¿Saldrá Barclays de África?
El nuevo jefe de Barclays, Jes Staley, está considerando una retirada del continente africano, según un informe del Financial Times. Los mercados emergentes pueden parecer un lugar obvio en el que recortar dado que el banco pretende ser mitad estadounidense, mitad inglés. Aun así, el potencial de crecimiento de África, y la agitación actual en las materias primas, se convierten en argumentos contra una venta a la baja.
Desde fuera de África es relativamente simple. El negocio aportó solo una séptima parte de los ingresos del grupo el año pasado. De esa cantidad, casi el 90% provino del antiguo banco Absa en Sudáfrica.
África también necesita más tiempo del previsto para alcanzar las expectativas de los inversores. Solo el 3,3% de los ciudadanos del continente pueden considerarse clase media, según Credit Suisse, convirtiéndola en la segunda región más pobre región estudiada después de la India. También hay consideraciones a corto plazo. La volatilidad del tipo de cambio puede afectar a los beneficios del grupo y hay un gran riesgo político (la caprichosa destitución del ministro de Finanzas que impulsó el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, desencadenó una desbandada en los bonos del gobierno a principios de este mes).
Deshacer una posición que el banco británico ha tenido desde hace casi 100 años no es algo que se deba hacer a la ligera. Barclays ha resistido períodos mucho peores que este.
Pero la división africana de Barclays necesita hacer más para justificar su inclusión en el grupo. Una rentabilidad sobre fondos propios del 9,3% el año pasado está por debajo de los objetivos de Barclays como grupo, aunque por encima que lo que el banco consigue en otros lugares. Puede que Staley llegue a decidir que el futuro Barclays se encuentra fuera de África, pero no puede permitirse el lujo de tomarse mucho tiempo para hacerlo.