Santander da el primer paso con un ajuste de 1.500 empleados
La semana pasada un conocido banquero declaraba entre plato y plato en un conocido restaurante de Madrid a los comensales que estaban alrededor de la mesa que según los datos que manejaba se avecinaba otra recesión económica que iba a ser incluso más dura que la que acabamos de atravesar. Sus afirmaciones no estaban sentando nada bien a sus colegas de mantel, que no hacían más que preguntar ¿qué está pasando para que se pueda volver a caer en una nueva recesión en tan poco tiempo?.
Alguno de los comensales llegó a decir que si el panorama económico volvía a ensombrecerse no tendría mas remedio que iniciar ajustes, algo que le espantaba y a lo que había intentando resistirse durante la crisis, y con sacrificio había logrado, pero no podría resistir otro envite económico, tendría que cerrar alguna filial. El banquero dio otra vuelta de tuerca a su discurso. “No queda más remedio que subir impuestos”. Todos los que le escuchaban mudaron aún más sus rostros y decidieron dar por concluida la comida (de amigos) y cada uno se fue por su lado. Pero todos coincidieron en despedirse del conocido financiero con la misma cantinela: “esperemos que en esta ocasión tus pronósticos no se cumplan”.
Todos esperamos que sus previsiones no sean correctas o, que si lo son, puedan aún ponérselas remedio para que al final no se cumplan.
Lo que parece que sí se va a cumplir es una nueva vuelta de tuerca a los ajustes bancarios. Desde que se inició la crisis en 2008, el cierre de oficinas y la salida de empleados en el sector ha sido una constante. Incluso en todo momento se hablaba de una segunda vuelta no solo en el ajuste, sino también en las fusiones. Y ahí estamos.
Unos 1.000 trabajadores saldrán de la red en España, y otros 500 del área corporativa. En Novo Banco también habrá un ERE de 160 personas
Santander anunció el jueves el cierre de entre 425 a 450 oficinas en España, alrededor de un mínimo del 13% de la red. Esta medida llevará consigo un recorte de plantilla, que será comunicado por el banco a los sindicatos el miércoles. Pero todo hace indicar que las cifras de salida de personal del banco no serán ni traumáticas ni elevadas.
El plan pasa por reducir en unos 1.000 empleos la plantilla de la red de oficinas y servicios centrales de España, que se sumarían a otras 500 salidas en la corporación, cuyo eje central está en la Ciudad Financiera situada en Boadilla del Monte y que atiende a todo el grupo. En total, unas 1.500 personas, cuya salida sería pactada.
Se pondrá en marcha un plan de prejubilaciones similar al aprobado tras la fusión de Banesto y Santander. El objetivo es que de las 1.000 salidas de la red en España (de ellas unas 250 personas serán de los servicios centrales solo de España), entre 750 y 800 como mínimo se lleven a cabo por prejubilaciones, que afectarían a los mayores de 55 años de edad, que recibirían alrededor del 70% de su sueldo.
Según cálculos sindicales, entre otras 200 y 250 personas como máximo abandonarían el banco con bajas voluntarias incentivadas, medida propuesta para los menores de 55 años. Y se espera una proporción similar de prejubilaciones en la parte de la corporación.
- En España hay unos 2.000 empleados con más de 55 años de edad.
Santander ha decidido dar otra vuelta de tuerca a los ajustes en el banco no solo por el proceso de digitalización en el que están inmersos todos los bancos, o porque quiere oficinas más grandes y cerrar las pequeñas, sino también porque el negocio financiero está de capa caída, como insisten varias fuentes.
“Nuestro negocio vale cero. Con tipos de interés al 0%, qué margen vas a obtener aunque te esfuerces en vender. La plantilla cumple los objetivos, lo hacen bien, pero este negocio no da ya beneficios”, explica un directivo, que quiere mantenerse en el anonimato.
Fuentes sindicales aseguran que ellos mismos estaban reclamando desde hace tiempo a Santander el cierre de oficinas si no se aumentaba la plantilla. Aseguran que no había suficientes empleados para cubrir tantas sucursales. La media de empleado por oficina en Santander es de 3,5, y los sindicatos reclamaban más. “Con el ajuste que se va a producir ahora esta media de empleados por oficina subirá y se acercará a las cifras de la banca en Europa, con oficinas más grandes y más plantilla por sucursal”, comenta una fuente sindical.
De momento, Santander espera tener en tres años unas 1.000 oficinas bajo el nuevo modelo de sucursal del futuro, como las denominan internamente, con una media de ocho empleados en cada una.
Pero el ajuste es para todos. La filial española del luso Novo Banco también anunciará en los próximos días un expediente de regulación de empleo (ERE) de unos 160 empleados, frente a una plantilla de 430 que tiene en la actualidad. Este ERE se suma al aplicado en Portugal y que afecta a 1.000 empleados. Caja España Duero (Ceiss) también anunciará el martes otro ERE. YKutxabank ha puesto en marcha un ERTE en su filial Cajasur.