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Prevé un crecimiento "moderado" del PIB y del empleo

Las empresas familiares enfrían el optimismo económico de Rajoy

El rey Felipe VI, durante su intervención en el XVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.
El rey Felipe VI, durante su intervención en el XVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.EFE

Los 500 empresarios familiares reunidos esta mañana en Bilbao han mandado un mensaje claro al Ejecutivo: habrá recuperación, pero el crecimiento será “moderado” y la creación de empleo “limitada”. En la inauguración del XVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, las empresas han reclamado estabilidad, reformas y unidad frente al separatismo en Cataluña.

El inicio de este cónclave se ha producido el mismo día en el que las Cortes han quedado disueltas, como marcan los plazos legales, y eso ha provocado que ni el presidente del Ejecutivo ni el de la oposición estén presentes, como ha sucedido en anteriores ediciones. Sin embargo, los empresarios familiares que integran el IEF (100 compañías que suman el 15% del PIB español) no han dejado pasar la oportunidad del Congreso para enviarles a ambos sus peticiones de cara a las próximas elecciones. Y una gran mayoría coincidió en que el inicio de la recuperación económica y el riesgo de secesión en Cataluña requieren de una misma medicina: el pacto entre fuerzas políticas y entre territorios. El que mejor lo ilustró fue el presidente del IEF, Javier Moll, quién hizo suya una frase que solía utilizar el ya fallecido presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch. “Los planteamientos del IEF han estado siempre enfocados al interés general de la economía española. Nunca a costa de nadie ni contra nadie, sino dentro de lo que creemos que es la filosofía de la propia economía”, dijo en referencia al debate suscitado por el proceso soberanista en Cataluña.

El IEF utiliza el inicio de cada congreso para realizar una encuesta a sus socios sobre cuestiones de actualidad, referidas a la política y a la economía. Y los resultados reflejan el desapego de las empresas por la política y las dudas que le generan las perspectivas económicas a corto plazo. A la pregunta de cómo valoraban la situación política entre 0 y 9 puntos, el resultado fue de 2,08 puntos, mientras que en el caso de la económica, los empresarios puntuaron con un 5,31, la primera vez desde el inicio de la crisis en la que obtiene un aprobado. A renglón seguido, la organización planteó la pregunta sobre la intensidad y la velocidad de la recuperación y aquí el 82% de los encuestados apuntó que será un proceso de "moderada" recuperación con creación "limitada" de empleo. Nada que ver con los presagios del Gobierno, que augura que el PIB crecerá un 3% y que se crearán medio millón de puestos de trabajo al año.

Las compañías que integran el IEF prevén invertir más y crear empleo en tres años

Este año, ante la proximidad de los comicios y lo abierto del resultado final, la organización decidió incorporar dos nuevas preguntas muy ligadas a la actualidad. En esta ocasión preguntaron a los asistentes si consideraban que era necesario un pacto de Estado para modernizar el tejido productivo español, con una abrumadora mayoría del 90% de respuestas positivas. Mayor división ofreció el interrogante sobre si es necesaria una reforma constitucional para actualizar el modelo territorial: un 48% de los encuestados apostó por el sí y un 52% por el no.

Todos los empresarios que participaron en la inauguración lanzaron mensajes en la misma dirección. El presidente de KPMG en España, John M. Scott, reclamó seguridad jurídica, política y fiscal. “La empresa familiar necesita estabilidad, en materias como impuesto o la energía para impulsar sus negocios y el crecimiento económico”. El vicepresidente ejecutivo de Santander, Rodrigo Echenique, destacó que se han sentado las bases de la recuperación económica, pero que aún queda un largo camino por recorrer, en especial a la hora de reducir la elevada tasa de desempleo. “No debemos desistir en el esfuerzo si se quiere consolidar la recuperación”, apuntó Echenique, que señaló que un dato que invita a ser optimista es el hecho de que el crédito a las empresas, tradicionalmente muy bajo durante la crisis, esté creciendo.

Por su parte, el rey Felipe VI ensalzó el proceso de internacionalización de las empresas familiares e incidió en la necesidad de profundizar en ese patrón de crecimiento. “Solo en los últimos años se han elevado las exportaciones 12 puntos de PIB y se ha ampliado el número de empresas exportadoras en un 50. Cuanto mayor sea el número de empresas exportadoras y más amplia la diversificación geográfica de esas exportaciones, mayor será su aportación al PIB”, apuntó. También reclamó que las grandes empresas familiares apoyen a las pymes familiares “a hacer frente a esos retos, ya que generan la mayor parte de los puestos de trabajo”, recalcó.

¿Hay que dar otra vuelta al mercado de trabajo?

El mercado de trabajo ha concitado una parte muy importante de las propuestas iniciales con las que los partidos políticos se han lanzado al ruedo electoral en busca de votos. El PSOE ha avanzado que derogará el núcleo central de la reforma laboral y Ciudadanos ha vuelto a presentar el contrato único como la medida estrella para acabar con el elevado nivel de temporalidad entre los afiliados a la Seguridad Social.

Sobre este asunto y si está consolidada la recuperación económica también debatieron Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y Juan José Toribio, profesor emérito de Economía de IESE Business School. Ontiveros realizó un relato más optimista y apuntó que para sostener un crecimiento del 2,5% al medio plazo es necesario crecer en sectores con menos competencia internacional y no tocar la reforma laboral. Toribio fue más allá y consideró que en un país en el que la oferta de trabajo sigue siendo más elevada que la demanda, no hay más remedio que profundizar en la reforma del mercado de trabajo, revisando conceptos como el contrato único o la indemnización por despido. "El empleo es temporal y la gente no consume. Con la misma demanda que España, otros países reducen el desempleo a una velocidad mucho mayor". Tampoco alcanzaron un punto de acuerdo en cuanto a fiscalidad. Toribio apostó por subir los impuestos indirectos frente a los directos y Ontiveros consideró un error "castigar a las rentas medias y bajas". En lo único que coincidieron fue en criticar el inaceptable nivel de deuda pública, "que impide estímulos", según Toribio, y que obliga a provisionar fondos muy elevados, según Ontiveros.

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