La volatilidad de las materias primas gobierna al Ibex 35
Un oasis en la tormenta perfecta en la que se encuentran envueltas las materias primas permitió al selectivo español acabar casi completamente plano la sesión, pese a que en la práctica encadena siete jornadas en pérdidas. La fuerte volatilidad tuvo en jaque a las Bolsas de Europa durante gran parte del día, aunque Wall Street acabó por equilibrar la balanza en el caso del índice español.
Un respiro momentáneo. Eso ha sido, según los analistas, el rebote del que se beneficiaron las materias primas y que permitió al Ibex 35 empatar la sesión en el último momento, pese a que en la práctica encadena siete jornadas consecutivas en rojo. El selectivo español cayó al cierre un ligero 0,02%, hasta los 9.835,50 puntos. La jornada fue una auténtica montaña rusa en la que llegó a registrar pérdidas por encima del 1% a lo largo de una mañana, y a subir en la misma cuantía a media tarde. Al final, tablas.
Pese a que la sensación generalizada fue de que se había conseguido salvar la sesión, el selectivo español no conoce un cierre en números negros en lo que va de diciembre. De hecho, ha firmado ya a su peor racha desde marzo de 2012, cuando el Ibex 35 experimentó ocho jornadas sin premio. De momento, el comportamiento de los mercados en este final de año parece seguir un guión escrito por Tim Burton al más puro estilo de la clásica Pesadilla antes de Navidad. El típico rally de diciembre, de momento, no ha hecho su aparición.
Nadie se fía ya de la cotización de las materias primas. Con los inversores acostumbrados a la altísima volatilidad que gobierna el precio de estos recursos básicos, fueron muy pocas las Bolsas europeas que se permitían mirar con optimismo a un día en el que los bajistas parecían volver a imponer su criterio. Ni siquiera los tempraneros datos de la inflación en China, que muestran que su política fiscal expansiva está generando sus primeros frutos, conseguían restaurar la confianza en un sector, el de los recursos básicos, que ocupaba la cola del índice Stoxx 600 con casi un 1,7% de caída.
Pero como es común en los valores volátiles, lo que en un momento es un lastre, en el siguiente es el caballo ganador. Así, las materias primas fueron haciendo palpable en los mercados su momentánea recuperación y pasaron a liderar el Stoxx 600 con un alza del 2%. Incluso el gigante Anglo American, que anunció hace dos días que efectuará una fuerte reestructuración de la compañía, limitó su caída al 1,22% desde el más del 9% que perdía por la mañana.
En el Ibex 35, ArcelorMittal fue un fiel reflejo de los derroteros por los que transcurrió la sesión. La siderúrgica llegó a dejarse más de un 7% para acabar al frente del índice con ganancias del 4% una vez que los inversores confirmaron, aferrados a las subidas en la apertura de Wall Street, que la caída de las materias primas iba a tomarse un descanso. Sin embargo, al cierre, los parques americanos se dieron la vuelta y terminaron el números rojos.
Volkswagen impulsa la automoción
Buenas noticias llegaron también desde Volkswagen, que, tras anunciar que finalmente son 36.000 los vehículos afectados por el fraude del dióxido de carbono (se estimaba que la cifra se acercaba a los 800.000), fue recompensado por los inversores con fuertes compras que le llevaron a anotarse un 6,25% en la sesión. El fabricante alemán contagió a su sector y permitió que se anotase un 0,38% pese a la fortaleza del euro, que perjudica a las exportaciones y frente a la que la automoción europea es especialmente sensible. Entre los índices europeos cundió finalmente el desánimo. El último giro de tuerca del petróleo, que moderó su subida tras conocerse los últimos datos del inventario estadounidense, separó a estos parqués del español y frustró sus esperanzas de rebote. Al final, el Dax alemán cayó un 0,76%, el Cac francés se dejó un 0,95%, el Footsie británico un 0,14% y el Mib italiano un 0,17%.
“Para aspirar a ver un probable rally navideño en Europa, que permita a las Bolsas cerrar el año en niveles claramente superiores a los actuales, parece necesario que se den dos factores:por un lado la recuperación del precio del petróleo y, por otro, un nuevo estímulo procedente de los bancos centrales”, explica Daniel Pingarrón, analista de IG markets.
Tras las tibias medidas del Banco Central Europeo aún en el recuerdo, la reunión de la Reserva Federal y su probable subida de tipos el próximo miércoles se convierte en el principal faro de esperanza de los inversores.
En el mercado de la deuda, al margen de la subasta del tesoro, el interés del bono español a 10 años se situó en el 1,62%. Por su parte, el interés del bono germano al mismo periodo subió hasta el o,6%. Así, la prima de riesgo se mantuvo estable y, pese a caer a los 102 puntos básicos, aún se encuentra por encima de las cifras que marcaba antes de que la mencionada reunión del BCE la catapultase de nuevo por encima de los 100 puntos.
Tampoco la moneda comunitaria ha recuperado el nivel “pre-Draghi”. El euro, al cierre de los mercados, avanzaba un 0,8% con respecto al dólar para situarse a las puertas de los 1,10 billetes verdes, una cifra que no se registraba desde principios del mes pasado. Pese a ello, los analistas insisten en que 2016 será el año de la igualdad entre el dólar y el euro. La Reserva Federal tendrá, también en este ámbito, la última palabra.