Las telecos, ante el reto de consolidar el crecimiento
Moody’s mejoró la perspectiva del sector por la previsible mejora de los ingresos en 2016 Las operadoras han presumido de la subida de ingresos en los servicios digitales
Nuevos tiempos para las grandes telecos europeas. Tras muchos trimestres de caída de ingresos en sus respectivos mercados nacionales, en medio de unas duras guerras de tarifas, endurecidas por el agravamiento de la crisis económica, la mayoría de empresas del sector han recuperado la tendencia de aumento del volumen de negocio durante este 2015. Ahora su gran desafío es consolidar su retorno al crecimiento en 2016.
El escenario parece haber cambiado frente a los años anteriores, en los que la expansión de las operadoras en los mercados emergentes, como por ejemplo la presencia de Telefónica en Latinoamérica o la de Vodafone en la India y Turquía, fue clave para sostener los resultados. El crecimiento futuro está en manos de la popularización de los nuevos servicios digitales, que han llegado con la implantación de la fibra y el móvil 4G.
Nuevas previsiones
De momento, las cuentas del tercer trimestre son positivas, y muchas de las empresas batieron las previsiones del mercado, en un periodo marcado por la fuerte actividad comercial. En términos individuales, Telefónica registró un aumento del volumen de negocio del 4,8% entre julio y septiembre en términos orgánicos con un avance del 0,2% en España, el primer crecimiento trimestral en este caso desde 2008. Deutsche Telekom elevó sus ingresos un 9,3%, con un crecimiento del 0,1% en Alemania; Orange un 0,5%, Vodafone un 2,8% (en este caso en su primer semestre fiscal)....
En este contexto, la mayoría de operadoras ha reiterado sus objetivos de resultados para este año, tras presentar las cuentas del tercer trimestre del año. Y algunas compañías como Vodafone y Orange los han mejorado. En último este caso, incluso, gracias a las mayores sinergias obtenidas en el mercado español con la integración de Jazztel. La teleco elevó un 38% el valor de las sinergias de 1.300 a 1.800 millones de euros. Tras esta decisión, Orange elevó su previsión de ebitda para este año hasta 12.300 millones de euros, frente a una estimación anterior entre 11.900 y 12.100 millones.
Vodafone, a su vez, situó su previsión de ebitda en un rango de entre 11.700 y 12.000 millones de libras (entre 16.694 y 17.122 millones de euros), frente a una estimación anterior entre 11.500 y 12.000 millones de libras (entre 16.410 y 17.122 millones de euros).
Fibra y 4G
Las operadoras tienen claro que el futuro crecimiento va a venir de la mano de los negocios digitales, vinculados a las redes de nueva generación de fibra óptica y móvil 4G. Así, y dentro de la renovación de infraestructuras, las telecos europeas han mantenido la tendencia de incremento de las inversiones. Telefónica, Orange, Deutsche Telekom, Vodafone, KPN... todas han registrado aumento del capex a lo largo de 2015, en algunos casos a ritmos de dobles dígitos.
El objetivo de las telecos ha pasado por ampliar los despliegues de fibra, que poco a poco va a ir sustituyendo al cobre tradicional, y 4G, que ha venido acompañado de una mayor implantación de los smartphone, que ya supone en muchos casos más del 80% de las compras de terminales.
Servicios digitales
En este escenario, las operadoras han presumido de crecimiento en los nuevos negocios digitales. Telefónica, por ejemplo, destacó que los ingresos por los servicios digitales aumentaron un 24,6% en el tercer trimestre hasta alcanzar los 1.069 millones de euros. La teleco destacó los crecimientos en segmentos como el cloud computing, la ciberseguridad o las conexiones móviles entre máquinas (M2M), que tienen una fuerte implantación en el ámbito corporativo.
También Vodafone defendió su avance en estos negocios, destacando las M2M, que registró un aumento de sus ingresos del 25,6% en su primer semestre fiscal. Orange, por su parte, indicó que los ingresos de los servicios de ciberseguridad subieron un 39,9%, por un 18,5% de los servicios de cloud.
Mejora crediticia
Esta evolución de los resultados ha tenido como consecuencia una mejora crediticia para el conjunto del sector, por parte de las agencias de calificación. Así, por ejemplo, la agencia Moody’s mejoró la perspectiva del sector europeo de las telecos desde negativa a estable.
La firma justificó la decisión en la mejora del volumen de negocio de las operadoras. Así, Moody’s prevé un crecimiento de los ingresos de entre el 1% y el 2% en el periodo entre los próximos 12 y 18 meses gracias al incremento de la demanda de servicios de banda ancha por parte de los usuarios, que están dispuestos a gastar más dinero en estos productos. En este sentido, Moody’s cree que la rivalidad entre telecos está cambiando su enfoque desde la competencia en precios a la competencia en la calidad del servicio.
Dudas en las fusiones
La mejora de las cuentas en el sector se ha visto favorecida por el proceso de consolidación que se ha vivido en la mayoría de los mercados. En Alemania, Telefónica compró E-Plus, mientras Vodafone hizo lo propio con Kabel Deutschland; en Francia Numericable se hizo con SFR; en Reino Unido BT se va a hacer con Everything Everywhere; mientras en España Vodafone se quedó con Ono y Orange con Jazztel. Menos operadores, menos presión de la competencia. En el mercado español, además, Euskaltel está en proceso de compra de la gallega R de cable, mientras que la asturiana Telecable pasó a manos de la británica Zegona.
Ahora bien, las incógnitas sobre el futuro de las fusiones en curso han vuelto, especialmente tras la decisión de TeliaSonera y Telenor de descartar la fusión de sus respectivas filiales en Dinamarca por las condiciones impuestas por las autoridades reguladoras comunitarias. Una de las operaciones que podría verse afectada es la venta de O2, filial británica de Telefónica, a la asiática Hutchison Whampoa, que actualmente estudia la Comisión Europea. La transacción supondrá la integración de dos operadores de móviles en el país. La operadora española sigue confiando en que la transacción se cierre a lo largo del segundo trimestre de 2016.
Con esta desinversión, la intención de Telefónica es reducir su deuda neta en 35.900 millones de euros, con ratio de deuda frente a ebitda de 2,35 veces (a final de septiembre estaba en 2,84 veces).
Apoyo inversor
El sector europeo de las telecomunicaciones parece haber contado con la confianza de los inversores a lo largo de 2015. Así, el Stoxx 600 Telecommunicationes Index, índice que agrupa a las compañías europeas del sector, acumula una revalorización superior al 15% desde principios de año. Entre las grandes operadoras destaca Deutsche Telekom, cuyos títulos han subido desde enero cerca de un 30%, y Orange, que se ha revalorizado más de un 19% durante este periodo de tiempo.
Vodafone y Telefónica, por su parte, cotizan prácticamente en los mismos precios que a principios de año. El grupo español se ha visto penalizado por el agravamiento de la crisis económica en Brasil con la consiguiente depreciación del real (aunque ha empezado a rebotar). No obstante, y como compensación, Telefónica Deutschland se ha revalorizado más de un 20%.
Colocaciones
La confianza de los inversores también se ha materializado en las colocaciones de deuda o acciones llevadas a cabo por las telecos a lo largo de este ejercicio. Una de las protagonistas ha sido Telefónica, que llevó a cabo la pasada primavera una ampliación de capital en la compañía matriz superior a 3.000 millones de euros, y otra en la filial Telefónica Brasil, por más de 4.600 millones, para financiar la adquisición de la brasileña GVT.
Las telecos también aprovecharon esta vía para colocar activos no estratégicos. Entre otros ejemplos figura Deutsche Telekom, que ganó 400 millones de euros con la salida a Bolsa de su participada Scout24.
En el mercado español también ha habido salidas a Bolsa de empresas vinculadas al sector de las telecomunicaciones de relevancia. Entre ellas figuran Cellnex, filial de Abertis, que rondó los 2.000 millones de euros, y Euskaltel, cuyo volumen de acciones colocado superó los 800 millones. La operadora vasca, además, tiene previsto llevar a cabo una ampliación de capital de 255 millones para financiar la compra de R.
Futuras OPV
En estas circunstancias, distintas operadoras tienen planes para colocar en Bolsa participaciones en diferentes filiales. Entre las que ya ha confirmado el comienzo de estas operaciones es Vodafone, que ya está preparando la OPV de su filial en la India.
Telefónica, por su parte, contempla esta opción en México, donde ya ha dicho que el potencial del negocio en el país sería interesante para los inversores. La operadora española tampoco descarta una colocación en Bolsa de parte de la filial británica O2, si finalmente no se cerrase la venta a Hutchison.
En esta línea, Orange también estudia la posibilidad de sacar a Bolsa su filial española, una vez que esté concluido todo el proceso de la integración con Jazztel. No obstante, la OPV no tendría lugar antes de 2017.
El dividendo sigue en el centro de las estrategias de las compañías del sector
La retribución al accionista sigue en el centro de las estrategias de las grandes operadoras europeas. Los dividendos y las recompras de acciones se incluyen en los compromisos de las telecos con los inversores. Y los movimientos parecen haberse acelerado en las últimas semanas.
Entre otras compañías, Vodafone anunció hace pocos días el pago de un dividendo interino de 3,68 peniques por acción, cifra que supone un incremento del 2,2% con respecto al año anterior. La rentabilidad por dividendo de la operadora británica ronda en este momento el 5,67% anual.
A su vez, Telefónica ha iniciado el mecanismo para el pago del primer tramo del dividendo anual, a través de la fórmula del scrip dividend, por un importe de 0,35 euros por título. El segundo tramo del dividendo anual, por un importe de 0,40 euros por acción, se desembolsará en efectivo durante el segundo trimestre de 2016. La empresa, además, amortizó acciones por el 1,5% del capital el pasado verano. En la actualidad, la rentabilidad por dividendo de Telefónica ronda el 6,3%.
De cara a 2016, Telefónica también prevé el pago de un dividendo de 0,75 euros por acción, esta vez en efectivo en su totalidad, junto con la amortización de otro 1,5% del capital. Eso sí, está condicionado a la venta de O2.
Orange también reiteró en la presentación de las cuentas del tercer trimestre su compromiso para el pago de un dividendo anual de 0,60 euros por acción. La operadora confirmó que pagará un dividendo interino de 0,20 euros por título el 9 de diciembre. Orange mantiene en la actualidad una rentabilidad por dividendo del 3,56%.
También Deutsche Telekom reiteró sus previsiones de resultados para este año que incluyen el pago de un dividendo mínimo de 0,50 euros por acción, que debe ser aprobado por la junta de accionistas de 2016. La operadora alemana otorga a los inversores la alternativa de cobrar el dividendo en acciones, a través de la fórmula del scrip dividend.
El objetivo de Deutsche Telekom es elevar el dividendo en el periodo entre 2015 y 2018 en línea con el crecimiento del flujo libre de caja.
A su vez, TeliaSonera ha reiterado su objetivo de pagar un dividendo de tres coronas suecas por acción con cargo a las cuentas de 2015, la misma cifra que en el ejercicio anterior.
Telenor confirmó el pago de un segundo dividendo de 3,50 coronas noruegas que eleva la retribución total del ejercicio a 7,30 coronas, por encima de las siete coronas abonadas durante el año anterior.
KPN comunicó su intención de pagar este año un dividendo de 8 céntimos de euro por acción y elevar la retribución en 2016. La teleco vendió hace pocos días un 5% de Telefónica Deutschland por 805 millones de euros, y confirmó su intención de repartir el 70% entre los accionistas en forma de dividendo.