La locomotora del turismo coge velocidad
El año 2015 ha sido un ejercicio récord para el sector del turismo español, impulsado por la recuperación económica y por la llegada masiva de extranjeros. Alrededor de 68 millones de visitantes, lo que supone un incremento de tres millones de personas y un alza del 4,6%, es el balance del turismo extranjero durante el año pasado, al que hay que sumar la recuperación –a tasas del 5% en todos los indicadores– del turismo nacional. Como se recordaba ayer desde la patronal Exceltur, que aglutina a las mayores empresas del mercado, las cifras del ejercicio que acabamos de cerrar convierten al sector turístico en una verdadera “locomotora” de la recuperación económica española. Las vacas gordas que reflejan estos datos se han traslado de forma palpable a los resultados de las empresas. A principios del pasado diciembre, el 85% de las compañías ligadas al sector reconocía haber aumentado sus ventas. Casi un tercio de ese porcentaje cifraba esa mejora en más de un 10% mientras que otro tercio la situaba entre un 5% y un 10%. También los resultados han reflejado un año de bonanza: ocho de cada diez empresas afirma haberlos mejorado respecto a 2014 y un tercio de estas lo ha hecho en un 10%. Todo ello se ha traslado al empleo, hasta el punto de que uno de cada siete puestos de trabajo creados el año pasado en España procede del sector turístico.
Una conjunción de factores diversos explica el buen comportamiento que ha tenido la industria turística en 2015, entre ellos, la caída del precio del petróleo, que ha beneficiado especialmente a las compañías de transporte, así como el atractivo de España como destino de ocio seguro frente a la crisis que viven las plazas del norte de África. En las previsiones para este año, las compañías ligadas al transporte acaparan las mejores expectativas, tanto en ventas como en resultados, dado que todo apunta a que el crudo seguirá en niveles históricamente bajos. El optimismo se extiende también a los hoteles costeros y urbanos, a las empresas de ocio, las agencias de viaje y las compañías de alquiler de coches.
Frente a la bonanza macroeconómica y las buenas perspectivas de crecimiento se alza la sombra de la inestabilidad política que arrastra España desde el pasado 20D. Los cálculos de Exceltur cifran en 900 millones de euros la factura que esa incertidumbre puede acarrear al sector turístico si no se forma Gobierno antes de julio. Un lastre cuya gravedad se acentúa aún más en una coyuntura económica como la actual, en la que todavía resta por delante la tarea de consolidar el crecimiento. Si hay algo sobre lo que no existe disenso es en que la inestabilidad política constituye un veneno para la inversión, el crecimiento y el empleo.