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El Foco
Tribuna
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No reconocer a China como economía de mercado

La siderurgia ha sido castigada duramente en este periodo de crisis, al ser un sector vinculado a la construcción, produciéndose una caída de la demanda de los 19 millones de toneladas producidas en 2009 a los 14 millones del 2015, provocando un ajuste de nuestras empresas que derivó en una importante pérdida de empleo y graves sacrificios para los trabajadores de nuestro país (reducciones salariales, despidos, aumento de la flexibilidad…). Aun así, el sector siderúrgico continúa siendo un sector clave en la economía española: factura 14.000 millones de euros y da empleo a 60.000 trabajadores. Un sector netamente exportador, vende al extranjero el 69% de producción, principalmente a países de la zona euro, lo que supone el 3,1% del total de exportaciones de bienes españoles. Para MCA-UGT, garantizar la producción de acero plano español es clave para otro motor económico como es el sector del automóvil.

La industria española, en general, y la siderurgia, en particular, están seriamente amenazadas y, a nuestro juicio, el Gobierno español no ha desarrollado una verdadera política industrial que la defienda. Es más, en materias fundamentales para el sector del acero, como la regulación del mercado energético, ha perjudicado seriamente a la industria electrointensiva. La mayoría de los países europeos disponen de esquemas diferenciados para garantizar a la industria electrointensiva unos precios que permitan competir internacionalmente. En España, donde la energía es el segundo coste en importancia de la industria siderúrgica –después del acceso a las materias primas, que tiene referencia internacional–, este esquema se articulaba mediante la modulación y la interrumpibilidad.

Desde MCA-UGT hemos manifestado que la reforma eléctrica del actual Gobierno en funciones priorizó reducir el mal denominado déficit tarifario sin considerar el perjuicio que supone para la industria de nuestro país la modificación del sistema de interrumpibilidad; esto es, la posibilidad de interrumpir su carga, reorganizando la producción, permitía trasladar el consumo de las horas pico a las horas valle –lo que reducía el precio en las horas pico y suponía un ahorro para el resto de consumidores–. La reducción de su retribución, unida a las trabas de acceso a dicha tarifa, provoca serios perjuicios para las empresas y los trabajadores y supone un aumento de incertidumbre para la industria siderúrgica. Para nuestra organización es fundamental que se modifique la actual regulación en materia energética. No pedimos que se nos privilegie frente a nuestros competidores europeos; queremos competir en igualdad de condiciones y el actual modelo nos hace perder competitividad, es indispensable modificarlo, por lo que es indispensable garantizar un precio de energía fijo a medio plazo para nuestras empresas, equiparable a los países de nuestro entorno, y así evitar la incertidumbre del precio mediante la realización de contratos bilaterales de larga duración.

Muchos países europeos garantizan a la industria electrointensiva precios para competir internacionalmente

El sector siderúrgico europeo genera más de 500.000 millones de euros anuales de facturación y millones de puestos de trabajo, es un sector comprometido con la actividad industrial en Europa, como motor fundamental de la innovación, la sostenibilidad medioambiental, el crecimiento y el empleo. Por ello, desde los organismos europeos se deben desarrollar mecanismos que favorezcan al sector industrial europeo, y la política europea en materia comercial es fundamental para el sector siderúrgico. Denunciamos el grave perjuicio que supone, no solamente para la siderurgia, sino para la industria europea en general, las importaciones de productos basadas en condiciones de dumping, no solo por cuestiones económicas o medioambientales, sino también porque en esos países no existen derechos laborales y sindicales de los trabajadores.

El máximo exponente son las importaciones chinas, que afectan a sectores industriales cruciales en Europa, como son la siderurgia, el aluminio, la cerámica, los paneles solares…

China aprovecha indebidamente los principios del comercio libre y justo para mantener su crecimiento

Los líderes de la UE deben mostrarse firmes y asumir sus responsabilidades con la sostenibilidad económica. Deben establecer de forma rápida instrumentos de defensa comercial eficaces, que permitan asegurar el futuro de la producción siderúrgica europea. Por eso, desde MCA-UGT nos congratulamos de que los ministros de Industria de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Polonia hayan remitido, a la comisaria europea de Competencia, una petición de apoyo a la industria europea, mediante la imposición de medidas antidumping hacia los países que desarrollan una competencia desleal. Lamentamos que el Ministerio de Industria español no haya participado en esta iniciativa. Es incompresible que siendo nuestro país el cuarto productor europeo de acero, el actual ministro de industria no haya participado en un posicionamiento europeo común en esta materia y se una tarde a la reivindicación, tras la petición masiva por parte de todos los agentes del sector de la siderurgia en España.

El reconocimiento, por parte de la UE, de China como economía de mercado, previsto para este año, conllevará la imposibilidad de imponer medidas de protección para evitar la competencia desleal que realiza el gigante asiático. China no es, hoy por hoy, una economía de mercado, no respeta el principio de competencia equitativa en sus relaciones comerciales, no cumple con sus obligaciones contraídas en el marco de su protocolo de adhesión a la Organización Mundial del Comercio (OMC), no respeta los convenios de la OIT. China aprovecha indebidamente los principios del comercio libre y justo para mantener empleo y crecimiento inviables en China, exporta su sobrecapacidad al mercado abierto de Europa a precios abusivamente bajos, inferiores al coste real de producción, con el fin de ampliar sus cuotas de mercado perjudicando a la competencia. Desde MCA-UGT, Federación de Industria, reiteramos nuestra oposición al reconocimiento de China como economía de mercado. Así lo volveremos a manifestar en la movilización prevista el próximo lunes, 15 de febrero, en Bruselas, a la que asistirá una amplia delegación de trabajadores del sector, afiliados a nuestra organización. MCA-UGT une sus fuerzas al resto de organizaciones sindicales europeas y exigimos el apoyo de las instituciones europeas al sector, hacemos un llamamiento al Parlamento Europeo, a los Estados miembros y a la Comisión para que se pronuncien en contra del reconocimiento de China como economía de mercado.

Carlos Romero es secretario general de MCA-UGT

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