El Ibex baja de los 8.500 puntos con el freno de la banca y el petróleo
El petróleo sigue inmerso en su espiral bajista y continúa cargando contra los mercados, que parecen haber dejado a un lado las preocupaciones sobre la economía china para pasar a regirse únicamente por las normas y el ritmo que marca el crudo. El levantamiento de las sanciones económicas a Irán, que supondrá la puesta en el mercado de 500.000 nuevos barriles de oro negro al día, ha vuelto a hacer del miedo el sentimiento protagonista entre los inversores, que han acabado decantándose, una jornada más, por las ventas.
Con la principal referencia mundial de los mercados cerrada con motivo de la celebración en EEUU del Día de Martin Luther King, las Bolsas occidentales han dado paso a la volatilidad y el Ibex ha acabado cerrando con una caída del 0,87%, hasta los 8.469,3 puntos. Con este nuevo descenso, el selectivo suma ya ocho jornadas en negativo en lo que va de año y se deja un más de un 11%. Entre los valores que han destacado al frente de las caídas se sitúa el sector de la banca, que ha acusado el castigo de las entidades italianas, haciendo que bancos medianos como Sabadell (-5,7%), Popular (-2,77%) o Bankinter (-2,35%) se adentraran en terreno negativo. Por su parte, como líder de la sesión se ha coronado, contra todo pronóstico, ArcelorMittal, que se ha anotado una subida del 3,62% aun con la caída del precio del crudo, que ha retrocedido un 0,79%, hasta los 28,71 dólares, con el que ha ido moviéndose durante las últimas semanas.
En el Viejo Continente, las plazas europeas se han movido sin ritmo concreto debido a la falta de las referencias en Wall Street. Sin embargo, la nueva caída en el precio del petróleo ha vuelto a pasar factura a los principales índices del continente, que han acabado cerrando en negativo tras una sesión movida por la volatilidad. No obstante, el más perjudicado de la jornada ha sido, sin duda, el Mib italiano con el sector de la banca como principal freno. Y es que las preocupaciones generadas por los niveles de capital de Banca Monte Dei Paschi han hecho que la entidad caiga más de un 11% en la Bolsa de Milán y se convierta en el valor con peor desempeño en Europa, lo que hace del sector bancario el farolillo rojo.
Con ello, los bancos europeos han desbancado al sector de las materias primas, que ha dejado de ser protagonista de los descensos en Europa, aunque sin llegar a abandonar el signo negativo al que nuevamente lo ha vuelto a llevar el petróleo, que también ha perjudicado a los mercados asiáticos.
Durante la jornada, en Bolsas como la de Tokio, el Nikkei se acabó dejando un 1,12%. El Hang Seng de Hong Kong cayó un 1,45% y el Kospi coreano cerró en el 0,02%. Por su parte, el índice general de la Bolsa de Shangái siguió presa de la volatilidad y tras haber llegado a caer un 1,7% finalmente recuperó terreno y subió un 0,44%, mientras que el CSI 300 avanzó un 0,38%. Todo pese a la mayor estabilización del yuan, que ha seguido afianzando sus subidas después de que el Banco Central de China revisara sus previsiones al alza e instalara nuevas medidas para frenar su especulación.
Aunque durante las últimas sesiones el punto de mira ha estado centrado en el petróleo, mañana los focos en todos los mercados volverán a China, donde se publicará una importante batería de cifras, entre las que destacan el PIB de 2015, las ventas minoristas y la producción industrial de diciembre, unos datos que, de ser mejor a lo esperado, podrían ser los catalizadores para la remontada de las Bolsas occidentales. “Unos buenos datos servirían para tranquilizar los ánimos. Por el contrario, unas cifras por debajo de lo esperado volverían a hacer saltar todas las alarmas”, apuntan desde Link Securities.
Mientras tanto, el mercado de la deuda sigue ajeno a las incertidumbres del país asiático y a las continuas idas y venidas del precio del petróleo. Así, la rentabilidad del bono español a diez años se sitúa en el 1,74%, frente al 1,75% del pasado viernes. Por su parte, la prima de riesgo se mantiene en los 121 puntos básicos, pese a seguir sumida en medio de la incertidumbre política a la espera de la formación del Gobierno nacional y con la reticencia de los inversores a la deuda española debido al desafío independentista catalán.
En el mercado de divisas, la moneda común cotiza en los 1,08 dólares, frente a los 1,09 del pasado viernes. Aun así, el euro resiste y continúa moviéndose en la misma senda desde el pasado mes de diciembre, cuando sufrió uno de sus mayores descensos tras la decepción que dejaron las medidas del BCE. Esta semana, los inversores tienen una nueva cita con la institución que dirige Mario Draghi. Aunque sin demasiadas expectativas puestas en el encuentro del próximo jueves, la moneda única podría sufrir cambios significativos en su cotización, lo que también dependerá de cómo se tomen los mercados las palabras del representante del BCE.