Volkswagen busca su refundación tras el escándalo del dieselgate
El escándalo del falseo de emisiones en los vehículos diésel va a dar la vuelta como compañía a Volkswagen. Y su primer salón europeo desde que se descubriera el engaño ha comenzado de manera diferente. Menos espectáculo, menos prensa invitada (400 periodistas frente a los más de 2.000 de otros años) y más cercanía, al estilo de las presentaciones americanas. Todo para plantear de una forma más austera la nueva movilidad en la que creen, con el coche autónomo como objetivo final.
Volkswagen asegura que quiere cambiar, que “2016 va a ser el año en el que intentemos poner solución a todos los problemas con los motores diésel de nuestros clientes y en el que sentemos las bases para una nueva y mejor empresa”. Así comenzó su discurso anoche Mathias Müeller, presidente del grupo Volkswagen, teniendo presente siempre que la sombra de la investigación planea sobre él. “Hemos decepcionado a nuestros clientes, hemos roto su confianza y 2016 tiene que ser el año en el que empecemos a construirla de nuevo”, aseguró.
Müller repasó el estado de las reparaciones de los coches en Europa, que han comenzado con el VW Amarok y el Passat, y de las investigaciones en EEUU, de las que afirmó estar “cooperando y negociando con las autoridades”. “Entiendo que la gente está impaciente. Creanme, yo también lo estoy pero los inspectores externos necesitan su tiempo para hacer su trabajo, les tendremos al día de los detalles”, afirmó. No dieron más datos sobre este proceso.
Y pese al “difícil presente” en el que se encuentran, Müller aseguró que “esto solo va a acelerar los cambios necesarios” en Volkswagen, hacia una movilidad futura “más eficiente, más confortable, más segura y más inteligente”. “El coche del futuro es eléctrico y en pocos años, además, es autónomo”, aseguró.
Y para hacer frente a estos cambios, Volkswagen ha fichado a un exejecutivo de Apple, Johan Jungwirth, y abrirá tres nuevos centros de diseño en Europa, Asia y Estados Unidos para convertirse en “un proveedor líder de movilidad” para el año 2025.
Postdam (Alemania) albergará el nuevo Centro de Innovación para el Futuro europeo. China y California serán las otras dos sedes, cuya localización se precisará “próximamente”. La empresa también trabaja en la deslocalización fuera de Alemania de sus sedes de decisión para “reorganizar el diseño de nuestro grupo para la nueva era digital”, añadió Müller. “Estamos reposicionando el grupo para la nueva era, para ser como compañías como Google, Apple, Tesla o Baidu, que actúan rápido y de manera pragmática y visionaria”.
“La electromovilidad y la digitalización están alterando la manera en la que concebimos nuestra industria de formas que aún no somos capaces de predecir del todo”, reconoció Müller. Pero mientras tanto, “todas las tecnologías disponibles convivirán”, desde un motor diésel de 16 cilindros altamente eficiente hasta sus prototipos eléctricos de más de 500 kilómetros de autonomía. El consejero confirmó que la empresa pasará de tener nueve vehículos eléctricos e híbridos enchufables en la actualidad a 20 modelos puramente eléctricos en 2020, si bien ya hay vehículos de Audi, por ejemplo, como el H-Tron, que investigan el hidrógeno como combustible.
Pero Volkswagen apuesta fuertemente por el coche autónomo y por convertirse en un “proveedor de servicios de movilidad además de fabricante”, como aclaró Jungwirth. “Se necesita solo el 13% de los coches que circulan actualmente para dar servicio a una ciudad en hora punta de manera autónoma”, aseguró el nuevo directivo. “Estamos convencidos de que ese tipo de conducción, más segura y eficaz, será el futuro”, afirmó.
“A pesar de todos los retos y presiones de las últimas semanas, somos y soy optimista: los mejores días del automóvil están por llegar. Los mejores días de Volkswagen están por llegar”, finalizó Müller. Volkswagen, como la industria del automóvil, se enfrenta a la era del cambio.