Riesgo para la nueva banca británica
Cada décima parte que cae el precio de los locales comerciales, la economía británica pierde un 1% en inversión
Los mayores bancos británicos están haciendo frente al brexit, pero los más pequeños pueden tener problemas. El Banco de Inglaterra ha dicho que los challenger banks (bancos alternativos) son más propensos a tener muy apalancados los préstamos para locales comerciales. Con los fondos inmobiliarios británicos bloqueando los reembolsos, no es un gran lugar para estar.
Los pececillos parecen bien capitalizados, con un Tier del 15%. Además, son pequeños: ni Aldermore, Clydesdale, Metro Bank, Secure Trust Bank, Shawbrook, OneSavings Bank o Virgin Money tenían activos de más de 40.000 millones de libras (47.000 millones de euros) el año pasado. Los más pequeños de los seis mayores bancos británicos tienen alrededor de 200.000 millones de libras en activos. Aun así, una recesión provocada por el brexit o una crisis inmobiliaria podrían exponer suscripciones deficientes. Las provisiones cubren el 45% de los activos de Aldermore y el 62% de Shawbrook. Sin embargo, tres cuartos de los activos de Shawbrook de diciembre (2.600 millones de libras) eran préstamos para inmuebles comerciales o pymes. Por otro lado, Aldermore tenía 800 millones en préstamos para inmuebles comerciales, con 1.500 millones en financiación de activos y de facturas.
Los préstamos a pymes y a estos locales están relacionados: el 75% de los prestatarios corporativos británicos usan inmuebles como garantía, según el Banco de Inglaterra. Cada décima parte de caída en los precios de estos inmuebles hace que la economía británica caiga un 1% en inversión.
También podrían sufrir otros. Un estudio de Citi muestra que OneSavings Bank y Metro Bank tienen la mayor exposición a las hipotecas residenciales en el gran Londres, y Virgin Money tienen un margen de interés neto bajo, lo que podría poner la rentabilidad en riesgo tras un recorte de tasas.
Al menos, el rápido crecimiento de los nuevos prestamistas debería reducirse. La caída del precio de las acciones lo refleja, con un descenso medio del 37% desde el 23 de junio, pero podría seguir peor. La comodidad para los reguladores y el problema para los inversores es que la escasa importancia de los challenger banks implica que son lo bastante pequeños para fallar.