La inversión pública aumenta por primera vez en cinco años
Las comunidades elevaron el gasto en infraestructuras más que el Estado y los ayuntamientos La inversión aumentó el año en el que se celebraron elecciones municipales, autonómias y generales
La inversión pública creció en 2015, año electoral, hasta alcanzar los 26.545 millones, cifra que equivale a un 2,5% del PIB. Supone el primer incremento desde el ejercicio 2009, cuando España cortó drásticamente el gasto en infraestructuras para reducir su abultado déficit.
La respuesta a la crisis económica de los dos gobiernos que han lidiado con ella puede explicarse mirando la evolución de la inversión pública. En los primeros compases de la recesión, se impusieron las ideas keynesianas y el gasto en infraestructuras aumentó hasta alcanzar los 55.142 millones en 2009, un 5,1% del PIB. Nunca antes se había registrado una cota tan elevada. Sin embargo, la crisis tenía raíces mucho más profundas y el incremento inédito del déficit público impuso las tesis de la austeridad. La inversión fue de las partidas que sufrió mayores recortes y cayó hasta el 2,1% del PIB en 2014, el porcentaje más bajo desde 1980. La acumulación de capital de los años de bonanza mitigó el retroceso.
Los datos de cierre de las cuentas públicas publicados recientemente reflejan un cambio de tendencia y la inversión pública aumentó en 2015 por primera vez desde 2009. Alcanzó los 26.545 millones, un 21,3% más que el ejercicio anterior. Un crecimiento notable y el más elevado en los últimos quince años. Sin embargo, hay que matizar esa cifra porque parte del incremento se debe a Eurostat, que exigió imputar a 2015 inversiones en contratos de Asociaciones Público Privadas de ejercicios anteriores. Ello supuso elevar en 2.033 millones el capítulo de formación bruta de capital fijo. Aun así, excluyendo este efecto, la inversión pública aumentó un 10,5%.
Parte del incremento de la inversión se debe a una decisión metodológica de Eurostat
El nuevo impulso se produjo en un año en el que se celebraron elecciones municipales, autonómicas y generales. Aun así, la inversión pública se sitúa hoy en niveles históricamente bajos e inferiores a la medida europea del 2,7% del PIB de 2014, último año disponible.
Por tipo de actor, las comunidades autónomas fueron la administración que más invirtió. Gastó 12.473 millones en infraestructuras, un 34,3% más que el ejercicio anterior. Si se descuenta el efecto metodológico de Eurostat, el crecimiento se queda en el 15%, por encima del registrado por la Administración central o los ayuntamientos. Cataluña y Baleares presentaron los mayores aumentos, aunque ello se debe a la imputación de inversiones de años anteriores, que en el caso de la Generalitat sumaron 1.542 millones. Cantabria fue la región que registró una mayor inversión pública, un 1,8%_del PIB regional. Le siguió Extremadura (1,5%) y La Rioja (1,4%). En el lado opuesto se situó Madrid, donde el nivel inversor se quedó en el 0,5% del PIB. La administración central destinó a inversión pública 7.843 millones, un 14,7% más y, los ayuntamientos, 6.088 millones, un 8,8% más que el ejercicio anterior.
El capítulo de formación bruta de capital es una partida con un peso menor actualmente en el presupuesto. Representa el 5,7% del gasto público total. La partida más importante son las transferencias sociales como pensiones y desempleo, entre otros, que suman el 36% del presupuesto público del conjunto de la Administración. Otro 25,3% se destina a pagar las nóminas de los empleados públicos.
Más allá de la Administración, el conjunto de la economía española aumentó en 2015 su nivel inversor. Administración, empresas y hogares invirtieron 220.219 millones, un 7,9% más en términos nominales que el ejercicio anterior. Supuso el segundo incremento consecutivo y el avance más relevante desde 2006. El avance se sustentó especialmente en las empresas, que destinaron a inversión 159.151 millones, un 8,3% más. Los hogares, en cambio, no han puesto fin a la corrección y su nivel inversor retrocedió un 7%_el año pasado.