Rajoy defiende un tipo máximo del IRPF por debajo del 43% que propone Rivera
El PSOE propone publicar el nombre de quien defraude a Hacienda más de 30.000 euros
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió ayer que el tipo máximo del IRPF debería situarse por debajo del 43%, la cifra que propone Ciudadanos en su propuesta. La legislación vigente contempla que el gravamen máximo del IRPFse situará a partir de enero en el 45% para rentas superiores a los 60.000 euros. Podemos apuesta por un gravamen del 55% para quien gane más de 300.000 euros.
La fiscalidad ya ha empezado a desempeñar un papel importante durante la precampaña electoral y los partidos afinan sus promesas para atraer a los electores. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sugirió hoy en un foro organizado por El Mundo que si es reelegido y la situación lo permite reducirá el IRPF por debajo del 43%. El porcentaje no es casual. Un día antes, el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, defendió que su propuesta fiscal –que está pendiente de detallar– contemplará un tipo máximo del 43%. Inicialmente, el partido naranja había defendido un gravamen del 42% a partir de 75.000 euros, sin embargo, ahora sostiene que la situación de las finanzas públicas obliga a aplicar una reforma menos ambiciosa.
Rajoy aseguró que no tuvo más remedio que subir los impuestos al inicio de la legislatura, cuando el gravamen máximo del IRPF pasó del 45% al 52%. Con la reforma fiscal que aprobó el Gobierno el año pasado, los tramos del impuesto se redujeron de siete a cinco con tipos entre el 19,5% y el 46%. A partir de enero, entrará en vigor la segunda fase de la reforma fiscal, que contempla que el tipo mínimo baje al 19% y, el máximo, en el 45%.
Ninguno de los grandes partidos ha presentado su programa electoral y, hasta la fecha, se han anunciado ideas sueltas o borradores. En el ámbito del IRPF, el PSOE ha huido del detalle. Hasta la fecha, sólo ha publicado un informe en el que apuesta por aumentar la progresividad del sistema fiscal, pero sin ofrecer medidas concretas en el impuesto sobre la renta.
En el ámbito tributario, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, anunció ayer que, si llega a la Presidencia del Gobierno, impulsará la revisión del secreto fiscal para que se puedan hacer públicas las identidades de aquellos que cometan infracciones tributarias de cuantías superiores a 30.000 euros. El programa electoral de los socialistas también incluirá la publicación de los contribuyentes que se acogieron a la amnistía fiscal que aprobó el Gobierno de Rajoy en 2012. Se trata de una propuesta que resulta difícil de aplicar por los límites constitucionales.
Mientras PP y Ciudadanos proponen rebajas en el tipo máximo del IRPF, Podemos e Izquierda Unida defienden aumentar los impuestos a las rentas más altas. La formación liderada por Pablo Iglesias apuesta por fijar un gravamen del 55%para los contribuyentes que ganen más de 300.000 euros. Es un porcentaje elevado, pero que tiene precedentes. Por ejemplo, Cataluña o Andalucía aplicaron entre 2012 y 2014 tipos impositivos del 56% para bases imponibles superiores a los 300.000 euros.
Izquierda Unida señaló ayer que propondrá un tipo máximo del 50% y apostará por rebajas en impuestos directos como el IVA. El planteamiento de la formación liderada por Alberto Garzón se aleja de las tendencias adoptadas en el seno de la UE, donde los Estados miembros han optado de forma mayoritaria por elevar la fiscalidad directa (IVA) y mantener o reducir los impuestos directos (IRPFe impuesto sobre sociedades).
En el tributo que grava los beneficios empresariales, el PSOE ha sido más explícito y defiende fijar un tipo mínimo del 15% del resultado contable para las grandes empresas. Los últimos datos de la Agencia Tributaria reflejan que los grupos empresariales consolidados pagaron el equivalente al 6% de su beneficio en 2013. Hay que tener en cuenta que buena parte de los beneficios proceden del extranjero y, si ya han tributado en el exterior, están exentos.
Los partidos que parten desde la oposición también prometen subvenciones directas. El PSOEse ha comprometido a aprobar un ingreso mínimo vital de entre 1.800 euros y 600 euros para las personas sin recursos. Según sus cálculos, ello beneficiaría a unos 730.000 hogares. Podemos también ha prometido una renta mínima garantizada que supondría un coste de unos 15.000 millones y que beneficiaría a los contribuyentes con mayores dificultades. Ciudadanos, por su parte, defiende un complemento salarial anual que cobrarían los trabajadores con sueldo bajos. En su propuesta inicial, por ejemplo, un trabajador sin hijos que ganara menos de 9.000 euros tendría derecho a cobrar del Estado un complemento de 2.500 euros.