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Las trompetas del juicio (y 3). Romper la tiranía de lo establecido.

Michelangelo Pistoletto - Tate Gallery Londres - 2009

"Yo me veo, o quizá no me veo, mientras tú me ves en el espejo. Pero no estamos solo nosotros y quien esté delante ahora, aquel que está lejos también está en el espejo. De hecho, nosotros estamos en el espejo incluso cuando no está delante de nosotros. Nada puede escapar del espejo."

Michelangelo Pistoletto

Una sala rodeado de inmensos espejos, enmarcados como si fueran cuadros en un museo. La mayoría de ellos han sido rotos, a garrotazos, por el artista. Según Pistoletto, su intención al destruir los espejos es multiplicar el infinito que éstos componen al reflejarse unos en otros y, con ese gesto, producir una nueva dimensión.

Eso lo viene haciendo Pistoletto desde la bienal de Venecia del 2009 que con el lema de "Fare Mondi” (Hacer mundos)[1] reivindicaba que una obra de arte es algo más que un objeto o una mercancía, para consagrarse como un representación, una visión del mundo y, si se la toma en serio, se le puede ver como una forma de crear nuevos entornos.

La obra de arte se convierte en un concepto (una idea) y no necesariamente debe ser realizada por el autor. Aunque otro sea el agente de la realización de la obra (como ocurre con los compositores y los interpretes musicales) la obra sigue siendo del autor de la idea. Acaban de eliminar el arte del comercio y ya no es una mercancía.

Michelangelo Pistoletto | »Fourteen Less One« (2013)

“No rompía una forma de mirar, sino que estaba multiplicando esa visión” [2]

(Michelangelo Pistoletto, en Seventeen Less One en Bienal de Venecia de 2009 donde presentó una instalación/performance con 17 grandes espejos dispuestos en círculos de los cuales 15 destrozó parcialmente a golpes de maza)

Aunque parezca novedoso, la experiencia de Pistoletto no es nueva. Su intención es romper la visión unifocal que hasta el momento pretendía realizar el arte y la ciencia de la realidad. El primer pistoletazo (permítanme el juego de palabras) de salida lo realizaron ya los artistas cubistas a principios del siglo pasado.

Otro que también exploró la ruptura violenta de la mirada fue el pintor belga René Magritte que con su serie de ventanas rotas por una pedrada[3] nos advierte de los falso que puede ser nuestra manera de captar lo que es realmente la realidad, pero, a diferencia de los cubistas, mantiene intactas las leyes del punto de fuga.

El cubismo hacia 1907 se hará un replanteamiento de la obra de arte, de las formas, de la perspectiva, el movimiento, el volumen, el espacio, el color, etc. Crea un nuevo lenguaje que implica una nueva relación entre el espectador y la obra de arte. El espectador no debe contemplarla sin más, debe reconstruirla en su mente para poder comprenderla. Es un arte mental y tiene valor en sí misma, como medio de expresión de ideas.

El Cubismo se desliga completamente de la interpretación o semejanza con la realidad tal y como se mira. Pero eso lejos de ser un alejamiento de la realidad es el mayor de los acercamientos. La obra de arte debe SER (en la medida de lo posible) la realidad y eso pasa necesariamente por un proceso mental. La imagen representada se descompone en sus partes mínimas. Las formas geométricas invaden las composiciones.

El cubismo sería así como una pedrada (como la que realiza Pistoletto con su maza en sus espejos) sobre la “realidad” de manera que un objeto puede ser visto desde diferentes puntos de vista. Son pinturas necesariamente planas ya que rompen con la perspectiva convencional y con ello con la tiranía del punto de fuga vigente en la pintura desde el renacimiento. Pero a diferencia de lo que pudiera parecer expresan ideas enormemente complejas como compleja es la realidad que quiere presentarnos. Hacen justamente lo contrario que los pintores hasta la fecha que para aparentar transmitir la complejidad de la realidad (la perspectiva) asumen la tiranía del punto de fuga (la simplificación de la realidad).

Tengan cuidado con los artificios complejos. El acercamiento a la realidad, incluso la más compleja, puede ser más efectivo desde ideas aparentemente “planas”. A veces lo artificioso, lo barroco, lo enrevesado solo pretende que veamos la realidad como algo “plano”. Romper con ello es ganar libertad

La gran novedad de Pistoletto es este proceso de disolución de la tiranía de estas viejas reglas de la pintura es que con la técnica de los espejos lo hace más democrático al inmiscuir (yo diría incluso que exigir) que en el proceso deba participar cualquier espectador de la realidad. No solo a las supuestas elites.

NOTAS:

  1. El profesor de arte sueco y director de la Bienal del 2009, Daniel Birnbaum, reivindica con este lema la aspiración del arte de “explorar los mundos que nos rodean así como los mundos que tenemos por delante".
  2. Adviértase la utilización correcta de los conceptos mirar (el cual se rompe o destruye) con el de ver (que se multiplica) y que explicamos ya la semana pasada.
  3. Una de las cuales, “ La Clef des champs” (La llave del campo) del año 1936 se encuentra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_obra/3

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