Commerzbank se rebela contra el BCE
Las reticencias de Alemania a las medidas de estímulo del BCE crecen día a día. Si hasta la fecha los encargados de liderar la oposición a las política monetarias de Mario Draghi habían sido los dirigentes políticos y el presidente de Bundsbank, ahora toman la palabras las entidades alemanas. A la afirmación de Deutsche Bank, que apunta al banco central europeo como la principal amenaza para la eurozona, se suma el banco Commerzbank, que según lo conocido ayer, estudia guardar el dinero en bóvedas antes que depositarlo en la hucha del BCE. Es decir, con esta medida busca ahorrarse el dinero que la institución cobra a las entidades por guardar el exceso de liquidez. A fecha de hoy, la tasa se sitúa en el -0,4%.
La entidad alemana tuvo que recibir asistencia pública durante la crisis financiera y en él que el Gobierno germano conserva una participación en torno al 17%. De momento, no se ha tomado ninguna decisión, tal solo la entidad habría mantenido consultas al respecto con las autoridades de Alemania, según informan dos funcionarios.
No obstante, un portavoz de Commerzbank aclaró que la entidad no está almacenando dinero “por el momento”, aunque declinó comentar si podría planteárselo en el futuro. Si la medida llegara a materializarse, y otros prestamistas le siguieran los pasos podría reducir la eficacia de la tasa impuesta a los depósitos por el BCE.
El instituto emisor impone una tasa negativa del 0,40% al dinero 'aparcado' en la facilidad de depósito del banco central, lo que equivale a un cargo de 4 euros al año por cada 1.000 euros con vistas a estimular la concesión de préstamos por parte de las entidades, que se quejan de las pocas opciones de que disponen ante la debilidad de la demanda de crédito como consecuencia de la flojas perspectivas de crecimiento para la economía.
No obstante, en caso de llegar a aplicarse, la decisión no estaría exenta de costes para la entidad, incluyendo la necesidad de contratar seguros de incendio y robo. En este sentido, la alemana Ergo y otras aseguradoras europeas confirmaron que han recibido un creciente número de preguntas sobre esta cuestión.
Asimismo, la hipótesis de atesorar dinero físico representa también un desafío logístico, ya que almacenar 2.000 millones de euros en billetes de 200 euros equivaldría a una pila de dinero de casi 11 toneladas de peso.
De hecho, el coste de trasladar sumas semejantes en vehículos de seguridad llevó a una entidad regional alemana a descartar la posibilidad de acumular dinero en efectivo.