Total sale vivo de la caída del crudo
Para los productores de petróleo, ganar implica sufrir el menor dolor posible. Total, que informó ayer de sus resultados, sufrió el año pasado menos que sus rivales europeos. La compañía no es inmune a la fuerte caída en el precio del crudo, pero parece más resistente que rivales como BP y Shell.
Los ingresos de Total, que excluyen pérdidas por ajuste de valor de 3.700 millones de dólares (3.260 millones de euros), cayeron casi un 20% el año pasado hasta los 10.500 millones de dólares. Eso no está mal teniendo en cuenta que el precio del barril de petróleo Brent se redujo casi a la mitad en el año. El consejero delegado Patrick Pouyanné logró una rentabilidad sobre el capital empleado del 9,4% en el año, frente a la media de entre el 4% y el 5% que se espera para la industria, de acuerdo con las estimaciones de los analistas de Bernstein. Debería poder cubrir sus gastos de capital y dividendos de flujo de caja operativo para el año que viene con un precio cercano a los 50 dólares el barril, según los analistas de Santander.
¿Por qué Total lo está haciendo mejor? Parte de su capacidad de recuperación se ha debido a una gran unidad de refinado y productos químicos, cuyas ganancias crecieron un 5% en el último trimestre de 2015. La producción también se incrementó un 9,4% en el año y Total se aferra a un objetivo inferior a ese nivel, pero por encima del de sus compañeros.
Pero el petróleo sigue siendo petróleo. Las pérdidas de Total dejan en números rojos el cuarto trimestre sobre la base reportada real y el efectivo de las operaciones no llegó a cubrir los gastos de capital y los dividendos en es periodo, aunque la venta de activos contribuyó a compensar el déficit.
Un verdadero espectáculo de la capacidad de recuperación de Total sería que finalmente volviera a repartir dividendo en efectivo. Pero siempre y cuando se mantenga en mejores condiciones que sus compañeros, ese paso importante puede esperar.