La Fed no toca los tipos
Sin sorpresas y tal y como se esperaba. La Reserva Federal (Fed) ha decidido mantener intacto su rango de tipos de interés que permanecen entre el 0,25% y el 0,5% desde que en diciembre aprobara la primera subida del precio del dinero desde mediados de 2006. La decisión contó con el apoyo de todos los componentes del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, a excepción de Esther L. George, que abogó por un incremento de los tipos en 25 puntos básico.
Después de dos días reunidos, el FOMC han acordado no efectuar ninguna modificación a su política monetaria a pesar de que, como indican en su comunicado, las condiciones del mercado laboral han mejorado en un entorno de ralentización de la economía de EE UU.
Por su parte, la inflación, el otro dato que vigila con lupa el banco central estadounidense, ha continuado por debajo del 2% debido, fundamentalmente, a la caída de los precios de la energía. Fruto de todo esto, el Comité, comprometido con la estabilidad de los precios y el empleo, ha decido no tocar los tipos este mes. La Fed espera que la actividad económica se expanda a un ritmo moderado y que mercado laboral continúe fortaleciéndose. Asimismo, esperan que la inflación siga baja en el corto plazo, pero próxima al objetivo del 2% en el medio plazo.
A diferencia de las pasadas reuniones, en esta ocasión la Fed ha decidido no hacer a los riesgos económicos mundiales a la hora de justificar su decisión de no avanzar en el ajuste monetario
Respecto a la subida de tipos, la Fed señala que seguirá muy de cerca la evolución del IPC y del empleo. En su análisis se analizará una amplia gama de información en la que se incluirá, además de los dos indicadores anteriores, las expectativas de inflación o la evolución de los mercados financieros internacionales.
Los miembros de la Fed señalan que los tipos se mantendrán por debajo de los niveles que se espera en el medio plazo, pero que su senda estará condicionada a las perspectivas que se manejen en cada momento. Es decir, continuarán con la subida gradual, reiterada por activa y por pasiva.
Nada más conocerse la decisión, el dólar se depreció respecto al euro. La moneda europea subió a los 1,136 billetes verdes, después haberse mantenido estable durante todo el día en los 1,12 dólares. Por su parte, los índices de referencia de la Bolsa de EE UU que abrieron a la baja se dieron la vuelta y a media sesión el Dow Jones avanzaba un 0,5% y el S&P 500, un tímido 0,11%.