El Amazon virtual se vuelve real
Amazon podría estar a punto de convertirse en una cadena de librerías físicas. El consejero delegado de General Growth Properties aseguró el martes a sus inversores que el gigante de internet de Jeff Bezos podría abrir cientos de tiendas. Puede que eso inspire miedo en los libreros de Estados Unidos, pero en el caso de Amazon podría estar más relacionado con la el coste de los envíos de las mercancías compradas a través de la red.
La compañía gastó 5.000 millones de dólares en costear la paquetería el año pasado y la cifra va en aumento. Amazon no ha hecho comentarios y puede que sus planes sean más modestos de lo que el consejero delegado de PBG, Sandeep Mathrani, espera. Sin embargo, Amazon abrió una librería en Seattle en noviembre.
Los puntos de venta físicos podrían tener varios propósitos. Al igual que con las tiendas de Apple o las de por la firma de gafas de moda Warby Parker, estas ayudarían a construir la marca de Amazon. Aparatos como el libro electrónico de la empresa, Kindle, tendrían un escaparate.
Escalando geográficamente y expandiéndose más allá de los libros, podría haber también un gran ahorro. Amazon ha confiado en las opciones de entrega barata o gratuita para ayudar a mantener a los usuarios conectados. En 2015, gastó 11.500 millones de dólares (unos 10.300 millones de euros) en los envíos, pero solo cobró a los clientes 6.500 millones. Y el coste continúa subiendo.
Las tiendas podrían utilizarse como mini almacenes, donde los clientes podrían recoger sus mercancías evitando el último paso de la entrega. Las devoluciones podrían también manejarse de esta forma. Las tiendas podrían incluso atraer nuevos clientes resistentes al formato web.
Pero es caro abrir y mantener los puntos de venta. Bezos puede permitirse el lujo de experimentar, y la escala de Amazon implica que puede haber grandes beneficios que explotar, sobre todo en las grandes ciudades. Después de todo, es también donde los drones podrían tener dificultades para la entrega.