El crédito para vivienda retrocede al nivel más bajo desde 2006
En noviembre de 2008, tras quince años continuados de crecimiento del crédito, la deuda en manos de las familias tocó máximos históricos, al superar los 912.000 millones de euros. En paralelo a la crisis económica, el repunte del paro y la devaluación salarial, las familias comenzaron a deshacerse de todo ese pasivo para tratar de recomponer sus cuentas. Y ese proceso parece que no ha acabado todavía, tal y como muestra la estadística del Banco de España. En septiembre volvió a bajar y se situó en el nivel más bajo desde el año 2006, con 728.747 millones de euros. La diferencia entre ambas cifras refleja un ajuste de 185.000 millones de euros.
En ese proceso de desapalancamiento ha jugado un papel decisivo el desplome del crédito a la vivienda, que supone más de dos terceras partes de las deudas familiares. En noviembre de 2008, los préstamos contratados para la adquisición de vivienda rozaron los 680.000 millones de euros y en siete años han caído un 16,5% hasta los 567.000 millones de euros. Una diferencia de 112.000 millones de euros y que deja entrever el peso de la vivienda dentro del proceso de reducción de deuda de las familias: seis de cada diez euros en los que se ha rebajado el pasivo de las familias ha sido en créditos ligados a la compra de vivienda.
La fotografía del conjunto de deudas de los tres grandes sectores (hogares, familias y administraciones públicas) muestra la evolución divergente de cada una de ellas. En noviembre de 2008, la cifra ascendía a 2,6 billones de euros, de los que 1,25 billones (un 48,7%) estaba en manos de las empresas, animadas por las ventajas fiscales de endeudarse y por las facilidades que ofrecía la banca en sus créditos. Le seguían las familias, con 913.000 millones de euros (un 35,4%) del total, y las administraciones públicas, con 405.740 millones (un 15,7%) del total. En septiembre de 2015, las cifras y los porcentajes han cambiado sensiblemente. Ahora es el sector público el que acumula más deudas de los 2,7 billones a los que asciende el pasivo de todos los sectores. En agosto (último dato disponible) sumaban 1,050 billones (un 38,8%), seguido por las empresas, con 927.000 millones (34,2%) y las familias, con 729.000 millones (un 36,9%).
Las dos grandes conclusiones que se extraen del análisis de los datos son que la deuda pública se ha triplicado en términos porcentuales y relativos y que la velocidad del ajuste ha sido mucho mayor en las empresas que en las familias. El pasivo de las empresas se ha reducido en 330.000 millones en siete ejercicios, con lo que el peso en el conjunto de la deuda española ha caído en 14 puntos en el mismo período.