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Alto al fuego en la guerra de precios

El petróleo recupera un 23% desde mínimos del año

Tras tocar su nivel más bajo en 27,88, el crudo cotiza por encima de los 34 dólares

El petróleo Brent en 2016

El petróleo sigue inmerso en una total volatilidad, que, sin embargo, ahora impulsa su cotización y le lleva a acumular sesiones con importantes subidas. Tras registrar una caída de más del 25% en el año y perder incluso los 30 dólares por barril (la modalidad Brent llegó a cotizar a 27,88 dólares), el crudo se lame ahora las heridas y su precio se sitúa por encima de los 34 dólares, reduciendo la brecha respecto a principios de enero a tan solo un 8%.

Poco ha cambiado, sin embargo, en términos reales el mercado del petróleo. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía, la oferta de oro negro podría ser aún mayor de lo estimado. Con un exceso aproximado de un millón de barriles al día en relación a la demanda, los stocks de los países productores se encuentran en niveles de máximos históricos. Ayer, concretamente, la cifra de los inventarios de EE UU registró máximos en 86 años y provocó una caída del 0,8% en el precio del Brent.

Pero no solo de aspectos reales de mercado vive la cotización. Las expectativas, y más en relación a un valor volátil, pueden ejercer una influencia aún mayor. Así, la reunión en Doha entre Arabia Saudí y Rusia, que se cerró con un acuerdo para congelar los niveles de producción a cifras de enero, abrió una puerta a la esperanza para los inversores de crudo. Venezuela, Catar e Irak, también se sumaron al que es el primer pacto en 15 años que aboga por la cooperación de países miembros y ajenos al cártel de petróleo.

Y es que Arabia Saudí era el abanderado de la estrategia de la OPEP de llevar al máximo los niveles de producción, el motivo último del desplome del precio. A mediados de 2014, cuando el petróleo cotizaban en máximos de 115 dólares, el cártel inició una batalla por recuperar su cuota de mercado a través de incrementar a niveles desorbitados las exportaciones de crudo con el objetivo de expulsar a los productores menos eficientes, en concreto el fracking de EE UU. Pero la situación se ha vuelto insostenible. Los propios miembros de la OPEP se encuentran en una posición terriblemente comprometida y sus economías dañadas, lo que ha llevado a los inversores a creer que este alto al fuego puede ser real, pese a que los expertos afirman que, a día de hoy, tiene un efecto muy limitado sobre el mercado.

“El anuncio de la congelación de los niveles de producción se produce en países que, en el último mes, no la habían aumentado, por lo que no tiene consecuencias directas sobre el mercado”, señaló a Bloomberg Eugen Weinberg, responsable de materias primas de Commerzbank AG. 

Conscientes de ello, los ministros del Petróleo de Venezuela, Catar e Irak mantuvieron el martes una reunión en Teherán con su homólogo iraní con el objetivo de ejercer presión diplomática para que se sumara al pacto. La adhesión de Irán resulta imprescindible, sostienen los expertos, toda vez que la congelación de sus niveles de producción implicaría frenar el que se espera que sea el mayor incremento a las exportaciones de petróleo este año.

Sorprendentemente, el ministro del Petróleo de Irán, Bijan Zangeneh, informó a la prensa local de que la colaboración entre países pertenecientes y ajenos al cártel era bien recibida, algo que contribuyó a propulsar la cotización del oro negro por encima del 7% en la sesión. Zangeneh comunicó que su adhesión dependerá de los efectos que tenga el acuerdo sobre el mercado, lo que supuso dejar la puerta abierta a la colaboración y, en definitiva, una valoración muy diferente a la que había hecho apenas un día antes el emisario iraní en la OPEP, que calificó el acuerdo de “ilógico”.

Según varios de los analistas consultados, el cambio de discurso de Irán podría estar relacionado con una serie de privilegios especiales filtrados por Bloomberg y que, entre otras cosas, le permitirían recuperar parte de la cuota de mercado que perdió tras el levantamiento de las sanciones comerciales al país con motivo de su programa nuclear.

A raíz de estas subidas en el precio del petróleo, son muchas las firmas de inversión que ratifican sus pronósticos de que, hacia la segunda mitad de año, el precio pueda volver a la zona de los 60 dólares por barril, aunque muchos analistas se muestran escépticos. “Eso significaría una subida del 100% menos de un año después de caer más de un 70%, es decir, un rango del 200% en 12 meses. Deberíamos esperar subidas, pero no milagros. Aún así, un barril en 40 dólares será más barato que los 120 previos”, señala Tomás García-Purriños, estratega de MoraBanc Asset Management.

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