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El 12% de los titulados, ni itinerario ni institución

Por qué un alumno no repetiría la misma carrera universitaria

El 46% cambiaría de carrera o de centro escogido Seis de cada diez titulados se considera adecuadamente cualificado para su puesto

Algo falla cuando casi la mitad de los titulados universitarios en España no repetiría el itinerario que siguió en su etapa en la educación superior. El 46% cambiaría de carrera o de centro escogido, y de ellos, el 12% se arrepiente tanto de los estudios como de la universidad, según los datos del primer Barómetro de Empleabilidad y Empleo de los Universitarios en España, elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Polítecnica de Madrid y la Fundación Bancaria La Caixa. Solo el 54% de los encuestados afirma estar satisfecho completamente con su elección.

En lo que sí están de acuerdo, en un 94%, es en que volverían a pasar por la educación superior, de lo que se infiere que la problemática no emana en su totalidad de las aulas. También lo hace de la situación que los estudiantes encuentran en el mercado laboral. Según estos, la universidad les ha aportado poco en cuestiones relacionadas con el proceso de búsqueda de empleo, tales como la capacidad para diseñar un plan activo de búsqueda, elaborar un buen currículo, o prepararse correctamente para afrontar una entrevista de trabajo. De hecho, el 37,2%de los estudiantes reconoce haber encontrado su primera oferta laboral gracias a sus relaciones personales, y el 31%, a un contacto directo con el empleador. Solo el 7,4% lo consiguió gracias a los servicios de búsqueda de empleo de las propias universidades.

A esto se le suman los problemas de metodología, “poco adecuada a los paradigmas laborales actuales”, afirmó el director de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria, Francisco Michavila, en la presentación del estudio, que cuenta con la muestra más amplia realizada hasta la fecha. “En total, respuestas de más de 13.000 universitarios de los 133.500 titulados del curso 2009-2010 en España”, comentó Segundo Píriz, presidente de la CRUE. ¿Y por qué la muestra corresponde a los titulados que terminaron su ciclo formativo durante ese curso? Porque el barómetro profundiza en lo que encontraron los egresados en el mundo laboral tras titularse, “y cinco años son suficientes para tener unos resultados y conclusiones sólidos”, apuntó Píriz.

La comunicación oral, la toma de decisiones importantes, la capacidad para gestionar la presión, los idiomas y la habilidad para trabajar en un ambiente internacional, suponen también uno de los mayores desajustes entre lo que las carreras aportan a los estudiantes y lo que el mundo laboral les exige. Sin embargo, pese a esta escasez formativa en cuanto a habilidades y destrezas intangibles, no todo son malas noticias para la universidad.

El 60% de los titulados se considera adecuadamente cualificado y el 30% se ve con un exceso de formación para los puestos que ha desempeñado”, apuntó Michavila. Tan solo uno de cada diez egresados se siente infracualificado. “Se deduce por lo tanto que quizá la estructura económica no está aprovechando al máximo el capital humano disponible”, afirmó.

Cosecha propia en idiomas

Además de contar con una mayor cualificación de la que exigen las empresas, la mayoría de los egresados señala poseer más conocimiento del que la universidad les ha proporcionado.Para la mayoría de los universitarios, el paso por la facultad ha sido determinante para aprender a trabajar en equipo y saber comunicar bien de forma escrita. No pueden decir lo mismo de los idiomas y las herramientas tecnológicas. En el uso de la tecnología, la universidad ha aportado un 70% de los conocimientos con los que cuentan los egresados. El 30% son de cosecha propia. O lo que es lo mismo, han tenido que aprenderlo por su cuenta. En el caso de los idiomas, el 59% lo ha aprendido en las aulas, y el resto fuera de los campus universitarios.

La cualificación tiene, además, una estrecha relación con el grado de satisfacción. El 51% considera que hay un alto ajuste entre sus estudios y su último empleo, y el 21% señala que existe alguna relación. Para el 28% restante, su último puesto tenía poco o nada que ver con sus estudios. De todas las ramas, las Ciencias de la Salud presentan el mayor grado de satisfacción. Las Artes y Humanidades, se encuentran a la cola. Buscarle respuesta a esta problemática es una de las causas que ha llevado a realizar el informe, y a la participación en él de la Fundación Bancaria La Caixa, “ya que se ajusta totalmente a nuestra esencia, para dar respuesta a una de las mayores preocupaciones de nuestra sociedad”, explicó el director del área de investigación y conocimiento de la citada fundación, Jordi Portabella.

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