La puerta de Enisa siempre está abierta
Los préstamos participativos de la Empresa Nacional de Innovación son una opción a tener en cuenta por pymes y emprendedores.
Desde 1982 la entidad pública Enisa está del lado de pymes y emprendedores ayudándoles en sus planes de futuro. Dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, se encarga de “promover la financiación de proyectos empresariales viables propiciando la diversificación de sus fuentes de financiación”, destacan desde la propia institución.
En sus más de 30 años de historia, Enisa ha otorgado cerca de 4.500 préstamos y acumula un importe superior a los 750 millones de euros prestados. Más de 4.200 empresas han encontrado una mano amiga y han logrado alcanzar sus objetivos gracias a la entidad.
En estos días, Enisa resulta una opción viable y accesible para lograr la ansiada financiación a través de sus cuatro líneas destinadas a emprendedores, mejora de la competitividad, proyectos tecnológicos y una específica para jóvenes empresarios menores de 40 años. De hecho, en 2016 cuenta con 80 millones de euros en presupuesto y más tres millones de euros provenientes de la línea Agenda Digital, creada por el ministerio para financiar a TIC.
En lo que va de año, ha financiado 31 proyectos de emprendedores por un total de 2,7 millones
Los préstamos concedidos a través de las cuatro líneas se pueden solicitar en cualquier momento del año y son distribuidas por la propia entidad. En lo que va de año, “hemos recibido 383 solicitudes de financiación por un importe total de más de 71 millones de euros”, indican fuentes de Enisa.
Pero hasta el momento, han sido 31 los proyectos empresariales que han obtenido financiación por importe de 2,7 millones de euros, una cifra aún sin relevancia, ya que “acabamos de empezar”, aclaran en la entidad.
Y un dato importante: “El 58 % de las empresas que han solicitado financiación a Enisa en 2016 tienen menos de dos años de vida”, apuntan. Además, han sido 106 los jóvenes emprendedores que han pedido ayuda por un importe de 6,8 millones de euros.
- Requisitos
Para poder beneficiarse de los préstamos ofrecidos es necesario ser pyme, tener personalidad jurídica propia y un modelo de negocio novedoso e innovador en cualquier sector de actividad excepto el inmobiliario y el financiero. Igualmente, se le requerirá tener las cuentas saneadas. Si se trata de un joven emprendedor, “se le pedirá el 50% de la cuantía solicitada como fondos propios”, señalan.
El año pasado, los importes de los créditos se situaron entre los 25.000 euros y el millón y medio de euros. Las condiciones de devolución fueron ventajosas: tipos de interés bajos y un plazo de vencimiento de cuatro a nueve años.
Pero Enisa no es solo préstamos. “En estos momentos, nuestro objetivo es ir más allá de la financiación”, cuentan los responsables. Para tal fin se ha creado Be to biz, una plataforma privada que reúne a una comunidad de más de 3.000 empresas que han obtenido financiación de la entidad y a más de un centenar de socios inversores.
Desde su lanzamiento hace casi dos años “hemos creado el clima idóneo para el desarrollo de negocios entre miembros de la nuestra comunidad”, aseguran desde Enisa. La plataforma invita a la colaboración y a la generación de nuevos proyectos empresariales.
El préstamo participativo, el gran aliado
La herramienta utilizada por Enisa es el préstamo participativo. Se trata de un instrumento de financiación a medio camino entre el préstamo tradicional y el capital riesgo, “que refuerza considerablemente la estructura financiera de las empresas”, remarcan los expertos de la institución.
Entre otras características, el participativo permite unos plazos de amortización y carencia más amplios respecto al préstamo tradicional. Además, los intereses variables están vinculados a la buena marcha (o no) de la empresa solicitante.
Otra de las grandes ventajas es que, en general, no es necesario tener aval o garantías para su concesión.
Por otro lado, y a diferencia del capital riesgo, no es necesaria la entrada de terceros inversores en la compañía financiada y sus intereses y comisiones son fiscalmente deducibles.