inversión, queda?
R. Queda mucho recorrido y se necesita avanzar en instrumentos, herramientas de ayuda y financiación que se adapten a las particularidades de este tipo de proyectos. Adaptabilidad. Por ello, la línea de financiación que hemos puesto en marcha en Avalmadrid está diseñada en una doble vía. Por un lado, para pymes que ya están en el mercado y, por otro, para startups. El modelo de financiación, de trabajo, y el modelo de riesgo han de ser diferente para cada proyecto y para cada fase del mismo.
P. ¿Cuál es la hoja de ruta de la Comunidad de Madrid?
R. Somos conscientes de la necesidad de dotar de fondos al I+D+i. Creemos en ello. Por este motivo, hemos multiplicado por cuatro las dotaciones para la innovación y hemos planteado actuaciones estructuradas de tal modo que lleguen a todas las tipologías de empresas y en todas sus fases. No obstante, desde la Comunidad de Madrid tenemos que trabajar en tres líneas: primero, aglutinar y direccionar todos los elementos del ecosistema (universidades, empresas, aceleradoras, fondos de inversión…); segundo, dotar de instrumentos y herramientas que cubran un gap que no cubre el mercado; y tercero, ser un elemento de aceleración en lo que los sectores en los que queremos que la Comunidad de Madrid sea fuerte.
¿Quiénes pueden solicitar los créditos?
P. Centrándonos en Avalmadrid, ¿por qué una línea específica para proyectos de innovación tecnológica?
R. Entendemos la innovación tecnológica como palanca de competitividad de las empresas y creemos que puede ser la clave de su sostenibilidad a medio y largo plazo. Pensamos además que es un ámbito que no solo está ligado a las grandes empresas, sino también a las pymes, que tienen que tener interiorizado este valor en su día a día. Por otra parte, creemos que la Administración y las entidades financieras deben crear este clima favorable de financiación para que los proyectos innovadores puedan crecer y ayudarnos a mejorar el tejido productivo.
P. ¿Surge por demanda o por iniciativa?
R. Por ambas. Hay proyectos que están buscando financiación y Avalmadrid no puede estar ajeno a ello, pero a la vez entendemos que hay que apalancar el mercado con financiación, que permita el desarrollo de proyectos de más financiación de valor añadido.
P. ¿Se ha percibido en Avalmadrid un aumento en el número de proyectos de alto contenido tecnológico?
R. Sí, hemos notado la diversificación. Cada vez llegan más proyectos con una connotación innovadora y lo más importante, como decía antes, en todos los sectores.
P. ¿Qué buscan los solicitantes de esta línea?
R. Es importante destacar que la línea está dirigida tanto a empresas consolidadas como de empresas que nacen. En cuanto a la tipología de actividad de los proyectos, lo que se demanda es financiación para conseguir el cambio en el modelo productivo o en la generación de nuevos productos. Si concretamos en el destino, la financiación se orienta a la inversión en equipamiento capaz de producir este cambio, así como en circulante de tesorería estructural a largo plazo, que permita desarrollar un modelo productivo que, recordemos, necesita un periodo de maduración más amplio.
P. ¿Qué valor añadido han de aportar los proyectos para pasar el filtro?
R. Hay una serie de requisitos particulares ligados al modelo de negocio. Indudablemente, no todos los proyectos son innovadores. Deben llevar aparejado un componente de transformación, bien a través del desarrollo de nuevos productos y procesos innovadores en el ámbito de la empresa, o del desarrollo de elementos, artículos o servicios que no existan en el mercado. Y ha de poder apalancar un nuevo modelo de negocio. Asimismo, el 80% de esta financiación debe dedicarse a actividades ligadas al I+D+i.
P. ¿Qué expectativas tienen?
R. Lo más importante son los objetivos cualitativos. Avalmadrid tiene que estar a la vanguardia de las Sociedades de Garantía Recíproca y a la vanguardia de la tipología de tejido productivo que necesita la Comunidad, en particular, y España, en general. Esto significa estar financiando proyectos innovadores, pero con verdadera vocación transformadora. En la parte fácil, lo cuantitativo, vamos a financiar hasta 16 millones de euros de importe formalizado con los que creemos que llegaremos a 200 empresas. Un objetivo anual muy ambicioso.
P. Para concluir, una de las palabras que más ha repetido es flexibilidad…
R. Los proyectos innovadores necesitan periodos más amplios para consolidarse. De ahí la adaptabilidad y la flexibilidad.