Obama, a punto de reventar la opa entre Pfizer y Allergan
Las medidas anuniadas por el Tesoro ponen en riesgo la mayor fusión esperada entre dos laboratorios farmacéuticos por las medidas del Tesoro frente a las “inversiones fiscales”
El Departamento del Tesoro EE UU pone sobre la mesa los mecanismos para acabar con la mayor fusión de la historia de la industria farmacéutica. Los frenos que la Administración de Barack Obama solicitarán a las futuras concentraciones con empresas extranjeras, ponen en riesgo la integración de la estadounidense Pfizer, fabricante de Viagra, y la irlandesa Allergan, fabricante de Botox, en una transacción valorada en 160.000 millones de euros (140.000 millones de euros).
Por ello, Obama alabó ayer el nuevo plan anunciado por el Tesoro esta semana para dificultar la llamada práctica de las “inversiones fiscales”, por las que grandes empresas adquieren pequeñas competidoras extranjeras con el objetivo de cambiar el domicilio fiscal y así beneficiarse de menores tasas impositivas.
Un caso que afectca a esperada integración entre estos dos gigantes farmacéuticos, ya que se interpretó que la opa se debía fundamentalmente a motivos fiscales, ya que Pfizer se beneficiaría de una tributación más favorable en Irlanda. De hecho, candidatos a la presidencia de EE UU como la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump criticaron la transacción. Allergan sufrió durante la jornada de ayer el anuncio, con fuertes caídas en Bolsa, entre el 15% y el 20% en el valor de sus títulos en Wall Street.
Dos horas después de la apertura de la jornada bursátil en Wall Street, los títulos de Allergan caían casi un 16%, donde han perdido ya un 25% de su valor desde que comenzó el año. Las acciones de Pfizer, por su parte, subían ligeramente tras la noticia.
En los últimos meses, el secretario del Tesoro, Jack Lew, ha criticado en repetidas ocasiones las maniobras corporativas de algunas empresas para cambiar de residencia “solo por motivos fiscales”, por lo que el lunes se anunció una batería medidas que incluirían un límite de tres años de compras de empresas extranjeras que eviten este tipo de cambios fiscales. En este caso, podría afectar a las compras anteriores realizadas por Allergan de Actavis y de Forest, que permitió trasladar su sede a Dublín, recoge Bloomberg.
“La verdadera cuestión es si Pfizer comprueba ahora que la nueva regulación como una razón suficiente para aprobar o rechazar el acuerdo”, señala un analista recogido por Bloomberg.
Por su parte, las dos compañías lanzaron un comunicado conjunto analizando las decisiones del departamento del Tesoro: “Estamos revisando las nuevas medidas anunciadas por el Tesoro. Hasta que no se concluya, no vamos a especular sobre ningún impacto potencial (a nuestra fusión)”.
Al anunciar su acuerdo de fusión en noviembre pasado, Pfizer destacó que una vez quedara completada la operación, su tasa fiscal pasaría a situarse entre el 17% y el 18%, por debajo del 25% que se calcula tiene en la actualidad. Pfizer avanzó, además, que el acuerdo ahorraría a la farmacéutica alrededor de 1.750 millones en costes.
La Casa Blanca presiona desde hace meses al Congreso para que apruebe una reforma tributaria y actúe para poner fin a las llamadas inversiones fiscales, por las que grandes empresas adquieren otras extranjeras para trasladar su sede y pagar menos impuestos.
Precisamente Obama urgió ayer al Congreso, controlado por los republicanos, para que tomaran acciones que eviten que las compañías se aprovechan de las lagunas fiscales que les permiten sortear los impuestos. “Una gran cantidad de estas lagunas se logra a expensas de las familias de clase media,” se quejó Obama en una convocatoria en la Casa Blanca.