Cómo sobrevivir a la disrupción digital
Los conductores de los típicos taxis negros de Londres están acostumbrados a la disrupción: atrapados en atascos, haciendo cola por obras en la calzada o enfrentándose a un tiempo impredecible. Pero nada, absolutamente nada, es comparable a la disrupción con la que se enfrentan ahora. Una disrupción que viene de la mano de Uber, la aplicación que permite al usuario solicitar, viajar y pagar por un viaje en taxi desde su teléfono.
Esta disrupción va mucho más allá de las paradas de taxi en Londres. Los coches sin conductor suponen un reto para los principales fabricantes de automóviles. Airbnb desafía al sector hotelero tradicional. Los medios de distribución digital como Amazon Prime y Netflix han revolucionado la distribución de programas televisivos. Está claro que las tendencias de negocios digitales son disruptivas y la presión se va a seguir intensificando.
Este tema de la disrupción digital se recogió en un nuevo informe de Harvard Business Review Analytic Services, patrocinado por CA Technologies. El informe Surviving Disruption, Leading Change: Winning in the Application Economy analiza el impacto de la disrupción digital y lo que las organizaciones pueden hacer para ganar en una economía que cada vez más está dominada por las aplicaciones y otros servicios de carácter digital.
El estudio recoge las opiniones de 250 directivos de grandes organizaciones del sector de servicios financieros, fabricación, salud y telecomunicaciones, entre otros. Los resultados revelan que el 44% de los encuestados espera que en los próximos tres años su sector sufra importantes cambios debidos a las tendencias de los negocios digitales. Aproximadamente el 22% dice que ese cambio disruptivo ya ha ocurrido en su sector.
Muchos reconocen que la respuesta está en la tecnología. A menudo escuchamos a los directores generales pronunciarse en la reunión anual con un: “No somos un banco, somos una compañía de tecnología”, o “ya no somos una aerolínea, somos una empresa de tecnología”. El informe revela que el 53% de las organizaciones están invirtiendo en tecnología moderna para desarrollar productos y servicios digitales más rápidamente. De hecho, es la primera acción que se toma para competir más eficazmente en la economía digital: el despliegue de nuevos servicios innovadores que mantenga a los clientes satisfechos y los fidelice. El principal obstáculo para la transformación digital es que están atascados en la burocracia organizativa. Los datos se encuentran almacenados en silos, la toma de decisiones está dispersa en distintas partes de la organización y la visibilidad también es parcial. Además, el 31% de las organizaciones tiene una cultura que es contraria al cambio.
De acuerdo con el informe de Harvard Business Review Analytic Services, las empresas más avanzadas digitalmente están haciendo de la velocidad una ventaja competitiva. Aproximadamente el 68% dice que son expertos en desarrollar nuevas funcionalidades tecnológicas de forma muy rápida, en contraste con solo el 25% de las organizaciones más rezagadas. Por ejemplo, el 48% de las empresas más avanzadas desarrollan aplicaciones móviles en menos de cuatro meses. Asimismo, son organizaciones más propensas a utilizar una metodología ágil para el desarrollo de software. El 42% dice utilizar prácticas de desarrollo ágil, frente al 8% de las empresas que van rezagadas. Aprovechar las oportunidades de negocio digital requiere cambiar en muchos aspectos. Si bien la principal prioridad de los encuestados es crear una buena experiencia digital para el cliente (42%), a esto le siguen las inversiones para transformar las operaciones y procesos principales del negocio (34%) y los procesos de trabajo relacionados con los empleados (31%).
La seguridad también es muy importante. Según el estudio, a medida que sus negocios se hacen más digitales, el 45% de los encuestados muestra preocupación por los riesgos de seguridad. La mayoría de los expertos en seguridad coinciden en que cuanto más digital es un negocio, más generalizadas son las amenazas. Para la mayoría, ya no es posible mantener alejados a los intrusos, de modo que la seguridad debe estar integrada en distintos niveles de la empresa y debe ser capaz de detectar las intrusiones y responder rápidamente para limitar el daño.
La competencia entre compañías radica cada vez más en la calidad de su software y en la velocidad con la que pueden lanzar nuevos productos y servicios. Sin embargo, muchas carecen de las personas y las tecnologías para competir con éxito en la economía de las aplicaciones, y la inercia organizacional es un gran impedimento. Los ejecutivos deben estar dispuestos a sacrificar algo de estabilidad con el fin de impulsar el cambio. Forjarán relaciones más flexibles con sus socios de negocio para explotar nuevos modelos de negocio y lograrán una mayor agilidad y velocidad. Invertirán en tecnologías modernas para desarrollar productos y servicios digitales más rápidamente. Tienen que sentirse cómodos para pasar de grandes iniciativas de planificación y largos ciclos de ejecución a un enfoque más rápido basado en probar y aprender.
El verdadero peligro es dejarse llevar por la inercia. Las organizaciones ancladas en el pasado corren un gran riesgo. Las que comprendan esto y sean capaces de liderar el cambio, ayudarán a escribir las reglas para la nueva economía de las aplicaciones.
Marco Comastri es Presidente y director general de CA Technologies para Europa, Oriente Medio y África