Industria baja la luz a costa de los incentivos al gas y el carbón
El departamento que dirige Soria no ha podido usar el superávit para bajar las tarifas Las renovables recibirán más de 6.700 millones, frente a los 9.000 millones de 2013
El Ministerio de Industria ha remitido a las partes interesadas (empresas, consumidores y comunidades autónomas) la propuesta de orden por la que se revisan los peajes de acceso a las redes eléctricas a partir del 1 de enero. Los reiterados anuncios de su titular, José Manuel Soria, prometiendo una bajada de la luz, se van a cumplir, aunque solo en parte: los peajes se congelan, pero “se ajustan” los pagos por capacidad en algo más de 500 millones, otro coste regulado que ya se recortó en agosto y que ahora se prorroga con creces.
Según los primeros cálculos, la medida supondría una bajada en la tarifa de acceso del 2,4% y sobre la factura media de un 1% aproximadamente.
Según la propuesta, los peajes se mantienen, por lo que los superávits del sistema eléctrico (650 millones en 2014 y 364 millones estimados en 2015) no se destinarán a bajar esta tarifa, ya que la Ley Eléctrica no lo permite. Como señala la orden, se mantienen “con carácter general los precios de los peajes de acceso” aprobados el 31 de enero de 2014 (es el segundo año consecutivo que se congelan).
Por contra, y tal como se preveía, Industria ha optado por “ajustar a la baja los precios de los pagos por capacidad” que sufragan todos los consumidores. Un incentivo regulado que reciben las centrales de ciclo combinado y las de carbón nacional, que aplica REE al precio de la electricidad y forma parte de las liquidaciones de la CNMC. Este ajuste “tiene un impacto positivo tanto en la competitividad de la economía española”, según señala la propuesta de orden, y supone reducir este coste de los 1.247 millones estimados para 2015, a 730 millones en 2016, en total, 517 millones. “Una vez constatada la evolución positiva de la demanda de energía eléctrica (..) se ha optado por profundizar en el ajuste de los precios para financiar los mecanismos de pagos por capacidad”, lo cual, “beneficiará a todo tipo de consumidores”, señala la propuesta
Sobre la base de un crecimiento de la demanda del 1% (por debajo de la previsión de la CNMC), el ministerio ha presupuestado unos ingresos para el sistema eléctrico de 16.995 millones, de los cuales, 13.464 millones procederán de los peajes de acceso (que pagan los usuarios en la factura de la luz) y 3.154 millones, de las aportaciones del Estado: 2.704,5 millones de la recaudación de los impuestos energéticos y 450 millones de las subastas de CO2.
Por el lado de los costes, la partida mayor corresponde a los incentivos a las energías renovables y la cogeneración, que arrastran ya el recorte que recibieron con la reforma eléctrica:6.728 millones, una cifra ligeramente superior a la estimada para el cierre de 2015, y muy lejos de los 9.000 millones de primas que recibieron en 2013. A este coste, le siguen los correspondientes de las redes eléctricas:casi 5.000 millones las de distribución y 1.742 millones, las de transporte. Por tanto, de los costes regulados, un 37,6% corresponden a los incentivos a las energías verdes, un 38,3% a las redes y el 24% a otros costes.
En lo que en el sector denominan “ingeniería regulatoria”, el ministerio ha decidido mantener de manera transitoria la actual remuneración a la espera de que el ministerio apruebe los nuevos costes unitarios del transporte y la retribución, cuya regulación podría aprobarse antes de fin de año. Por tanto, las distribuidoras y el transportista (REE), cobrarán aquellos importes a cuenta de los que resulten de la nueva retribución.
En cuanto a la amortización de la deuda por los déficit de tarifa del pasado, los consumidores pagarán 2.873 millones de euros el próximo año, de los cuales, 2.216 corresponden al FAD (fondo de titulización del déficit tarifario). Los peajes incluyen también 740 millones para compensar la mitad de los extracostes de los sistemas extrapeninsulares (la otra mitad la pagan los Presupuestos del Estado), una cifra inferior a las aportaciones de 2015 por este concepto, que ascenderán a 887,2 millones.
Bajadas imprecisas de la luz
Cada vez es más complicado, por no decir imposible, ofrecer un dato preciso y sobre la evolución de la factura eléctrica de los consumidores. Cuando todos los costes regulados estaban incluidos en los peajes de acceso a las redes, y pese a las numerosas tarifas que hay en el mercado, que están en función de la potencia contratada, se podían calcular medias, que podían reflejar más o menos la realidad de cada uno.
Sin embargo, desde hace un año, hay algunos costes regulados que fija el Gobierno (pagos por capacidad y servicio de interrumpibilidad), que este sacó de los peajes para aligerarlos y evitar déficits, pero que sigue soportando el sistema. De la misma manera que este año el Gobierno insiste en que la factura de la luz baja, porque aunque se mantienen los peajes bajan los pagos por capacidad, el año pasado debía haber anunciado una subida del recibo porque, aunque también se congelaron los peajes, subieron dichos pagos.
A toda esta complicación a la hora de averiguar si el recibo sube o baja, se suma el precio de la energía que se paga en el mismo.