Llegó la hora de implicarse
Se cierra 2015 con varios logros para la convivencia entre empresa y sociedad, algunos tan relevantes como la inclusión de la RSC en los consejos de administración.
La responsabilidad social corporativa o empresarial (RSC o RSE) acelera sus pasos tras el letargo de la crisis. El año que cerraremos en algo más de un mes ha sido clave para que el sector público recoja el testigo de las lecciones que las empresas privadas ya tienen bien aprendidas. La pelota está ahora en el tejado de Administraciones, ayuntamientos y empresas públicas, a los que la sociedad les reclama, principalmente, transparencia.
Esto forma parte de la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas. Una iniciativa que arrancó a finales de 2014 y que tiene por objeto apoyar el desarrollo de las prácticas responsables de las organizaciones, tanto las privadas como las públicas. Y es precisamente ahí donde aún hay mucho por hacer.
Con la mirada puesta en el futuro, la agenda de 2016 la marcarán tres temas principales. Así lo cree Germán Granda, director general de Forética (asociación de referencia en el ámbito de la RSC): “Tenemos por delante la Cumbre sobre Cambio Climático de París del próximo mes de diciembre, que guiará la estrategia de muchas corporaciones. Además, están presentes las recomendaciones en cuanto a divulgación de información no financiera, que hará a las empresas más transparentes, y la apuesta por el respeto a los derechos humanos dentro del abastecimiento de las grandes compañías”, apunta.
Granda reconoce que el año 2015 “ha estado cargado de importantes avances para la RSE en España”, desde el punto de vista normativo o estratégico, y hay que destacar el trabajo de las grandes compañías por devolver a la sociedad un poco de lo que reciben.
Las compañías salen del letargo de la crisis reforzando sus políticas sociales. El sector público recoge ahora el testigo
Además, considera que “pronto se van a producir acuerdos a nivel global en relación a las condiciones laborales de algunas empresas textiles tan importantes como Inditex”, explica el director de Forética. Con ello, se pondrá de manifiesto el compromiso de respetar los mismos derechos para los trabajadores de todo el mundo, da igual si desempeñan su labor en Europa o en Asia.
Y este año, por fin, el ámbito empresarial parece celebrar la consolidación de las políticas sociales. Así lo arroja el II Informe sobre el impacto social de las empresas, elaborado conjuntamente por la Fundación Seres y Deloitte, presentado hace unos días. “Se trata de un barómetro de la realidad en España y pone de manifiesto el impacto de este tipo de proyectos en las organizaciones”, indica Ana Sainz, directora general de la fundación. “Un total de 110.000 empleados de las empresas analizadas participan activamente en proyectos de RSC y un 77% de las empresas promueven acciones de voluntariado corporativo”, añade.
El informe también demuestra que ocho de cada 10 organizaciones ofrecen ya programas de voluntariado corporativo. “Somos unos convencidos de que esto genera valor compartido. Empresa y sociedad no pueden andar separadas y las compañías ya se han dado cuenta de esta realidad y es un factor de éxito para ellas”, matiza la directora de Seres.
Eso sí, algunos otros aspectos importantes dentro de la RSC aún están en stand by, a la espera de acuerdos por parte del Gobierno o de la publicación de normativa específica. Este es el caso de la tan reclamada racionalización de horarios que permita una conciliación justa entre la vida laboral y personal.
Mientras, estos han sido los principales hitos alcanzados este año con los que empresa y sociedad conviven un poco mejor:
La CNMV. Recomienda específicamente la RSC
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se apunta un buen tanto en pro de la RSC. El pasado mes de febrero se presentó el nuevo Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas, elaborado con el apoyo y asesoramiento de una comisión de expertos y que viene a sustituir al anterior.
Gracias a este nuevo texto se recomienda la identificación y atribución de funciones específicas en materia de RSC a una comisión especializada dentro de las sociedades cotizadas. O lo que es lo mismo: a partir de este año habrá dedicación específica encargada de las políticas sociales dentro de dichas compañías y supondrá también que todo quede reflejado en sus memorias de actuación y se discuta en los consejos de administración.
“Es la primera vez en Europa que se incluye la responsabilidad social en un código de buen gobierno para cotizadas”, explica el director general de Forética. Hasta ahora, solamente el grupo de compañías más relevantes que operaban en el parqué, esto es, las que forman el Ibex 35, tenían claras sus estrategias en torno a las acciones sociales y, de hecho, lo hacían con éxito. Sin embargo, y con la sugerencia de la CNMV, esto se generaliza al grueso de las firmas que fluctúan en el mercado bursátil. Así pues, el año 2016 traerá consigo la publicación de informes y la creación de comisiones encargadas de velar por el cumplimiento con la sociedad.
Guardia Civil. Todo por la transparencia
Es el primer cuerpo de seguridad del Estado que se sube al carro de la RSC y se espera que no sea el único ya que, a buen seguro, su iniciativa servirá de modelo. La Guardia Civil ha presentado su primera memoria de responsabilidad social corporativa este año, correspondiente a 2013. Y así es como predica con el ejemplo.
“La memoria se ha confeccionado siguiendo las directrices del Global Reporting Initiative [organización que trabaja por el desarrollo sostenible]. En ella se recogen las diferentes medidas y acciones que se han llevado a cabo por parte de esta institución en beneficio de la sociedad, el medio ambiente y su propio capital humano”, explican desde el cuerpo de seguridad. El texto incluye también una serie de cuestiones que se considera necesario corregir en el futuro y en las que ya están trabajando.
Hay que destacar las casi 50.000 charlas impartidas en centros de personas mayores y colegios para mejorar su seguridad. También más de 1,8 millones de horas de formación impartidas dentro de la institución.
Pero el compromiso social de la Guardia Civil pasa por acciones de conciliación familiar y laboral, así como por el empeño puesto en disminuir el consumo energético en sus dependencias. “Nos unimos a la práctica que ha iniciado el Ministerio de Defensa, siendo pioneros en esta estrategia con la que se pretende avanzar hacia una sociedad y una economía más competitivas, productivas, sostenibles e integradoras”, indican.
Dentro del texto se recoge, por ejemplo, el número de “compras verdes” (contratos con cláusulas medioambientales a proveedores), uno en 2013, o la creación de los llamados gestores y coordinadores energéticos, cuya función, por ejemplo, es el control de las temperaturas en las comandancias o la activación del modo ahorro en todos los ordenadores. Pequeños gestos, pero importantes.
Bolsa social. Para obtener más que beneficio económico
La fiebre del crowdfunding o financiación de proyectos empresariales mediante colaboración también tiene su lado más comprometido. Hace unas semanas la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó la Bolsa Social (www.bolsasocial.com) como plataforma de financiación participativa. Se trata de la primera plataforma de equity crowdfunding que se autoriza en España de acuerdo con la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial. Dicha normativa confiere seguridad jurídica a la inversión bajo esta novedosa fórmula, que a partir de ahora tiene que contar con la autorización de la CNMV y estar sujeta a su supervisión.
La Bolsa Social aprobada por el supervisor bursátil es la primera plataforma de 'crowdfunding' autorizada
Pero la particularidad de la Bolsa Social reside en que tanto inversores como empresas deben estar centrados en ofrecer valores positivos para la sociedad. Para tal fin, se seleccionan y publican empresas con un buen modelo de negocio y potencial de crecimiento, “pero deben producir un impacto positivo constatable en la sociedad y el medio ambiente”, explica José Moncada, fundador del proyecto.
“La idea es unir a empresas rentables y que producen un impacto positivo con inversores a los que no solo les interesa la rentabilidad, también buscan un retorno total con beneficio para todos”, apunta el directivo. Cada compañía seleccionada debe tener potencial de crecimiento, estar ya en funcionamiento y especificar el motivo de su búsqueda de capital.
“Una vez seleccionadas se publican en la plataforma y durante tres meses se recaudarán los fondos necesarios para su proyecto”, pero, matiza Moncada, “si no se llega a la cifra deseada, el dinero se devuelve a los inversores”.
En estos momentos están buscando fondos mediante este sistema tres compañías con claro enfoque social: Wake Up Health, creadores de aplicaciones móviles para mejorar la salud de las personas; Nostoc, especialistas en bioagricultura y fertilizantes no contaminantes, y Utopic Us, empresa de economía colaborativa que ofrece espacios de trabajo compartidos. Aunque estas únicamente son las primeras de lo que se prevé constituya una larga lista de proyectos sociales.
Más de un siglo de compromiso
En el compromiso social no hacen falta presentaciones. La Obra Social de la Fundación Bancaria La Caixa ha celebrado un siglo al cuidado de las personas mayores. Cien años de atenciones, de cuidados y de respeto; el que proporcionan y el que generan cada uno de sus proyectos.
Una vez acabada la fiesta de cumpleaños, el año pasado, las actuaciones de 2015 han beneficiado a 509.581 personas de la tercera edad que han participado en 9.200 actividades, ya sean culturales, tecnológicas, sociales o relacionadas con la salud.
“El objetivo de nuestro programa de personas mayores es contribuir a mejorar su calidad de vida, facilitándoles información y conocimientos para que tomen decisiones importantes”, dicen en la Obra Social. “Lo fundamental es que adquieran hábitos saludables que contribuyan a mantener su autonomía, evitando la exclusión social y empoderándolos como miembros activos de la sociedad”, añaden.
De esta forma, la entidad ha puesto el acento en el acompañamiento y apoyo a la tercera edad, principalmente, a los más vulnerables, así como en proporcionar recursos para preservar su dignidad y un buen trato hacia ellos.
Pero este no es el único frente en el que trabajan: pobreza y exclusión social, integración laboral de personas con dificultades, enfermos o educación. En total son más de nueve millones los beneficiarios de sus programas de ayuda y 500 millones de euros dedicado a ello, presupuesto que no ha variado en los últimos siete ejercicios y que contrasta con el total de 709 millones destinados este año por el conjunto de las entidades presentes en la confederación de cajas de ahorros (CECA).
Extremadura sigue siendo un filón
Aquellos que entienden de RSC en España saben lo importante que es que una Administración pública ponga en marcha toda la maquinaria para mejorar en este aspecto. La Junta de Extremadura fue pionera en crear un Observatorio para RSC en 2010 y, hoy, continúa apostando por políticas de transparencia en sus propias actuaciones. El respaldo público es básico para la coexistencia entre empresa y sociedad.
Sandra Pacheco, directora general de Trabajo en la Consejería de Empleo de Extremadura, asegura que “para el Gobierno extremeño, la responsabilidad social corporativa es objetivo fundamental, ya que otorga valor estratégico y sirve como motor de aceleración a nuestras empresas”.
Con la llegada del nuevo Gobierno regional, la Consejería se ha propuesto mejoras en las políticas existentes. “Estamos trabajando para volver al marco de exigencia y lograr que las empresas de la región obtengan una acreditación si se ajustan a la normativa de RSC”, explica.
El interés suscitado por esta iniciativa regional es tal que, según Pacheco, “otras comunidades autónomas nos están solicitando ayuda para hacer lo mismo”. Mientras, se encargan de proyectar sus propios logros y hacen público, por ejemplo, el ahorro energético que supone la gestión inteligente de algunos de sus edificios o el control sobre el gasto del papel gracias a la implementación de soluciones tecnológicas, según su Memoria RSE 2014.