Las rentas bajas soportan una presión fiscal mayor que la clase media y alta
Fedea refleja que el sistema fiscal es progresivo, aunque su contribución a la reducción de la desigualdad es modesta
Por cada 100 euros de renta, los hogares más pobres de España pagan en impuestos el 28,2%, un porcentaje superior a lo soportado por la clase media y media-alta y solo unas décimas inferior al 33,10% que abona el 1% más rico (ver gráfico). Así lo refleja un informe publicado este martes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) acerca del impacto redistributivo del sistema fiscal español, un trabajo que parte de la explotación de la Encuesta de Presupuestos Familiares y la Encuesta de Condiciones de Vida que publica el INE. La principal conclusión del informe es que el sistema fiscal español es redistributivo y contribuye a reducir la desigualdad. Sin embargo, su aportación es muy modesta.
El estudio elaborado por los profesores e investigadores Julio López Laborda, Carmen Marín y Jorge Onrubia muestra que el sistema fiscal reduce la desigualdad en un 2,82%. Las políticas redistributivas de gasto como las prestaciones por desempleo, las pensiones o la becas tienen un efecto mucho mayor y permiten reducir la desigualdad en un 30%.
Los impuestos regresivos como el IVA ganan peso frente a los progresivos
El principal y prácticamente único elemento redistributivo del sistema fiscal español es el IRPF. De hecho, sin este impuesto, el sistema fiscal sería regresivo por el peso que tienen impuestos directos y proporcionales como el IVA. Precisamente este impuesto explica la situación anómala que afecta a las rentas más bajas. Según el informe, el 20% de los hogares con menos renta asume una presión fiscal del 28,2%, un porcentaje superior a los tramos de renta inmediatamente posteriores. Por ejemplo, los hogares con rentas entre 45.241 y 62.447 euros aplican un tipo efectivo del 26,93%. Solo los hogares que ganan más de 62.000 euros sufren una presión fiscal ligeramente superior al 20% con menos renta.
Ello se explica porque cuanto más pobre es un hogar, mayor es el porcentaje de renta que destina a consumo. Así, la importancia de un tributo regresivo como el IVA gana peso en las familias con menos recursos. Por ejemplo, los impuestos indirectos representan el 18% de la renta de los hogares más pobres y el 5,20% del 1% más rico. Laborda y Onrubia señalaron que España no es una excepción en el panorama internacional y destacaron que en la mayoría de países se produce también ese efecto. Por otra parte, hay que tener en cuenta que en el primer quintil se encuentran rentas negativas que pueden proceder de los autónomos que registran pérdidas, lo que también contribuye a explicar que la presión fiscal sobre los hogares más pobres sea superior a la que soportan la mayoría de familias.
Otro factor a tener en cuenta es que las cotizaciones sociales tienen un componente regresivo y también contribuyen a elevar la desigualdad. El juego de las bases mínimas y máximas genera que los hogares más pobres apliquen el tipo efectivo de cotización más elevado. En cambio, el gravamen menor se encuentre entre el 1%más rico.
El director de Fedea, Ángel de la Fuente, defendió que es más eficiente combatir la desigualdad a través de las políticas de gasto. En este sentido, señaló que impuestos como el IVA -que tienen un componente regresivo- generan menos distorsiones en la economía que los impuestos directos, un argumenta que goza de amplio consenso en el ámbito académico. De hecho, la tendencia mundial va precisamente en esa dirección. La legislatura del Gobierno de Mariano Rajoy (2011-2015) es una muestra de ello. Respecto a 2011, hoy España mantiene un IVA sensiblemente más elevado y ha reducido tributos directos como el IRPF o el impuesto sobre sociedades.