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Junta de accionistas

CaixaBank defiende que se le guarde el cargo a la infanta Cristina

Los accionistas critican los cargos de la infanta Cristina en el grupo

Juande Portillo

La junta de accionistas de CaixaBank, celebrada este jueves en Barcelona, se ha alargado durante algo más de cuatro horas y media en buena medida por las cuestiones planteadas por los poseedores de títulos de la firma.

Una de las quejas presentadas por los accionistas ha sido que la infanta Cristina de Borbón, investigada en la causa judicial del caso Noos, siga manteniendo un cargo en el grupo.

Aclarando que Cristina de Borbón no tiene un puesto en la entidad financiera sino en la fundación La Caixa, el secretario del consejo de CaixaBank, Alejandro García-Bragado, ha hecho una defensa encendida de la política adoptada por el grupo.

Admitiendo que su postura podría resultar controvertida, García-Bragado ha defendido que en un estado de derecho no puede condenarse a alguien ates de que sea juzgada ya que la imputación de un posible delito al margen de la actividad profesional no es motivo de extinción de un contrato.

García-Bragado ha asegurado que la labor del consejo es defender los intereses de sus más de 30.000 trabajadores, “de todos”, y que flaco favor se le haría a la plantilla sentando semejante precedente.

Hacer lo contrario, prejuzgando la culpa de una trabajadora del grupo, sería más perjudicial para la compañía que apartar de su cargo a una persona que solo ha sido imputada, ha defendido García-Bragado. Por suerte, ha concluido, la sociedad ha abolido la antigua “muerte civil” que contemplaba la legislación romana.

Las protestas sindicales en torno a la negociación del nuevo convenio colectivo del sector de cajas de ahorro han llegado este jueves a la junta de accionistas de CaixaBank, la mayor entidad del ramo y cuyo presidente, Isidro Fainé, es también el máximo representante de la patronal de cajas.

Las protestas han llegado a las puertas del palacio de congresos de Barcelona, donde unas pocas decenas de sindicalistas se han manifestado durante toda la mañana pese al aguacero que caía sobre la Ciudad Condal.

Pero sus voces han traspasado las puertas del evento gracias a los accionistas que han hablado en nombre de las plantillas durante la junta de accionistas, reclamando un acuerdo justo para los trabajadores y una limitación de los horarios laborales.

El propio Fainé ha decidido contestar esta cuestión durante el turno de respuesta a los accionistas, defendiendo que su voluntad es seguir llegando a acuerdos y que por eso siguen abiertas las negociaciones que se abrieron a principios de 2015.

“Pero es importante que los sindicatos se enteren de una vez que hemos pasado una crisis financiera”, ha espetado, relatando que CaixaBank ha tenido que provisionar 40.000 millones de euros en los últimos ocho años y que un tercio de los empleados del sector han perdido su empleo.

“No queremos que pierdan más empleos. Queremos racionalidad”, ha dicho, reprendiendo a los representantes de los trabajadores por plantear este asunto en la junta cuando sus “puertas están siempre abiertas”.

En cuanto a los excesivos horarios, Fainé ha advertido a los trabajadores que quizás tengan que trabajar más intensamente, y que para dar servicio a las “pymes, a veces no puede ser el horario exacto, tiene que ser cuando ellos pueden”.

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