Competitividad y salarios bajos o la lucha contra la pobreza
Los portavoces discrepan sobre cómo salir del boom de la construcción
Todos los portavoces de los grupos que acudieron al encuentro organizado por Cinco Días coincidieron que es imprescindible un nuevo modelo productivo para evitar los desastres del pasado reciente. Los recursos de la economía se centraron en un solo sector, que llegó a acumular gran parte de la riqueza y del empleo, alcanzando sus cotas máximas en 2008, cuando se construían más de un millón de casas. En lo que no coincidieron, sin embargo, fue en los mecanismos para llevarlo a cabo. Arenales Serrano (PP), consideró que el nuevo modelo solo debe tener tres prioridades. “Empleo, empleo y empleo. Cualquier persona que trabaja cotiza, paga pensiones e impuestos. Solo se podrá conseguir más empleo si logramos hacer a nuestros productos y a nuestros trabajadores más competitivos y eso solo se consigue con flexibilidad”, apuntó en clara referencia a la reforma laboral y las medidas de flexibilidad que incluye. De hecho hizo referencia a los acuerdos firmados entre Renault y los sindicatos en Valladolid, de donde es oriunda, para lograr carga de trabajo y evitar despidos y deslocalizaciones. En ese modelo, también tendría cabida la I+D+i, igualando el trato fiscal de todas las disciplinas.
El resto de portavoces planteó unos ejes radicalmente diferentes. Francisco de la Torre (Ciudadanos) se salió de ese guión y que los ejes tienen que ser radicalmente diferentes. “Tiene que estar basado en la innovación, el capital humano, en mas competencias, menos corrupción y menos capitalismo de amiguetes”, señaló en clara alusión a los casos que han involucrado a altos cargos del PP como Gurtel o Púnica.
El portavoz de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha, recalcó que España crece al 3%, pero que eso no ha servido para que la pobreza y la desigualdad sigan creciendo. “Hay que crecer y crear empleo de calidad, hay que reducir la pobreza e impulsar un nuevo modelo de crecimiento, en el que se contemplen medidas que combatan el cambio climático y el envejecimiento”, apuntó. De La Rocha aseguró que es difícil seguir compiten con salarios bajos y propuso una revolución a partir de tres ejes: el impulso a la I+D, un nuevo modelo educativo y otro de transición energética.
Pero quizá el apunte más novedoso en este terreno lo introdujo Ayala (Unidos Podemos), quién recalcó que sería imprescindible pasar del mantra de la reducción del déficit al del empleo digno. “Y eso solo se consigue con inversión en I+D. Es necesaria una economía social que cierre las brechas de pobreza y genero”, remarcó el portavoz de la formación de Pablo Iglesias. Todo ello, en su opinión, deberá hacerse a través de un impulso del sector público, en línea contraria al resto de formaciones. “La transición energética y otras grandes reformas no se podrán hacer sin contar con el sector público”, remarcó.
En lo que sí coincidieron todos los portavoces fue en que en ese nuevo modelo productivo tiene que haber salarios dignos, fuera de los umbrales de la pobreza. “El 15% de los trabajadores son pobres, un fenómeno que no existía hasta ahora, y un 25% de los contratos temporales que se firman no duran más de siete días”, remarcó el portavoz socialistas, que abogó por derogar la última reforma laboral del PP y recuperar la negociación colectiva, ya que es la garantía de la paz social”. Mas allá fue De la Torre, que abogó por impulsar medidas en tres direcciones.
La primera sería la creación de un contrato laboral único, que redujera la gran brecha que existe en la actualidad entre indefinidos y temporales, a través de una indemnización creciente. La segunda sería un sistema de cotizaciones sociales “bonus-malus”, que premiara a las compañías que menos despidieran y que castigara a las que más lo hagan. La tercera y las más interesante sería un complemento salarial para aquellos que no alcance un mínimo digno, aunque De la Torre advirtió que estaría sujeto a las disponibilidades presupuestarias.