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Inspección bancaria

El Banco de España pone la lupa en las hipotecas

La inspección del Banco de España puso el foco en las cláusulas suelo en 2015

Edificio del Banco de España
Edificio del Banco de EspañaPablo Monge
Juande Portillo

La lupa del Banco de España se detuvo el año pasado especialmente en el sistema hipotecario español, las condiciones abusivas de algunos contratos incluyendo específicamente las cláusulas suelo opacas.

Así lo revela el propio subgobernador del supervisor financiero, Fernando Restoy, en la carta de presentación que acompaña el informe de inspección de 2015, publicado este martes.

“Durante 2015, la supervisión de conducta se ha centrado fundamentalmente en la revisión de la comercialización y liquidación de las operaciones con garantía hipotecaria, la comprobación de la aplicación de las medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos, la utilización de las cláusulas suelo y las estrategias de reacción de las entidades ante las reclamaciones de sus clientes en relación con dichas cláusulas”, reza el documento.

En este sentido, Restoy asevera que uno de los mayores retos que afronta el Banco de España es el de fortalecer “la confianza de los clientes bancarios en las entidades de crédito, tras los evidentes daños reputacionales ocasionados por recientes casos de inobservancia o aplicación inadecuada de normas de conducta, sobre todo en materia de comercialización de productos financieros”.

El subgobernador ha reivindicado la necesidad de promover las mejores prácticas internacionales para recuperar reputación de la banca en paralelo a la búsqueda de rentabilidad en un entorno de tipos cero, la adecuación a la nueva oleada de regulación normativa o el nuevo proceso de ajuste del sector.

El Banco de España asegura conceder “la máxima importancia a la transparencia bancaria, a la protección a la clientela y al adecuado funcionamiento de los mecanismos de atención y resolución de conflictos con dicha clientela, en línea con una generalizada toma de conciencia en el ámbito internacional sobre la importancia de garantizar la adecuada conducta de los agentes financieros”.

Tras su puesta en marcha en noviembre de 2014, el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) ha cumplido su primer año completo como nuevo modelo de vigilancia de la banca europea.

“Como resultado, además, de incrementarse la transparencia y la confianza de los inversores, se adoptaron medidas correctoras, que contribuyeron a reforzar la solvencia de los bancos analizados”, defiende Restoy sobre el nuevo mecanismo y la revisión de la calidad de los activos del sector que se ha llevado a cabo.

“Sin embargo, el primer año de funcionamiento del MUS no ha estado exento de retos”, asume Restoy, señalando a la dificultad de homogeneizar las “distintas culturas supervisoras”.

En este sentido, Restoy manifiesta que “la concesión de excepciones al cumplimiento de ciertos requisitos prudenciales” por parte de algunos supervisores nacionales venía provocando “un tratamiento diferente en función de su país de origen” complicando la labor supervisora.

El MUS, expone Restoy, supone una respuesta a la mayoría de estas diferencias pero “persisten algunas divergencias en las prácticas supervisorasdentro del MUS”. "Cabe destacar dos campos en los que es preciso avanzar hacia una mayor convergencia: la revisión de los modelos internos de capital y la revisión de la información financiera”, indica Restoy.

De otra parte, Restoy insta a “asegurar la separación entre las funciones de política monetaria y de supervisión prudencial atribuidas al BCE y, por otro lado, de la necesidad de garantizar una adecuada interacción entre las autoridades supervisoras nacionales y el BCE”

Bajo el nuevo modelo se han creado equipos de supervisión compuestos por un miembro del BCE con el apoyo de un subcoordinador de cada autoridad nacional implicada.

El Banco de España aporta en torno al 70% del personal de los equipos conjuntos de supervisión de las entidades significativas españolas, detalla el subgoberandor.

En paralelo se han reforzado los mecanismos de supervisión in situ, desde el interior de las entidades, gracias a inspectores del Banco de España empotrados.

Una doble supervisión “intensa y exigente en recursos” que ha llevado al Banco de España ha multiplicar las contrataciones durante el arranque de 2016 “en un contexto de pérdida considerable de recursos humanos, que han sido transferidos al BCE”.

Hasta el momento, se han incorporado a la nueva estructura del MUS cerca de 100 profesionales provenientes del Banco de España (en torno a 80 de ellos de la Dirección General de Supervisión), incluyendo un director general y tres subdirectores generales, lo que ha supuesto la salida de aproximadamente una cuarta parte del personal supervisor, detalla Restoy.

Pese a la puesta en marcha del MUS, el Banco de España mantiene la supervisión íntegra de establecimientos financieros de crédito, sociedades de garantía recíproca, sociedades de reafianzamiento, sociedades de tasación, entidades de pago, entidades de dinero electrónico, establecimientos de cambio de moneda, fundaciones bancarias y Sareb.

Linde insta a no relajar la supervisión y a aumentar la colaboración

“El Mecanismo Único de Supervisión (MUS) ha superado los difíciles retos de establecer un sistema de supervisión común en los países” de la UE, celebra en una carta de presentación del informe de inspección de 2015 el gobernador del Banco de España, Luis María Linde.

El año pasado estuvo marcado por la consolidación de la actividad del MUS, primer pilar de la Unión Bancaria europea, que ha cumplido su primer año completo en vigor.

“El Banco de España está participando muy intensamente en la supervisión de las entidades españolas significativas y está dirigiendo de forma directa la supervisión de las entidades españolas menos significativas”, ha aseverado Linde.

El gobernador advierte, eso sí, que “los buenos resultados obtenidos en este primer ejercicio completo de actividad no deben, sin embargo, llevarnos a relajar los esfuerzos por fomentar una supervisión bancaria eficiente, homogénea y guiada por las mejores prácticas”.

Linde hace un llamamiento a avanzar en la homogeneización del papel del supervisor en la revisión de la calidad de la información financiera de las entidades; en concreto, el enfoque y profundidad de las inspecciones in situ de riesgo de crédito y de las actuaciones supervisoras resultantes de estas revisiones.

También insta a seguir aprovechando las sinergias entre los distintos miembros del nuevo modelo de supervisión “con independencia de la autoridad a la que pertenezcan”.

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