De vinos (y otros placeres) por las Rías Baixas
La ruta que recorre los lugares de producción del albariño se extiende por la Galicia más atractiva y singular.
Si los vinos reflejan su lugar de procedencia porque capturan fielmente aquello que transmite la tierra donde se crían, los de las Rías Baixas son una buena muestra de que esto es así. La ruta que recorre las zonas de producción de estos vinos blancos únicos, elaborados con la variedad de uva albariño, se extiende por la Galicia más atractiva y singular.
Las rías, esos extensos brazos de mar que se adentran en la tierra y definen el paisaje de Galicia y, tal vez, el carácter de sus habitantes, configuran los suaves arenales de las Rías Baixas. Este territorio se nutre de la energía del océano Atlántico a lo largo de sus casi 400 kilómetros de litoral, desde Finisterre hasta la ría de Vigo.
Se trata de tierras bajas, cercanas al mar, con temperaturas suaves y precipitaciones elevadas, donde reinan los viñedos, cultivados en parra o espaldera para mantener las plantas alejadas de la humedad del suelo, siempre en pequeñas extensiones, porque en el cultivo de la vid Galicia es también tierra de minifundios.
Tradición
Un recorrido por la comarca del Salnés, donde reinan los viñedos, puede resultar inolvidable
El Salnés, O Rosal, Condado do Tea y Ribeira do Ulloa son las zonas que comparten la Denominación de Origen Rías Baixas, y también una extensa tradición vitivinícola y un microclima privilegiado que favorece el cultivo de las uvas autóctonas. Sin embargo, cada una de estas regiones tiene su propia identidad, como se puede apreciar en la diversidad de sus vinos, en sus tradiciones y en las opciones de ocio que ofrecen al visitante.
Nosotros hemos elegido el Salnés para este viaje, el brazo de tierra que se adentra en el mar entre las rías de Arousa y Pontevedra, sembradas de bateas donde se crían los mejores mejillones del mundo. Aquí se encuentran ciudades como la monumental Pontevedra y la señorial Cambados; pueblos marineros, como Combarro; lugares muy concurridos de veraneo, como Sanxenxo, Portonovo y San Vicente do Mar; playas extensas, como Montalvo o el arenal de A Lanzada; también la península de O Grove, monasterios, multitud de pazos, casas señoriales... y, claro, buenos vinos.
En el Salnés se concentra la mayor superficie de viñedos y bodegas de la DO Rías Baixas. Es el territorio del albariño por antonomasia y el que, probablemente, tenga una tradición vinícola más consolidada. Pero, además, es uno de los principales destinos turísticos de Galicia, con una amplia oferta de playas, patrimonio, cultura, ocio, actividades deportivas (golf, deportes náuticos), spas, balnearios, etcétera.
Capital del Albariño
Cambados, situada en la margen izquierda de la ría de Arousa, declarada Bien de Interés Cultural y conocida por ser la capital del vino albariño, es el punto de partida. Y el Parador do Albariño, que ocupa una antigua mansión solariega del siglo XVII, el pazo de Bazán, es una excelente elección para alojarse: cerca del mar, con un bonito patio interior, piscina, habitaciones confortables y una cocina sobresaliente.
Un paseo por esta villa, formada por tres núcleos originarios, el señorial de Fefiñáns, Cambados, centro administrativo y comercial y el barrio de Santo Tomé, marinero y pescador desde siempre, nos conduce a rincones con mucho encanto: la plaza do Rollo, la de Alfredo Brañas, la iglesia de San Francisco, los pazos de Ulloa y A Capitana o las ruinas de Santa Mariña Dozo, del siglo XV.
Aquí se encuentra el Museo Etnográfico y del Vino de Cambados, el primero dedicado al vino en Galicia, y también el pazo de Fefiñáns que, en pleno centro del casco antiguo de Cambados, guarda la sorpresa de acoger entre sus muros un bosque excepcional.
Muchos pazos han mantenido relación con el vino desde antiguo. Fefiñáns es uno de ellos, como atestiguan algunas de sus cepas centenarias. La bodega, situada en los bajos del pazo, está documentada a principios del siglo pasado, en 1904. En 1928 culminó el embotellado y etiquetado del primer Albariño de Fefiñanes, marca registrada en aquel año.
Y, precisamente, este año, Albariño de Fefiñanes III, de la cosecha 2012, se ha alzado con el título de Mejor Vino Blanco de España, concedido por la Guía Peñín, con una calificación de 97 puntos. Se puede visitar tanto la bodega, donde se organizan catas, como el pazo, propiedad de los descendientes de los marqueses de Figueroa.
Fiesta del vino
De Interés Turístico Nacional es la fiesta del Albariño que tiene lugar durante la primera semana de agosto en Cambados. Se trata de una celebración gastronómica de enorme éxito que atrae a muchos veraneantes y concentra a los habitantes de la comarca. Es la segunda más antigua de Galicia, se remonta a 1953, y tiene lugar el primer fin de semana de agosto. En ella participan un buen número de bodegas de toda la DO Rías Baixas, que instalan sus casetas en el paseo de A Calzada para ofrecer sus mejores caldos, siempre acompañados de las riquísimas tapas gallegas.
La fiesta incluye conciertos y otras actividades culturales, además de un túnel del vino organizado por el Consejo Regulador, donde este año profesionales y consumidores tendrán la oportunidad de catar diferentes marcas de la añada 2015.
Desde Cambados se divisa, al otro lado de la ría, el puerto de O Grove, municipio pesquero por excelencia. Desde aquí se puede hacer una excursión a la señorial isla de la Toja, entregada al relax y al ocio turístico, con balnearios y hoteles de lujo, campos de golf y pinares vírgenes. También es de interés acercarse a la isla de Arousa para ver de cerca los cultivos de mejillones, ostras y vieiras en las bateas.
Marisqueo
De las dos modalidades de marisqueo que existen, a flote, la realizada desde los barcos para recoger mejillones, ostras o crustáceos, y a pie, esta última ha sido una tarea tradicionalmente reservada a mujeres humildes de las poblaciones costeras gallegas. Las cosas han cambiado mucho. Hoy es una profesión regulada. Asociaciones de mujeres, como la de Cambados, han logrado que se establezcan cuotas y tamaños y que sea necesario tener licencia para marisquear.
Pero, además, han organizado la Ruta del Marisqueo para enseñar al visitante la cultura y el estilo de vida de la gente del mar. Durante el recorrido, que empieza por la costa del pueblo, explican y enseñan al turista sus costumbres y tradiciones, las conserveras, las bateas, la arquitectura popular (casas marineras, hórreos, cruceiros y lavaderos), hasta llegar al banco de marisqueo en la ría. Una visita sumamente recomendable para conocer esta tradición y valorar cómo llegan estos manjares a nuestros platos y el esfuerzo que cuesta recolectarlos.
La ruta de las camelias
La camelia es la flor de las Rías Baixas. Hay recorridos que siguen la estela de esta sutil y delicada flor llegada de Oriente que reina en Galicia, uno de los primeros puntos de Europa donde se dio a conocer. Se encuentra en muchos jardines de casas nobles desde principios del siglo XIX.
La Ruta de las Camelias discurre desde Vilagarcía de Arousa a Vigo por jardines espectaculares, donde se aprecia el arte de la jardinería y, sobre todo, la belleza de esta flor elegida por Coco Chanel como símbolo de elegancia.
El pazo de Rubianes disfruta de uno de ellos. A principios del siglo XIX se remontan las primeras camelias de este palacio que ocupa una hermosa finca, de 68 hectáreas, al lado de Vilagarcía de Arousa, con ejemplares más que centenarios de magnolios, eucaliptos, plátanos, palmeras..., y una colección de camelias que se llevan todo el protagonismo cuando están en flor.
Se puede visitar el palacio, originario del siglo XV y reformado a principios del XVIII y, cómo no, su magnífica bodega, previa reserva (teléfono 619 261 847).
Guía para el viajero
Alojamiento. Además de visitar sus bodegas, en algunos pazos es posible alojarse, como en el Hotel Pazo de Galegos, que fue residencia de Antonio López Ferreiro, canónigo de la catedral de Santiago de Compostela. Situado en un entorno apacible, en lo alto del valle del río Ulla, en la localidad de Vedra (A Coruña), tiene una pequeña bodega familiar, integrada en la DO Rías Baixas. Se encuentra a 15 kilómetros de Santiago. Buena comida tradicional, buen vino y trato cordial. Tel. 981 512 217.
Celebraciones. Otra bodega familiar, Lagar de Pintos, en Ribadumia, en pleno corazón del Salnés, ofrece banquetes y todo tipo de celebraciones en la casa que la familia posee desde 1887. En su interior se aprecia la armonía entre los sistemas tradicionales de elaboración y la tecnología más avanzada. El resultado son vinos de alta calidad. Tel. 986 71 00 01.
Kayak. El Club Náutico O Muiño es un centro deportivo sin ánimo de lucro, orientado a las actividades deportivas, especialmente el piragüismo, el entrenamiento profesional y el ocio. Con instructores cualificados, organizan rutas en kayak por el río Umia. Tel. 630 088 828.