Santo Domingo, paseo por la ciudad más antigua del Nuevo Mundo
En la isla de los ‘resorts’ y el todo incluido, Santo Domingo presume de su encanto colonial y ambiente
Si nuestro destino en República Dominicana es Punta Cana, la playa más visitada por los turistas españoles, pero buscamos algo más que aguas de color turquesa y arenales idílicos, Santo Domingo, la capital, nos depara una auténtica inmersión en la historia del Nuevo Mundo, en nuestra propia historia. Porque esta ciudad colonial, bulliciosa y algo caótica, de más de dos millones de habitantes, declarada en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fundada en 1496 por Bartolomé Colón, hermano del almirante, fue el primer asentamiento europeo en América. Y eso se deja ver en sus palacios, monumentos, conventos, iglesias, ermitas y en el trazado de las calles y plazas bajo la sombra de frondosos árboles tropicales. En la capital dominicana nos topamos de lleno con la enorme riqueza histórica que conforma el legado colonial.
En Santo Domingo, ubicada junto a la desembocadura del río Ozama, que la divide en dos, encontramos muchos hitos de la conquista española de América y su zona colonial es la más llamativa para una pequeña escapada del resort todo incluido de uno o dos días. Un buen lugar para comenzar el recorrido es el parque Colón, presidido por una estatua del genovés, enfrente de la catedral Primada de América, donde reposan importantes personajes de la época colonial.
No hay que dejar de visitar el magnífico Alcázar de Colón, que fue sede de la corte virreinal de España en la isla, con sus atarazanas, construido por Diego de Colón en 1510 en la monumental plaza de España. Tras la salida de algunos descendientes de la familia Colón de la isla en 1923, el edificio quedó abandonado hasta la década de los sesenta del siglo XX, que fue restaurado y convertido en museo. Este palacio fue morada temporal de conquistadores como Pizarro, Cortés, Balboa o Ponce de León en su camino hacia otros destinos del continente.
En Santo Domingo se encuentran muchos hitos de la conquista española
Además de sus edificios históricos, uno de los mayores encantos de la zona colonial es el trazado de las calles. La de las Damas, que desemboca en la plaza de España y recibe este nombre en referencia a las damas de la nobleza española que paseaban por ella luciendo sus mejores galas, destaca especialmente con sus palacetes y casonas renacentistas que se suceden a ambos lados. En esta calle encontraremos la fortaleza Ozama o fortaleza Santo Domingo, erigida para proteger la ciudad de los ataques enemigos. También desde aquí hay unas vistas fantásticas del río Ozama, del puerto y de los puentes que unen el paso de un lado a otro del río. Justo enfrente está la conocida fábrica de ron Barceló.
Claves
FIESTAS Y MERCADOS El malecón es escenario de algunas fiestas a lo largo del año. Una de las más destacada es el Festival de Merengue, que se celebra a lo largo de dos semanas en julio. Divertido y con mucho ritmo, concentra a miles de dominicanos y, cada vez más, a muchos extranjeros. En la zona colonial hay una amplia oferta de locales para bailar y tomar una copa. Y para comprar, la calle peatonal El Conde es una de las más populares y bulliciosas. Cerca está el mercado Modelo, el más grande de artesanía de la capital, orientado al turismo.
Santo Domingo está volcada hacia el mar gracias a un malecón de más de siete kilómetros, la avenida George Washington, que bordea toda la ciudad: recorre la antigua muralla, con sus fortificaciones y bastiones. Y cruzando el río Ozama se llega al Faro Colón, un monumento en honor al descubridor, donde al parecer se encuentran sus restos. Desde cualquier punto del malecón se divisa el gran obelisco, popularmente conocido como El Macho. La obra, inaugurada en 1937, celebraba el cambio de nombre de la ciudad, que pasó de denominarse Santo Domingo a Ciudad Trujillo, apellido del siniestro dictador dominicano asesinado en 1961. El monumento ha permanecido, aunque bustos y estatuas que rendían culto a Trujillo fueron eliminados tras el fin de la tiranía.
Palladium, un regalo para el cuerpo y la mente
Y tras una jornada por la capital dominicana, vuelta a la playa. Al este de la isla, allí donde el Caribe se une con el Atlántico, se encuentra Grand Palladium Punta Cana Resort & Spa, uno de los complejos más importantes del cabo de Punta Cana. Un entorno idílico para disfrutar de unas vacaciones de lujo: un kilómetro de playa de arena blanca y fina de aguas turquesas, rodeado de una exuberante vegetación tropical. Palladium ofrece una extensa variedad culinaria, spa, piscinas, gimnasios, zonas de ocio, entretenimiento, casino... para una estancia placentera .