Moscovici salva a España (por ahora) de Dombrovskis
El comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, se ha ganado fama de duro en España. Pero ha sido uno de los que ha frenado al bando del vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis, partidario de multar inmediatamente a España por el déficit.
La química política entre Dombrvoskis (popular letón ) y Moscovici (socialista francés) siempre ha sido escasa, pero ha tocado mínimos con el debate sobre la aplicación del Pacto de Estabilidad contra España y Portugal.
Moscovici, según el relato contrastado de la reunión de la Comisión, "expresó su preocupación" sobre el deseo de varios comisarios, encabezados por Dombrovskis, de poner en marcha el procedimiento sancionador contra España y Portugal por incumplir los objetivos de déficit en 2015.
El comisario francés advirtió que, incluso si la multa se rebajase o quedase en cero, el expediente provocaría la congelación temporal de parte de los fondos estructurales. Esa congelación, según las palabras atribuidas a Moscovici, "tendría sin duda un gran impacto en los ciudadanos" de dos países que han realizado grandes esfuerzos para ajustar el déficit. Además, obligará a los gobiernos de Madrid y Lisboa a adoptar nuevos ajustes para facilitar la descongelación de los fondos.
España recibe unos 4.000 millones de euros al año en fondos estructurales y Portugal unos 3.000 millones. Pero la decisión sería mucho más dañina económicamente para el país vecino, porque los fondos llegan a suponer hasta el 80% del gasto público (2014-2016), según los datos de la CE.
Aun así, según las actas del primer debate de la Comisión, Dombrovskis defendió a capa y espada "pasar a la siguiente fase del Pacto bajo el artículo 126.8 y fijar un nuevo plazo para la corrección del déficit en base al apartado 9 del mismo artículo". Ese paso implica, de manera irremisible, una multa de hasta el 0,2% del PIB (unos 2.000 millones de euros en el caso de España) y la congelación parcial de los fondos europeos.
El comisario letón también defendió la concesión de un solo año de prórroga a España (hasta 2017) para situar el déficit por debajo del 3%. Moscovici no se mostró beligerante en este punto, pero recomendó una prórroga de dos años para dar margen a la formación de un nuevo Gobierno tras las elecciones del 26 de junio.
Dombrovskis y los suyos advirtieron que "la credibilidad y la autoridad de la Comisión depende de una aplicación estricta y coherente de las normas". Y rechazaron las tesis de quienes pedían benevolencia para España a la vista de su calendario electoral. El exprimer ministro de Letonia, que ganó las elecciones en su país tras un tremendo ajuste, considera que la opinión pública no siempre castiga a los gobiernos reformistas y austeros.
El debate, como es sabido, se saldó con una prórroga de un año a España, como pedía Dombrovskis, y un aplazamiento de la decisión sobre la multa. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, presionado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (aquí), fue uno de los artífices de esa salomónica decisión.
Juncker logró salirse con la tangente con una "falsa" decisión, de dudosa legalidad (aquí): la prórroga se aprobó (en base a los artículos 121 y 148) en el marco de la reforma del Plan nacional de reformas (aquí) y la decisión sobre el articulo 126.8 no se votó y se aplazó para después del 26J.
La tregua supone un éxito para Rajoy, que llega a las elecciones con mayor margen para cumplir el déficit y sin la espada de Damocles de recibir la primera multa de la historia del Pacto de Estabilidad.
Pero todo indica que Dombrovskis y los suyos volverán a la carga cuando pasen las elecciones y cuentan con potentes aliados en Berlín, como ha dejado claro el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Enfrente está Francia, el país que más veces ha incumplido el Pacto (aquí) y que se resiste a sentar el precedente de la primera multa.
Pero en julio, Moscovici y su respaldo en París, tendrán muy difícil volver a impedir que se aplique el Pacto de Estabilidad.
Imagen: rueda de prensa de Dombrovskis, Moscovici y Thyssen, 18-5-2016, para anunciar, entre otras cosas, la decisión sobre España. (Foto del servicio audiovisual de la CE, aquí).