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Propiedad intelectual

Los seguros pueden multiplicar por 10 las patentes empresariales

Pons IP, Sanza y Poolsegur lanzan en España y Latinoamérica la primera póliza que protege la innovación.

Thinkstock

Si nos atenemos al número de patentes que solicitan, las empresas españolas son poco competitivas. Mientras China encabezaba en 2015 la clasificación mundial, con casi un millón, seguida de cerca por Estados Unidos y Japón, España no llegaba a las 3.000, lo que representa menos del 1% del total. Entre los motivos que alegan muchas pymes ante esta escasa iniciativa se encuentra el temor a que las patentes generen problemas y conflictos.

Una excusa que, sin embargo, se puede terminar con la llegada a España de los seguros de propiedad intelectual, hasta ahora poco conocidos entre las empresas y que podrían provocar que el número de solicitudes de patentes se multiplicara desde ese 1% hasta el 10% del global, según David Sanza, director gerente de la correduría Sanza.

Este experto afirma que la economía globalizada y la competencia internacional hacen que un seguro de este tipo sea imprescindible en la estrategia internacional de una empresa. “Puedes tener tu producto o tu marca patentada en España y no en el resto del mundo. Y solo por exhibirla internacionalmente, a través de tu página web, un empresario de otro país puede demandarte”.

El coste medio de un litigio de propiedad intelectual en Estados Unidos es de 2,6 millones de euros 

Sam Bobo, fundador de Opus Underwriting Limited, una compañía líder en Reino Unido en ofrecer soluciones de protección de la propiedad intelectual, destaca que el 80% de los activos de muchas empresas son ya intangibles. Y añade que “las que los gestionan bien consiguen mejores resultados en sus negocios”.

 En esta gestión, resalta la importancia de una correcta cobertura e indica que cualquier tipo de propiedad intelectual puede ser asegurada. “La mayoría de las compañías no se dan cuenta de que venden productos que pueden entrar en conflicto con la propiedad intelectual de otras”, subraya.

El coste medio de un litigio por patente en Reino Unido es de 700.000 libras (unos 882.673 euros); en Australia es de dos millones de dólares (1,7 millones de euros) y en Estados Unidos alcanza los tres millones (2,6 millones de euros), apunta Bobo.

Las coberturas de los seguros existentes en estos mercados superan ampliamente los potenciales gastos en los que se pueda incurrir, ya que las pólizas suelen tener un límite de 25 millones de euros para grandes empresas y de entre 1 y 5 millones para pymes.

En este contexto, Pons Intellectual Property y las corredurías de seguros Sanza y Poolsegur han presentado el primer seguro en España destinado a proteger y ofrecer estabilidad financiera a las empresas que disponen de activos de propiedad industrial e intelectual como patentes, copyright, diseños, marcas, trade secrets y nombres de dominio. El seguro llega a España con el aval de la compañía británica Opus Underwiting.

La póliza, que también se comercializará en Latinoamérica, se dirige a todo tipo de empresas y cubre las costas procesales, daños y perjuicios y gastos de defensa en cualquier lugar del mundo en las que el asegurado pueda incurrir como resultado de una infracción –real o presunta- de la propiedad intelectual sobre un tercero.

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Además, protege contra aquellas situaciones en las que otras empresas provoquen infracciones o violaciones de los derechos de propiedad industrial o intelectual sobre los activos propios. Y cubre las violaciones de acuerdos de explotación de licencias para la fabricación, venta, promoción o uso de productos o servicios derivados de una patente, marca o diseño así como de derechos de propiedad intelectual a nivel mundial. Como coberturas adicionales, prevé también los posibles costes de retirada de productos.

El seguro se presenta en dos modalidades: una póliza precotizada destinada a pymes con hasta cinco millones de euros de facturación anual; y otra, Taylor Made, para compañías con mayor volumen de negocio.

Los precios se adaptan a cada necesidad y coberturas contratadas, ya que, como explica David Sanza, “se hace una póliza a medida de cada empresa dependiendo del sector en la que opere, de sus patentes, de sus marcas y de los países en los que quiera cubrirse”.

A juicio de Nuria Marcos, directora general de Pons Patentes y Marca Internacional, los derechos de propiedad intelectual “no tienen valor por sí mismosi los titulares de tales derechos, especialmente las pymes innovadoras con vocación internacional, no pueden defenderlos adecuadamente ante los tribunales, como en los casos de infracción”.

Además, esta experta advierte acerca de la proliferación de los patent trolls, unas compañías que compran patentes con el objetivo de demandar posteriormente a otras empresas por asuntos relacionados con ellas. “Es un fenómeno habitual en Estados Unidos, pero también puede llegar a generalizarse en España”.

La experiencia de Indo Óptica y Tecnalia

Indo Óptica y Tecnalia han experimentado en primera persona cómo los seguros de patentes minimizan los riesgos de cualquier empresa. Toni Vilajoana, responsable del departamento de propiedad intelectual de Indo Óptica, explica que su distribuidor en Estados Unidos le exigió, como condición imprescindible para comercializar sus lentes, que contaran con una póliza de este tipo.

“En nuestro caso, este seguro sirve para reducir el riesgo económico y el coste de los posibles litigios, ya que en EE UU son muy costosos y las indemnizaciones medias se sitúan entre 3 y 8 millones de dólares (entre 2,6 y 6,9 millones de euros), aunque algunas de grandes empresas han tenido que desembolsar miles de millones”.

Aitziber Aramburu, gestor IP de Tecnalia y Tecnalia Ventures, también destaca la importancia de los seguros de patentes y la “tranquilidad” que proporcionan a los inversores que ponen su confianza en una empresa determinada.

“Nos preocupamos de que las startups que impulsamos, y con las que trabajamos, protejan la propiedad intelectual de sus proyectos de I+D”. Y reconoce que ya han tenido “algún problema de este tipo con una gran compañía europea que presentó la misma patente un día después que nosotros”. “Hay que tener en cuenta –puntualiza- que nosotros producimos activos valorados en más de un billón de euros”.

Los inversores cada vez se fijan más en estas coberturas. Y es que, como señala Eneko Rufino, socio del departamento fiscal de CIALT, “para que un inversor financie un proyecto de I+D, que finalmente cristalizará en la comercialización de una patente, debe estar seguro de que no se encontrará con ningún problema en el mercado”. Y advierte: “Si queremos que los inversores entren en las empresas, éstas habrán de protegerse contra cualquier posible litigio”.

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