El Ibex pasa por alto la falta de acuerdo en Doha y se anota un 0,3%
La esperada cita de ayer en Doha se saldó con un sabor amargo para los inversores, que acabaron por certificar que los augurios sobre un posible pacto para congelar la producción de petróleo no eran más que una utopía que, sin la mano de Irán, resultaba difícil de alcanzar. Y es que finalmente no hubo acuerdo entre los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en la capital catarí, lo que ha hecho hoy que las alarmas saltaran en la apertura de los mercados europeos, que han vivido con pánico cómo ya venían desplomándose los índices en Asia, que han acabado cerrando con fuertes correcciones.
Después de la euforia que habían llegado a vivir las Bolsas la semana pasada a consecuencia de una filtración de la agencia rusa de noticias Interfax, que confirmaba que Arabia Saudí y Rusia irían adelante en su intención de congelar la producción –incluso con la ausencia de Irán– los inversores aguardaban la decisión de la cumbre confiados en un nuevo repunte en el precio del crudo y en la posible estabilización de los mercados, que en los últimos meses han ido de la mano del comportamiento del oro negro. Pese a que en las sesiones previas a la reunión el mercado empezó a descontar la posibilidad de que no hubiese acuerdo mercado , el varapalo para los inversores hoy se ha hecho notar en las cotizaciones de las Bolsas mundiales en la primera parte de la sesión. Sin embargo, a medida que el petróleo recuperaba terreno y Wall Street se decidía por las ganancias, las Bolsas europeas han logrado frenar la sangría.
Con ello, el mercado español, que tras la apertura se empezó dejando un 1,67%, finalmente ha encarado la jornada con un ascenso del 0,35%, hasta los 8.881,6 puntos. Con esta subida, el Ibex ha logrado mantener los 8.800 puntos que llegó a recuperar en su remontada del pasado miércoles, motivada, precisamente, por los buenos presagios que se acababan de posar sobre el petróleo. Entre los farolillos rojos del Ibex se han situado CaixaBank (-2,99%), que se ha visto castigada por la opa que ha lanzado sobre el banco portugués BPI, y Telefónica (-1,76%), afectada por la falta de credibilidad que sigue transmitiendo la venta de su filial británica O2. Junto con estas, Repsol ha acusado de nuevo la caída en el precio del crudo, lo que ha provocado que Sacyr, su participada, haya sufrido las consecuencias dejándose un 0,92%. En el lado contrario, Indra (+4,6%) ha acabado liderando el selectivo, junto con los valores del sector bancario, que han logrado (a excepción de CaixaBank) escapar de la quema.
En el Viejo Continente, la sesión ha transcurrido al mismo compás que al del parqué español. Pese a que la primera parte de la jornada ha estado marcada por el retroceso de casi el 7% que había experimentado el crudo tras su apertura, la recuperación del oro negro a lo largo de la sesión ha servido para tranquilizar a los inversores, lo que ha hecho que los grandes índices europeos cierren en positivo. Así, el Cac francés se ha anotado un 0,4%, el Dax alemán ha avanzado un 0,8% y el Mib italiano ha registrado una subida del 0,6%. Por su parte, el Footsie británico ha sido el que ha cerrado la jornada con el menor ascenso (+0,04%) debido a su mayor exposición a petroleras y mineras.
Al otro lado del Atlántico, los índices estadounidenses también han logrado lidiar con la caída del oro negro. Pese a comenzar la semana en terreno negativo, al cierre de los mercados europeos, el Dow Jones se anotaba un 0,43%, el S&P avanzaba un 0,41% y el Nasdaq subía un 0,17%. Este signo optimista en Wall Street ha sido el que ha acabado por catapultar a los mercados europeos, que han iniciado el rebote al son del parqué estadounidense.
Todo ello, pese al comportamiento negativo en el precio del petróleo, que ha cerrado con una caída del 1,07%, hasta los 42,64 dólares. Y es que en las jornadas previas el Brent ya había estado anticipando una posible falta de acuerdo en la cumbre de la OPEP, pues en apenas tres días se dejó en torno al 3,5%.
Sin embargo, las continuas idas y venidas en el comportamiento del crudo no han conseguido amedrentar al mercado de deuda. El interés del bono español a 10 años se ha mantenido estable en el 1,49%. Por su parte, la prima de riesgo se ha enfriado hasta los 132 puntos básicos, desde los 136 del pasado viernes. Y es que la presión política que sigue posada sobre el país en relación a la falta de formación de gobierno parece no estar alarmando a los inversores, que siguen mostrando su confianza por la deuda española.
En el mercado de divisas, el euro ha vuelto a subirse a los 1,13 dólares después de haber estado depreciándose durante la semana pasada. La moneda única espera esta semana una nueva cita importante. El próximo jueves, el Banco Central Europeo volverá a reunirse. Pese a que no se esperan nuevas medidas, las palabras del representante de la institución, Mario Draghi, podría volver a mover la cotización del euro.