La UE gasta 25 millones para pymes de América Latina
Esta cantidad de dinero pertenece al programa Al-Invest, una iniciativa del bloque europeo que se implementa desde hace dos décadas.
Durante los próximos cuatro años las pymes de 18 países de América Latina podrán recibir hasta 25 millones de euros provenientes de la Unión Europea para crear capacidades y aumentar su productividad.
Esta cantidad de dinero pertenece al programa Al-Invest, una iniciativa del bloque europeo que se implementa desde hace dos décadas. En concreto, según explicó el embajador de la Unión Europea en Uruguay, Juan Fernández, se busca luchar contra la pobreza a través de una apuesta hacia las micro, pequeñas y medianas empresas para que estas organizaciones creen "un crecimiento integrador" que permita la "cohesión social".
Las subvenciones previstas en el marco de AL-Invest 5.0 no se destinan directamente a las mipymes, sino a personas jurídicas públicas o privadas que ejecuten proyectos que beneficien en última instancia a los pequeños emprendimientos locales.
Las entidades que presenten proyectos deben provenir de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú o la Unión Europea.
Del total del dinero del que dispone el programa, 19 millones de euros serán concedidos a través de la modalidad de fondos concursables a los que podrán aspirar las instituciones cuyos proyectos se adecúen a alguno de los "resultados" que se busca generar en más de 26.000 pymes.
En la primera convocatoria del programa, abierta hasta el 16 de mayo, se destinarán 10 millones de euros, con un máximo de 400.000 por proyecto y de 1,2 millones por país beneficiario, para subvencionar entre un 50 y un 80 % de su costo, que deberán ejecutarse en un plazo de entre 12 y 24 meses.
Diversidad de proyectos
Los proyectos pueden abarcar la creación de redes de empresas, la generación de capacidades de los beneficiarios para incorporar innovación y responsabilidad empresarial o facilitar el empoderamiento de las mujeres emprendedoras, así como el fortalecimiento de las organizaciones que ejecutan los proyectos.
Asimismo, se busca identificar las necesidades de capacitación y responder a las mismas, además de fortalecer la base empresarial del continente a través del apoyo a los jóvenes empresarios o a pequeñas firmas con alto potencial de crecimiento.