El envejecimiento propiciará una caída del paro al 8% en 2025
La patronal CEOE ha puesto hoy sobre la mesa los cambios que se avecinan en la población española, que afectarán al mercado laboral. Utilizando las proyecciones poblacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) los empresarios han calculado que el descenso de la población española y su rápido envejecimiento --que propiciará el descenso de personas en edad y disposición de trabajar-- harán que, si se mantiene un nivel "razonable" de recuperación económica, la tasa de paro bajará al 8% en 2025.
Este es el escenario a largo plazo que incluye el informe El envejecimiento de la población y sus efectos en el mercado laboral español, presentado hoy por CEOE, según el cual, estos niveles de desempleo previos a la crisis se conseguirían siempre y cuando se conjuguen dos elementos: primeramente que se produzca una reducción de la población en general de 620.000 personas hasta 2015, de las cuales 150.000 serían caídas de la población activa, dispuestas a trabajar; y, en segundo lugar, que la recuperación se prolongue en el tiempo, con un crecimiento anual del empleo de alrededor del 1,5%.
Es más, CEOE ha calculado que si la mejora de la ocupación fuera mejor que la esperada y avanzara en el entorno de un 2% anual, la tasa de paro del 8%, previa a la crisis, se alcanzaría dos años antes, en 2023.
En el corto plazo, la caída de la población y sus efectos sobre el recorte de la población activa, junto a la creación de 850.000 empleos entre 2016 y 2017, recortarán el paro por debajo del 18% el próximo año.
En definitiva, la reducción del paro obecerá a una mejora de la actividad, combinada con que habrá menos personas en disposición de trabajar por la reducción de la población y su envejecimiento acelerado.
De hecho, según ha explicado hoy el director del departamento de Asuntos Económicos y Europeos de CEOE, Bernardo Aguilera, y la responsable de su Servicio de Estudios, Edita Pereira, en una jornada organizada en colaboración con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), los empresarios han presentado este informe para dar la voz de alarma sobre la aceleración del proceso de envejecimiento de la población activa española.
Los cálculos oficiales del INE apuntan a que España será el segundo país desarrollado de todo el mundo donde el envejecimiento será más acusado, y solo será superado por Japón. La mejor forma de medir el impacto de dicho proceso es cuantificar cuántos mayores de 65 años (pasivos, que ya no trabajan en su mayoría) habrá por cada cien activos (personas en edad y disposición de trabajar).
En España había 25 mayores de 65 años por cada 100 en 2002; este ratio se elevó a 28 mayores en 2015. Mientras que para 2025 se calcula que 100 trabajadores en activo tendrán que soportar 35 mayores de 65 años; y en 2050, aumentarán a 74. Y en 2064 España tendrá tres pasivos por cada cuatro activos, prácticamente, cada trabajador tendrá un mayor a su cargo.
Esto hace completamente insostenible las finanzas de la Seguridad Social. Este es el mensaje que querían lanzar ayer los empresarios que, sin embargo, dejaron en manos de los políticos qué hacer. Así, apuntaron que las próximas negociaciones sobre la renovación del Pacto de Toledo tendrán que tomar como partida estas previsiones, y adecuar los ingresos a los gastos del sistema.
Pero además del envejecimiento, desde CEOE han detectado otros dos factores que variarán la foto fija de la población activa española y, en consecuencia, del mercado laboral. Estos son, por un lado, la creciente incorporación de la mujer al mercado de trabajo, especialmente intensa en todas las edades entre 2002 y 2015. Y, por otro lado, los efectos derivados de la crisis económica, como el alargamiento de la etapa formativa entre los jóvenes o un aumento de las prejubilaciones, especialmente entre los hombres.