El banquero caído en desgracia
Fue el banquero de moda durante finales de los 80 y principios de los 90. Era la imagen del triunfo. Tenía tanto éxito que convirtió la carrera de Económicas y de Derecho (es abogado del Estado) en las más solicitadas. Una gran parte de los jóvenes españoles quería ser como Mario Conde. Era la imagen del éxito en todas sus facetas. Su pelo, siempre engominado, disparó las ventas de la gomina. También se puso de moda, lo mismo que los tablaos flamencos, algo que le apasionaba. Tenía una larga corte de admiradores (era un gran embaucador, a la vez que muy visceral) y de críticos. No dejaba impasible a nadie.
Pero igual que su ascenso fue casi meteórico, también lo fue su caída. Un 28 de diciembre de 1993, el día de los Santos Inocentes el Banco de España decidió intervenir Banesto, su gran fortín, y uno de los principales bancos españoles, incluido en los denominados siete grandes de la banca española. Aunque los rumores de una posible intervención llevaban tiempo circulando por los mentideros financieros la noticia fue igual de impactante. Y es que Conde parecía intocable.
La decisión de intervenir Banesto fue adoptada por el entonces gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, y del subgobernador Miguel Martín. Para comunicarla Rojo compareció ante las cámaras de TV. La intervención se produjo poco antes de que Conde lograse poner en marcha una macroampliación de capital para cubrir los agujeros del banco.
- Cuestión política
La destitución de Mario Conde y de todo el consejo de Banesto y de la intervención del banco fue interpretada por el banquero y por sus defensores como una revancha del Gobierno del PSOE, con ayuda del PP, ante la comentada posibilidad de que el presidente de la entidad entrase en política. Tras esta intervención Conde decidió guardar silencia hasta mediados de enero de 1994, cuando dio una multitudinaria rueda de prensa, a la que acudieron la mayoría de los periodistas que entonces cubrían la información económica. Conde, como era lógico, desacreditó la intervención, pero no logró convencer.
- Condena
Mario Conde fue condenado en 2002 a 20 años de cárcel por el denominado caso Banesto. El fraude contable detectado se situó en unos 3.000 millones de euros (501.200 millones de pesetas, entonces) y un agujero de 3.636 millones (605.000 millones de pesetas). El Tribunal Supremo dio carpetazo al caso el 29 de julio de 2002. Conde cumplió su condena en Álcala-Meco. Mario Conde nació en Tuy en 1948. Hijo de un inspector de aduanas, estudió en el colegio de los Maristas de Alicante, donde estaba destinado su padre. Estudió Derecho en la Universidad de Deusto. Con 24 años aprobó las oposiciones de Abogado del Estado con la mejor nota de la historia de este cuerpo.
- Origen de la fortuna
En 1977, con 28 años, se incorpora como director general adjunto al laboratorio farmacéutico Abelló, dirigido Juan Abelló Gallo, quien llegó a ser su socio y su gran amigo, para más tarde convertirse en su gran enemigo. La gran operación de ambos y que logró encumbrar a Conde fue la compra del 23% de Antibióticos en 1984, y su posterior venta en 1987 a la multinacional italiana Montedison por 58.000 millones de pesetas. Fue la operación económica más importante realizada en España hasta entonces. En 1987 Conde y Abelló entran en Banesto, y ese mismo año es nombrado presidente. Fue a partir de entonces cuando las diferencias entre ambos acaba con su amistad, mientras crece la popularidad de Conde, tanto que llegó a ser nombrado Doctor Honoris Causa en un acto presidido por el Rey. Su afán por ser político le volvió a llevar entre 2011 y 2013 a presidir el comité ejecutivo del partido político Sociedad Civil y Democracia. Conde siempre había mantenido su inocencia.