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'Startups' de alimentación

Emprender e innovar, los retos del sector alimentario español

Los participantes en la mesa redonda 'La innovación en el sector de la alimentación en España. Últimas tendencias'.
Los participantes en la mesa redonda 'La innovación en el sector de la alimentación en España. Últimas tendencias'.

En España, alrededor de 29.000 empresas se engloban en el sector de la alimentación. Una cifra muy elevada en comparación con la existente en Italia (10.000) o Francia y Alemania (unas 6.000 compañías en cada uno). Pese a la relevancia de este sector para la economía del país, la inversión en innovación que potencie las empresas no alcanza cifras suficientes, según los expertos que participaron este jueves en el debate La innovación en el sector de la alimentación en España. Últimas tendencias, integrado en el evento de entrega del premio Ketchum European Food Lab 2016 a la startup más novedosa.

“Cuando planteamos hacer una innovación, el financiero lo sitúa en la partida de gastos, pero no es un gasto, es una inversión y va a tardar un tiempo en rentabilizarse”, subrayó Ian Noel, cofundador de K Fund. Este punto de partida, junto con el hecho de que el 96% de las empresas del sector en España sean pymes son, para Noel, las razones de la falta de nuevas ideas. Una de las claves que plantea es la “unión” y “colaboración” entre las pequeñas firmas para poder crear nuevos productos.

CIFRAS

29.000 empresas se dedican al sector de la alimentación en España.

118 productos nuevos salieron al mercado en 2015. El 80% de ellos suele, sin embargo, desaparecer.

5.970 millones se invirtieron en 2015 en todo el mundo en food tech.

El apoyo de las grandes compañías a las pymes también es otra de las alternativas que plantean los expertos. En la actualidad, este apoyo se hace mediante la creación de vehículos de inversión que toman participaciones de equity en las startups o a través de la puesta en marcha de aceleradoras. En este sentido, Noel considera que la mejor forma de incorporar innovación al sector es la adquisición de las pequeñas empresas por parte de los grandes grupos, aunque, Juan Gómez Cuétara Aguilar, consejero delegado de Risi, considera que estas fusiones son complicadas de realizar para que “el grande no mate al pequeño”.

A nivel internacional, EE UU es líder en la inversión en food tech (startups del sector alimentario). Según el informe realizado por Rosenheim Advisors, en 2015, la inversión mundial en este sector alcanzó los 6.800 millones de dólares (5.970 millones de euros), de los cuales, 2.300 millones fueron en territorio estadounidense y el resto se movió principalmente por China, Alemania, India y Reino.

En el caso de España, las mayores inversiones fueron a parar a los negocios B2C (business-to-consumer), especialmente al ecommerce de alimentación, aunque tuvieron un papel relevante en el emprendimiento las empresas de cupones descuento o reservas en restaurantes. Por último, en los últimos meses el foco se está situando en el sector del food delivery (entrega de alimentos a domicilio), según explicó Noel.

En el ámbito de los negocios B2C se puede englobar el de Take a Chef, empresa ganadora del premio Ketchum European Food Lab 2016, que permite contratar un cocinero profesional para un evento privado. La plataforma es la primera de habla española que ofrece estos servicios (frente a La Belle Assiette en Francia o Kitchit en EE UU) y registra mensualmente un crecimiento superior al 20%. Este mes de marzo, ha registrado un volumen de negocio de más de 30.000 euros, en comparación con los 2.000 euros de inicios de 2015.

Eurovacas y Midíadía, los otros dos proyectos finalistas del concurso, se engloban en los modelos de negocio B2B (business-to-business), donde aún hay que “dar un empujón” al emprendimiento, según el fundador de K Fund.

Para el futuro, además, el consejero delegado de Risi sitúa la innovación en la “personalización de los productos”. “Los consumidores queremos que los artículos estén hechos especialmente para nosotros”, explicó, lo que va a suponer un reto para los fabricantes, que tendrán que segmentar la producción. La ayuda de las nuevas tecnologías será clave para lograr este cambio, afirmó.

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