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Diferencias fiscales autonómicas

Cataluña pierde más ricos que Madrid

Los datos, sin ser concluyentes, sugieren que la mayor fiscalidad en Cataluña genera cambios de residencia Madrid aparece como el mejor destino para las rentas altas y los elevados patrimonios

El IRPF en Madrid y Cataluña
Alejandro Meraviglia

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que forma parte del Gobierno de la Generalitat, y la CUP, la formación anticapitalista que tiene la llave para sacar adelante los presupuestos, se han mostrado partidarios de elevar el IRPF a las rentas altas. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha rechazado esa idea. Los contrarios a subir el impuesto en los tramos más elevados argumentan que hoy Cataluña ya tiene tipos impositivos superiores a la medida y alertan de que estas medidas no han sido efectivas porque han provocado cambios de residencia fiscal, ya sean reales o simulados. Los asesores tributarios relatan casos de contribuyentes catalanes adinerados que se han trasladado a Madrid, que mantiene el IRPF más bajo de España y es la única comunidad que no aplica el impuesto sobre el patrimonio.

Los datos, si bien no son concluyentes, sugieren que este fenómeno sí se ha producido. Durante la crisis económica, el número de contribuyentes que declaraban en el IRPF elevados patrimonios se ha reducido en toda España, sin embargo, de forma muy desigual. En 2009, el año antes de que el Gobierno tripartito de José Montilla elevara el IRPF a las rentas altas, los contribuyentes con bases imponibles entre 150.000 y 600.000 euros residentes en Cataluña alcanzaban las 18.907 personas, cifra que se redujo un 22,8% en 2013, último ejercicio disponible. En el mismo periodo, los madrileños en esos tramos pasaron de 27.145 a 23.512, una reducción del 13%. Las diferencias se intensifican en los tramos todavía más elevados y con mayores recursos para deslocalizarse. Entre 2009 y 2013, los contribuyentes que declaraban más de 600.000 euros cayeron un 33,5% en Cataluña frente al 13,3% de Madrid. Una distancia de 20 puntos. En el tramo más elevado es donde se registran las mayores diferencias entre las dos comunidades autónomas.

El 53% de contribuyentes que declaran más de 600.000 euros residen en Madrid

Aun así, los datos de la Agencia Tributaria no son inequívocos. Comunidades que no subieron el IRPF durante el periodo analizado, que son la mayoría, o que mantenían tipos por debajo registraron descensos más acusados que Cataluña en el número de contribuyentes con rentas altas. Es evidente que la pérdida de declarantes adinerados en Cataluña se debe principalmente a la crisis económica y no resulta sencillo establecer el grado de influencia que puede haber tenido la subida fiscal.

En cualquier caso, la recesión ha reforzado a Madrid como el territorio de las rentas altas. En 2009, el 41% de los contribuyentes que declaraban ingresos superiores a 600.000 euros residían en Madrid, un porcentaje que alcanzó el 53,4% en 2013. No significa que el número de contribuyentes adinerados creciera en Madrid, sino que cayó mucho menos que en el resto. La capital es la sede de la mayoría de las empresas del Ibex, que han sorteado mejor la crisis y cuyos directivos no han sufrido los recortes salariales con la misma intensidad que el resto.

El hecho de que Madrid sea la única autonomía que no aplica el impuesto sobre el patrimonio también es un factor que puede atraer a personas ricas. Este tributo se aplica en función de la residencia fiscal del contribuyente. Así, uno puede tener todo su patrimonio en Cataluña y no abonar el impuesto si vive en la capital de España.

Cataluña y Madrid son los dos polos económicos de España y por ello son recurrentes las comparaciones. Hasta ahora, las asimetrías fiscales en el IRPFse concentraban en las rentas altas, donde la Generalitat había hecho uso de su capacidad normativa para fijar tipos incrementados. Ahora, las diferencias afectan también a rentas bajas y medias. El Gobierno catalán es el único que no ha adaptado su estructura del IRPF a la rebaja fiscal que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy y que supuso una reducción de tipos y tramos en 2015 y 2016. La consecuencia de ello es que las diferencias fiscales se han extendido y afectan de forma notable a las rentas bajas y medias. De hecho, hoy Cataluña es la comunidad que más castiga en el IRPF a los contribuyentes con los bolsillos más humildes. Y no porque la Generalitat haya subido el impuesto, sino porque no lo ha bajado como el resto.

Un catalán que gana 500.000 euros paga 16.652 euros más por IRPF que un madrileño con idéntico sueldo

Un catalán que gana el sueldo más frecuente, que según el INE asciende a 15.500 euros, paga por IRPF 1.499 euros. Un 10% más que la factura fiscal media y un 13% más de lo que abona un contribuyente madrileño con idéntico sueldo. De hecho, las mayores diferencias entre Cataluña y Madrid se registran en los sueldos hasta 20.000 euros, donde se ubican buena parte de los contribuyentes. Las diferencias se atenúan progresivamente y la cuota a pagar de un contribuyente catalán que gana 100.000 euros es solo un 2% superior a la carga fiscal de un madrileño (ver gráfico). A partir de este nivel, la desigualdad vuelve a crecer y un residente en Cataluña que declara 500.000 euros pagará por IRPF 22.2623 euros, un 8% o 16.652 euros más que un contribuyente en Madrid. El gravamen máximo en el impuesto sobre la renta en Cataluña asciende al 48%, el nivel más alto y que también se aplica en Andalucía, Asturias o Cantabria. En cambio, Madrid cuenta con un tipo superior del 43,5%, el más bajo.

ERC ha reclamado reducir el IRPF a las rentas más bajas, una medida que contaría con apoyo popular. Sin embargo, la situación financiera de la Generalitat deja un margen escaso para alegrías tributarias.

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