Una industria fuerte como palanca de crecimiento
Las estadísticas públicas del INE, que hacen un chequeo mensual a las magnitudes de la industria en España, muestran el difícil estado de este sector productivo motivado, por un lado, por la crisis y, por otro, por una serie de deficiencias estructurales. Este hecho ha provocado que la producción caiga un 25% desde 2008, según la encuesta realizada por Estadística.
Ni este Gobierno ni los anteriores han mostrado voluntad por la industria. No interesa" Máximo Blanco, secretario de estrategia industrial de CC OO
A ello se une un nivel de costes, especialmente energéticos como apuntan las organizaciones empresariales y sindicales, que provoca una serie de desventajas competitivas que lastran a las empresas españolas y a las que operan en el país respecto a los principales rivales de un mercado cada vez más globalizado. La subida de precios industriales ha sido constante desde los años setenta.
Las propuestas de los partidos
Partido Popular: Industria 4.0. Los populares proponen acelerar la inversión público-privada para crear la Industria 4.0, lo que se traduciría en una fabricación inteligente basada en la digitalización de los procesos y la apuesta por el internet de las cosas. Con ello se quiere fomentar la competitividad y productividad de las empresas industriales.
PSOE: Apoyo a la investigación. Los socialistas proponen un plan de ayudas de 200 millones de euros para programas de investigación industrial. A ello, sumará una red de Centros Tecnológicos de Excelencia en Innovación Industrial para canalizar la inversión público privada. Pone como prioridad incrementar el tamaño medio de las empresas.
Ciudadanos: Economía del conocimiento. El partido de Albert Rivera rechaza la política industrial de subsidios y propone apostar por un sistema educativo que esté a la altura de los mejores generando conocimiento que pueda ser aplicado a las empresas. Plantea una simplificación de la regulación que elimine la incertidumbre y un fortalecimiento de las pequeñas empresas.
Podemos:Creación de clústeres. La formación defiende la creación de clústeres que eviten la desindustrialización de algunas áreas geográficas. Para ello, esperan contar con la colaboración de empresas, sindicatos e instituciones educativas, para mejorar la diversificación, la innovación y la productividad.
Las organizaciones sectoriales y los sindicatos se muestran contrariados porque entienden que ha habido un escaso apoyo por parte de los distintos Gobiernos en España, derivando la economía hacia otras actividades, principalmente los servicios. “Ni este Ejecutivo ni los anteriores han tenido voluntad”, critica Máximo Blanco, secretario de Estrategia industrial de CC OO de Industria. “Se olvidan”, lamenta.
Sin embargo, la llegada de este periodo electoral ha cambiado el interés de los partidos. “En general, el discurso de apostar por la industria está ganando poder entre las formaciones”, explica Carlos Reinoso, director general de Aspapel, la patronal de la industria del papel. “La industria está de moda”, celebra. Aunque según advierte Andrés Barceló, director general de Unesid, la patronal de la siderurgia, “el diablo está en los detalles”.
Una economía más fuerte
Reinoso explica que hay que “apostar por la industria”, puesto que “la economía con esta base es más solida”. Por ello, pone de ejemplo a países con mayor peso del sector que España que han aguantado mejor la crisis. “Hemos visto las orejas al lobo del problema de depender de otros sectores”, comenta. El directivo argumenta que la próxima legislatura “debería ser determinante” para esta actividad.
De la misma idea es Barceló, de Unesid. “Pese a que se puso de moda decir que no se necesitaba la industria, aportamos mucho a la economía”, argumenta. Señala que es un foco de atracción para la inversión extranjera en España y apunta que la industria genera un 85% de los contratos indefinidos.
Según un documento del Ministerio de Industria presentado el año pasado bajo el nombre Agenda para el fortalecimiento del sector industrial en España, los trabajadores de la industria reciben de media una retribución un 20% mayor a la del resto de los sectores. Además, señalaba que el 67% de los empleados permanecía en las empresas más de seis años, un promedio superior al de otras actividades productivas en España. En esta línea, los sindicatos defienden la importancia de la industria para la creación de un empleo de mayor calidad. Sin embargo, Carlos Romero, secretario general del Metal, la Construcción y afines de UGT, considera que han sido los trabajadores los que han hecho más “esfuerzos” durante la crisis al acordarse una “contención salarial” por parte de los sindicatos. “Lograr competitividad con ajustes de salarios es un camino que ya está agotado”, defiende.
Problemas estructurales
La Comisión Europea propone que en 2020 la industria tenga un peso del 20% en el PIB. En España ronda el 14%
La crisis de demanda interna en China, que ha provocado que el país asiático aumente sus exportaciones con su consiguiente caída de precios, así como el freno de los países emergentes han afectado a las empresas industriales. Pero más allá del complicado contexto internacional, España adolece de problemas estructurales.
Las patronales y los sindicatos han publicado distintos documentos de peticiones al próximo Gobierno para mejorar la situación de la política industrial. En ellos, cinco son los elementos en los que coinciden para construir una nueva política industrial: energía, logística, relaciones comerciales, educación, y, por último, innovación y desarrollo. El primero es el más acuciante. “Hemos perdido competitividad en este campo a pasos agigantados”, comenta Reinoso, de Aspapel. “Necesitamos unos costes energéticos equiparables a los de nuestros competidores”, comenta. En esta línea, Confemetal, la patronal del metal, propuso recientemente modernizar las infraestructuras y redes eléctricas, mejorar las interconexiones con otros países y generar eficiencia.
Apostar por la industria para sepultar la crisis
La industria está llamada a ser una de las palancas de crecimiento capaz de hacer salir a la economía de la crisis, creando las bases para eliminar parte de los riesgos y las debilidades que ha tenido España respecto a los principales países de su entorno.
Pero no es materia sencilla. Se precisa de un gran acuerdo nacional en favor de la industria que incluya a todas las partes: Gobierno, oposición, sindicatos y empresas. De ahí debe surgir un plan de acción que afecte a todos los Ministerios, desde Industria a Fomento, pasando por Educación.
Con esa estrategia sobre la mesa, se debe trabajar en eliminar los lastres estructurales que tiene la industria española y que han hecho que pierda competitividad respecto a sus competidores. El punto fundamental es la necesidad de lograr costes energéticos que se equiparen con los países de nuestro entorno. Sin olvidar la apuesta por la digitalización y las nuevas tecnologías, que permiten a España crear productos a precios asequibles con un mayor valor añadido. Una industria fortalecida permitirá tener además un empleo que, según demuestran los datos, es más estable y cuenta con mayor nivel salarial.
Otro de los problemas, según Blanco, de CC OO, es la logística. “Va a jugar un papel fundamental si se quiere crecer en exportaciones”, comenta. Reinoso, de Aspapel, señala que se tiene que apostar por equiparar la regulación en cuanto a capacidad del transporte por carretera, hacer una red ferroviaria “ágil” y mejorar los puertos, donde “queda mucho por hacer”.
Tanto el representante de UGT como el de CC OO defienden que se tiene que apostar por una mayor innovación y evolución tecnológica en la industria española. A ello, Romero apunta que se necesita adaptar la formación, tanto universitaria como FP, a las nuevas necesidades de la industria. “Hay que tomar medidas para los trabajadores del futuro”. En ello coincide Confemetal, que en sus propuestas añadió la necesidad de impulsar la formación profesional, “aumentando el protagonismo de las empresas”.
La patronal del metal añade, además, dos puntos a tener en cuenta. Por un lado, reclama un apoyo por parte del Gobierno para aumentar el tamaño medio de las empresas, ayudando a las pymes a invertir en tecnología, medios y nuevos sectores. En segundo lugar, apunta a la necesidad de colaborar para impulsar la internacionalización de las empresas. “Debe ser una prioridad impulsar la imagen de un país de productos industriales de calidad”, reza el documento.
Agenda europea
Una directiva de la Comisión Europea puso hace tiempo el foco en la reindustrialización de Europa, apostando por que en los países el sector industrial tenga un peso del 20% en el PIB para el año 2020. Actualmente, según los expertos, restando el peso de la energía, el sector industrial se sitúa entre el 13% y el 14%, por debajo del 18,8% alcanzado en el año 2000.
Los expertos aseguran que con la política industrial actual “es imposible alcanzar este nivel”, como señala Máximo Blanco, de CC OO. El representante sindical comenta que 2007 fue el mejor año, y que aún así estaba por debajo de las peticiones de la CE. Por ello, considera que “hay que recuperar y superar aquello”. Sin embargo, aclara que la crisis ha frenado también el crecimiento industrial de otros países europeos.
Los costes energéticos, la educación, la innovación y las infraestructuras son las líneas a cambiar
Por todo ello, las entidades empresariales y sindicales defienden la necesidad de crear una política transversal. “Se precisa de una política de Estado de industria que afecte a todas las áreas del Gobierno”, comenta Reinoso, de Aspapel.
A ello añade Romero, de UGT, que se tiene que contar con el diálogo social en el que participen tanto las empresas, como los sindicatos; como el resto de fuerzas políticas. En este punto, critica que las últimas medidas adoptadas por el actual Ejecutivo no han tenido en cuenta a las partes. Blanco, de CC OO, pide que se llegue en la próxima legislatura a un pacto de Estado para crear las bases de una industria fuerte. “Para crecer se necesita un decenio, no cambios en cada legislatura”, argumenta.