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A fondo

Santander, un influyente gigante

GRA106. BOADILLA DEL MONTE (C. DE MADRID), 27/02/2016.- El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez (c), durante la presentación de los resultados del grupo correspondientes al primer trimestre del año. El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 1.633 millones de euros entre enero y marzo, lo que representa un recorte interanual del 4,9 %, básicamente por el efecto de los tipos de cambio. EFE/Zipi
GRA106. BOADILLA DEL MONTE (C. DE MADRID), 27/02/2016.- El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez (c), durante la presentación de los resultados del grupo correspondientes al primer trimestre del año. El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 1.633 millones de euros entre enero y marzo, lo que representa un recorte interanual del 4,9 %, básicamente por el efecto de los tipos de cambio. EFE/ZipiZipi (EFE)

Santander es la entidad española más influyente internacionalmente, con el permiso de BBVA. Sus activos totales suman 1,324 billones de euros, (supera el PIB español. Está entre las tres primeras instituciones de gran parte de los países en los que tiene presencia, de ahí su poder en el sector financiero. Cualquier movimiento o declaración de este gigante de la banca es observado con lupa por el mercado. Es un banco, que para lo bueno o para lo malo crea tendencia y opinión. Fue el primero este año en abordar un ajuste de su red de oficinas y de su plantilla. También lo fue en 2009, aunque no se recuerde. Fue la primera entidad que decidió realizar una reestructuración en una de sus filiales, Santander Consumer España.

Era la primera señal de que la crisis económica en España y en el sector iba en serio. Santander Consumer España era la joya de la corona, hasta que el crédito al consumo pasó a ser un artículo de lujo en el país. En esos años, incluso el Banco de España le puso de ejemplo. Más tarde, en 2013, realizó otro ajuste, fusionó Santander España y Banesto, lo que provocó otra reducción de plantilla (unos 3.500 empleados, y el cierre de casi 1.000 oficinas, aunque se anunció unos recortes menores). Ayer, su consejero delegado, José Antonio Álvarez, dio una serie de pistas sobre los siguientes pasos que dará el sector. Habrá que pagar más por los servicios que presta la banca, en román paladín, que subirán las comisiones.

Es cierto que este es un asunto recurrente, ya anunciado hace unos días por el presidente de la AEB, José María Roldán. Y apoyado también ya por otros bancos. Pero si lo dice ya Santander parece que hay que tomárselo ya totalmente en serio. Las comisiones subirán o comenzarán a cobrar al cliente por servicios que hasta ahora eran gratuitos o semigratuitos como sacar efectivo de un cajero automático. La opinión de Álvarez sobre el posible impacto en la economía o en la banca por el retraso previsiblemente hasta septiembre en la formación de un nuevo gobierno en España, es contraria, sin embargo, a la de otros banqueros. Cree que la recuperación de la economía española es sostenida y no corre peligro de desacelerarse por la incertidumbre política.

Cifras

75 a 110 millones es el ahorro anual a partir de 2017 que supondrá el cierre de 450 pequeñas oficinas, y que supondrá la salida de 700 empleados vía prejubilaciones a partir de 58 años, y de 300 bajas voluntarias. Habrá otras 380 bajas incentivadas, con alguna prejubilación en Boadilla. El pacto se firma mañana.

90 millones de euros (más de 100 millones de dólares) ha provisionado Santander por Oil&Gas (por el precio del petróleo). El banco ganó en EE UU 82 millones de euros, un 69% menos.

A su juicio un crecimiento económico superior al 3% el pasado año y el previsto para este ejercicio, que se movería entre el 2,5% y el 3%, no es una recuperación “incipiente” sino “sostenida” y puso en duda que la repetición de las elecciones “vaya a influir mucho en ello”.

También llevó la contraria a sus colegas cuando hacen referencia a los negativos efectos que tiene en la actualidad la política de bajos tipos de interés impuestos por el Banco Central Europeo. Considera que, pese a la presión que esta política ejerce sobre los márgenes bancarios, la decisión es positiva para la economía europea. Y otra cosa. Llama la atención las pacíficas negociaciones que siempre ha mantenido el banco con los sindicatos. Está previsto que la entidad y los representantes de la plantilla firmen mañana la salida de 1.380 empleados en España. Las negociaciones solo han durado unas semanas y ya han logrado ponerse de acuerdo. Lo mismo parece que sucede en otros países donde el banco también ha emprendido en estos meses negociaciones para ajustar su plantilla y oficinas, como Polonia, Reino Unido y Portugal.

Otras claves

Las elecciones, sin impacto en el negocio

José Antonio Álvarez se distanció ayer de la opinión de alguno de sus colegas al asegurar que la repetición de elecciones, más allá del retraso de algunas inversiones, no tendrá un impacto sobre la economía real en España. Declaró que la incertidumbre política “no está afectando a nuestro negocio en términos de actividad, porque está yendo bien”. “No vemos señales de desaceleración, si bien sí puede afectar a decisiones puntuales de inversión, pero no sobre la actividad”, insistió. Reconoció que si se prolongase esta situación “habría que analizarlo, pero en este momento yo no veo un impacto, ni fuerte ni débil”.

320.000 nóminas más con la Cuenta 1,2,3

La entidad ha conseguido ya en España más de un millón de clientes con la Cuenta 1,2,3 puesta en marcha a finales de mayo del pasado ejercicio. Esta cuenta le ha permitido al banco captar ya unas 320.000 nóminas de clientes de otras entidades, y quiere alcanzar los dos millones a finales de este año. La Cuenta 1,2,3 adaptada para los más pequeños, y puesta en marcha a principios de este mes de abril, ha captado ya 50.000 niños y adolescentes. José Antonio Álvarez aseguró ayer que esta cuenta aportará ya beneficios al banco este mismo año (hasta ahora las remuneraciones no cubrían su coste).

En defensa de los tipos de interés al 0%

El consejero delegado del banco también se distanció de sus colegas al asegurar que la política de tipos de interés impuesta por el BCE “es la correcta para el entorno económico, aunque a nosotros no nos viene bien”. El directivo cree que los tipos al 0% se mantendrán hasta 2017. Álvarez insistió en que esta política es “correcta” ante el entorno de incertidumbre en la economía de la eurozona y del mundo, a pesar de admitir el impacto sobre las cuentas de resultados de la entidad. Entiende que favorece la concesión de créditos. Recordó que esta estrategia monetaria “encaja” en el mandato del BCE.

Más comisiones por servicio

El número dos del banco coincide con el presidente de la AEB, José María Roldán, y con gran número de sus colegas, en que los clientes deben pagar comisiones a cambio de los servicios que reciben, pues éstos “tienen un coste” que hay que cubrir. Admitió que el tema de las comisiones es “controvertido”, pese a ello, insistió en que “la lógica dice que el servicio tiene un coste”. Además, recordó la propuesta de la entidad con la Cuenta 1,2,3, en la que “el cliente recibe un buen servicio y una remuneración, pero a cambio eso tiene un coste”.

Un banco que refleja en sus cuentas las dudas sobre la economía mundial

“Muy satisfactorios”. Así calificó ayer los resultados del primer trimestre de Santander su consejero delegado, José Antonio Álvarez. El grupo ganó 1.633 millones, un 5% menos que a marzo de 2015. Esta caída es inferior a lo previsto por los analistas, que esperaban una rebaja del 12%. La depreciación de las divisas, unido a un estancamiento de los resultados de Reino Unido, Brasil y la caída de Estados Unidos en moneda local y de España, han provocado este recorte del beneficio en un entorno de nuevo lleno de nubarrones.

La volatilidad y las incertidumbres que planean nuevamente sobre la economía internacional han tenido ya su reflejo en las cuentas del primer trimestre de Santander, uno de los referentes de la banca occidental. Las dudas sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea, de operar bajo la presión de unos bajos tipos de interés negativos, de la caída del precio del petróleo (ha tenido que realizar provisiones por ello), de la depreciación de las dividas o de la recesión de la economía brasileña han provocado que los resultados del primer trimestre de Santander descendieran un 5%. Este porcentaje, sin embargo, es inferior a lo que esperaban los analistas, quienes habían pronosticado un beneficio de 1.500 millones, con un recorte del 12%. Será por ello, por lo que Álvarez insistió en sus explicaciones en que la cuenta de resultados del grupo “es satisfactoria”. Argumentó, de hecho, que los resultados superan lo previsto en el plan a tres años y cumplen con “todos los objetivos marcados”. Además, añadió que sin el efecto del tipo de cambio el beneficio habría subido un 8%.

Con presencia en 10 mercados, Santander es un claro mosaico de cómo se mueve la economía a nivel casi mundial. En Reino Unido, su principal mercado en la actualidad, Santander ha soportado como sucede en las divisas latinoamericanas, el impacto de los tipos de cambio. Sus resultados en este país han descendido por esta razón un 3,9% sobre marzo de 2015, al ganar 453 millones de euros. Sin tener en cuenta el cambio libra euro, el beneficio se mantiene plano al caer un 0,3%. Álvarez defiende la marcha del banco en Reino Unido, y destaca la positiva evolución del negocio, con aumento del crédito un 3%, y en general de su actividad comercial, y achaca el nulo crecimiento del resultado en librar a la nueva tasa impuesta a los bancos por el gobierno británico.

El número dos de Santander también restó importancia al efecto de un posible Brexit. Álvarez confió en que Reino Unido permanecerá en la UE tras la celebración del referéndum y limitó el impacto a corto plazo sobre el banco al efecto en el tipo de cambio de la libra y el euro. “La salida del Reino Unido de la UE sería mala para la economía británica y del euro”, dijo. Santander, como todos los bancos británicos o con presencia en este mercado, deben realizar planes de contingencia para cubrir el riesgo del Brexit, pero entre los proyectos del banco no se incluye un posible traslado de parte de la plantilla de Londres a otras divisiones del grupo.

Reino Unido representa el 23% del beneficio del grupo. En este país, como en el caso de España, Polonia y Portugal, el banco está realizando un ajuste en su red de oficinas y plantilla. El segundo mercado de Santander es Brasil, cuyo peso en la firma ha ido cayendo en los últimos meses al bajar sus beneficios por el tipo de cambio y por el empeoramiento de su economía. El gigante latinoamericano sumó unas ganancias en el trimestre de 359 millones de euros, que suponen una rebaja del 24,8% sobre el primer trimestre de 2015. Sin tener en cuenta el tipo de cambio su beneficio se mantiene también plano, crece el 0,4%, un porcentaje. Pese a este nulo crecimiento, la cuenta, de momento, aguanta el tirón de la recesión económica del país, aunque comienza a detectarse en el negocio una pérdida de músculo. Brasil suma el 18% del resultado del grupo.

El banco mantiene su optimismo sobre el mercado español, aunque los resultados de la entidad no logran salir aún de la caída. La firma ganó en España 307 millones de euros, lo que supone una caída del 9,6%. Este resultado, no obstante, se reduce a 295 millones de euros si se le suman los beneficios de Santander Consumer en España (+51 millones) y se le restan las pérdidas de 63 millones registradas en la gestión de sus activos inmobiliarios adjudicados. Un año antes el beneficio fue de 298 millones. Álvarez resta importancia a la menor fuerza del crecimiento de la economía del país. Asegura que el retraso en formarse gobierno en España no está influyendo en la actividad bancaria. Y también espera que el crédito neto crezca a final de año, aunque también lo esperaba el pasado ejercicio. De momento, el crédito en España ha caído un 3%, sobre todo por la menor aportación de la financiación de las administraciones públicas. El crédito a empresas y pymes sube el 2%, pero las hipotecas no logran aún crecer más que las amortizaciones.

Los tipos negativos han influido en la caída de todos los márgenes. Las mayores aportaciones por comisiones y las menores provisiones no compensan el descenso de los ingresos.

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