Wanda finalmente descarta la ‘operación Campamento’
A medidados de diciembre desistió de invertir 3.000 millones en ese plan Se una al abandono de la reforma del Edificio España
El proyecto de Wanda en la conocida como operación Campamento puede haber sido un espejismo como el del Eurovegas de Sheldon Adelson en Alcorcón (Madrid). Un visto y no visto. Los 3.000 millones que el magnate chino Wang Jianlin iba a invertir en el desarrollo del sur de la capital de España parece esfumarse sin saber muy bien quién es el culpable, si lo hay, o es un cúmulo de intereses que nunca llegaron a acercarse.
A mediados de diciembre, el grupo Wanda comunicaba a las partes en negociación que desistía de desarrollar los terrenos situados en los antiguos cuarteles de Campamento, según informan fuentes conocedoras de la negociación. También un portavoz municipal indica que supieron de esas intenciones antes de las elecciones del 20D del pasado año.
Adios a ‘Aluchina’ y a otros proyectos
El abandono de la operación Campamento o de Aluchina, como bautizaron los vecinos del cercano barrio de Aluche a ese desarrollo urbano, no es el único que deja el magnate Wang Jianlin. Su empresa Wanda ha puesto a la venta el Edificio España y como accionista minoritario del Atlético de Madrid (un 20% del capital) también está interesado en la atascada judicialmente operación Mahou-Calderón. De hecho, fuentes del mercado veían a Wanda como el pulmón financiero del Atleti.
El empresario es el hombre más rico de China y ocupa el puesto número 86 en la lista Forbes, con una fortuna cercana a los 24.400 millones de euros. Su riqueza proviene de la empresa Dalian Wanda, un gigantesco conglomerado con intereses inmobiliarios, en hoteles, centros de ocio, comercio electrónico o grandes almacenes en el país asiático y en todo el mundo. Se encuentra en una estrategia de desinversión en el ladrillo, apostando por internet y otros servicios. Hace unos días adquirió la productora de la franquicia Jurassic World en Hollywood por 3.195 millones.
La razón esgrimida por Wanda es doble. Por un lado, considera estratosféricos los precios que el Ministerio de Defensa ha puesto a sus 2,1 millones de metros cuadrados. Esta valoración estaba totalmente fuera de mercado para una macrooperación como esa, cuentan fuentes del mercado. Además, esgrimen que no han visto ninguna intención de facilitar la inversión por parte del Ayuntamiento de Manuela Carmena (Ahora Madrid).
Esta decisión coincide en el tiempo con la decisión de Wanda de vender el Edificio España, una noticia que se conocía la semana pasada. Al comprobar que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no cedían respecto a la obligación de proteger la fachada principal y los laterales de la torre, en vez de reconstruir desde cero el rascacielos como era la intención del magnate, abandonó una inversión que le había costado 265 millones al comprar el inmueble al Santander en 2014.
- La historia del proyecto
En Campamento se frustra un proyecto que viene de lejos. El plan parcial fue primeramente firmado en 2009 por José Bono (PSOE), quien fuera ministro de Defensa y Alberto Ruiz-Gallardón (PP), entonces alcalde de Madrid. Fue aprobado definitivamente el 1 de agosto de 2013.
El problema surgía respecto a quién iba a comprar esos terrenos en medio de una profunda crisis inmobiliaria y en plena tormenta de descrédito sobre las finanzas españolas. A finales de 2014, el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) filtró que Wang estaba interesado. Justo hace un año, una delegación china se reunió con el entonces exultante presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (PP), quien veía a un nuevo rey Midas tras el batacazo de los casinos de Adelson en Alcorcón. Aunque nunca se ha llegado a conocer en detalle el proyecto, se informó que Wanda invertiría 3.000 millones para edificar 10.700 viviendas en 1,5 millones de m2 en la primera fase, junto a centros comerciales y de ocio. En una segunda fase, hay disponibles otros 6,8 millones de m2.
- Los baches
Pero el inversor ha visto en este tiempo, tras unas elecciones municipales y otras generales, que ninguna Administración ha movido ficha. Defensa publicitó en una web los terrenos, pero nunca ha llegado a subastarlos acusando al Ayuntamiento de Carmena de no dar los permisos. Desde la alcaldía se respondía que el departamento de Pedro Morenés podía subastar el suelo porque solo faltaban flecos técnicos (entregar las referencias catastrales) de fácil solución. “Wanda está acostumbrado a que en los países le pongan una alfombra roja y aquí son todo pegas”, apunta un conocedor de la operación, quien explica que la inversión está congelada y que desconoce si el inversor puede volver.
Alguna de las discrepancias se han movido respecto a quién tiene que sufragar las infraestructuras, como un intercambiador de transporte y o un túnel en la avenida de Portugal, que en principio debían recaer en las arcas municipales.
- Cambio de estrategia
Hay otra clave la salida de Wanda (que oficialmente no ha comentado nada sobre su huida de Madrid). Lo que no ha recordado es que desde el pasado año, esta gigantesca compañía china se encuentra en un proceso de desinversión en el sector del ladrillo, para diversificar sus ingresos, según anunció en abril.
Desde Urbanismo de la capital, además se comenta que Wanda nunca llegó a comprar los terrenos a Defensa, que era el primer paso para abordar el proyecto. “Nosotros no vendemos humo como han hecho otros”, justifican.