Miedo del inversor: ¿Estamos en la misma situación que entre los años 2008-2011?
Marzo ha sido un buen mes para los fondos de inversión, al menos un mes de calma tras una gran tempestad. Gracias a este mes se ha maquillado el trimestre, en el que el patrimonio de los fondos de inversión ha caído un 1,7% hasta los 216.137 millones de euros. A pesar de ello, el temor a que la situación siga siendo mala en los próximos meses continúa. De hecho, de las pérdidas del trimestre, un 85% se debe a la caída del valor de las inversiones, pero un 15% a reembolsos en un momento como el actual en el que otras alternativas de inversión como depósitos o Deuda del Estado ofrecen o rentabilidades muy bajas, por debajo del 0,5% en la mayoría de los casos, o negativas en otros como la Deuda a corto y también en algunos tramos a medio plazo.
Con todo ello, el pequeño inversor español se sigue moviendo con impulsos a corto plazo y no pensando en el largo plazo, algo que debería hacerlo cuando uno invierte en fondos de inversión. Esta forma de actuar hace que por ejemplo se haya asimilado más las semejanzas de lo que está ocurriendo con los mercados financieros ahora con lo que ocurrió en los momentos álgidos de la crisis financiera, en los años 2008-2011, a lo que está ocurriendo ahora.
- Parecidos
Si es cierto que nos encontramos con una serie de puntos que se asemejan a los de años anteriores, algunos fantasmas que no se ha conseguido despejar. En primer lugar está la sensación de temor de los inversores. Una mezcla de motivos psicológicos y reales –constatar pérdidas- llevan a esta situación que se agrava por tener aún un recuerdo demasiado cercano de lo acontecido hace menos de una década. Además se repiten patrones, como las dudas sobre el sector financiero.
Las razones son algo distintas aunque las consecuencias las mismas. Si en el 2008 era fundamentalmente las posiciones en activos tóxicos, muchos relacionados con la vivienda, lo acontecido con Deutsche Bank a principio del año ha llevado a dudas, aunque el caso de Deutsche es puntual y la mayoría de los bancos tienen sus balances más saneados. Las consecuencias colaterales del precio del petróleo bajo también afecta a la banca, por sus posiciones de gran endeudamiento a unas compañías que a pesar de la subida del crudo en estas últimas semanas siguen por debajo del umbral de beneficios.
- Diferencias, negativas y positivas
Pero también hay diferencias, negativas y positivas. Entre las primeras, las que pueden hacer más que preocupante la situación está esencialmente la situación de los países emergentes. La desaceleración China que ya se veía en años anteriores ha aumentado y su efecto ha arrastrado a los países emergentes. Con ello, se ha dado la vuelta a la situación de la crisis financiera. Entonces los emergentes “tiraban del carro”, y los desarrollados caían en recesión. Ahora la mayoría de los países desarrollados crecen, encabezados por Estados Unidos, lo que lleva a que en este momento estemos en una situación de crecimiento global.
Esta razón ya debería invitar a un mayor optimismo, pero hay otros puntos por los que debemos encarar con más optimismo la inversión en acciones o fondos de inversión. Diego González, socio fundador y responsable de inversiones de la Empresa de Asesoramiento Financiero (EAFI) Bull4All destaca en el caso español la situación europea “ni la UE se desintegrará y el BCE sigue firme con sus medidas de política monetaria como la Quantitative Easing (QE)”. Y es que aunque el “Brexit” o referéndum de salida del Reino Unido puede darnos aún algún susto, parece claro que la situación europea es mucho más estable y las decisiones muy firmes por parte del BCE para poder salir de la situación.
Eso sí, en este momento existe una semejanza que no se puede tildar como negativa. Como destacan desde Bull4All, “hay valoraciones atractivas”, es decir buenas oportunidades de inversión que se pueden aprovechar siempre que no perdamos el horizonte del medio o largo plazo y no pensemos en los vaivenes, que seguiremos viendo en el corto plazo.