Diario de a bordo
Embarcarnos, adentrarnos en el mar hasta llegar a puertos remotos o cercanos para descubrir ciudades y culturas en tierra firme resulta excitante. Hoy no necesita ser dueño de un barco ni disponer de una gran fortuna para navegar. Los cruceros se han popularizado y son una opción al alcance de casi todos los bolsillos. Navieras y turoperadores ofrecen múltiples opciones y usted solo tendrá que elegir el destino, el tiempo que quiere navegar y el tipo de barco que le resulte más cómodo, casi todos con nombres rimbombantes, para amplificar la épica de su viaje, como el nuestro, el Norwegian Epic, uno de los barcos más grandes del mundo Freestyle Cruising, una fórmula que otorga la máxima libertad y flexibilidad a bordo.
Despreocúpese del tiempo, hay cruceros en todas las estaciones del año. Si es de los que no soporta el bullicio que arman los niños, lo mejor es que elija una fecha de viaje que coincida con el calendario escolar.
ZARPAMOS
Nosotros nos embarcamos a bordo del Epic de Norwegian Cruise Line (NCL) para recalar en algunos de los puertos más seductores del Mediterráneo occidental. El Epic es una inmensa ciudad flotante de más de 155 toneladas y 329 metros de eslora; lleva una tripulación de 1.738 personas para atender a 4.100 pasajeros.
A bordo hay de todo y no echará casi nada de menos. Podrá practicar sus rutinas deportivas o apuntarse a todo tipo de actividades, como clases de baile. Dentro del barco, podrá “salir” de compras o de copas, a cenar, acercarse al casino o asistir a una subasta de arte y pujar por una obra; podrá ir al cine, al teatro o escuchar a su grupo favorito. Si viaja con niños, ni se inquiete, estarán en su salsa con las actividades que hay para ellos en el área infantil o en la de adolescentes. Y si solo quiere desestresarse, relajarse y volver a casa con una perfecta puesta a punto, disfrute del spa y contemple las increíbles puestas de sol desde la terraza de su camarote o desde una de las hamacas de piscinas y solárium.
ELEGIR CAMAROTE
A menudo, al contratar un crucero por primera vez nos surge la duda del camarote. ¿Cómo elegirlo? ¿En qué cubierta? ¿Interior o exterior? ¿Con balcón? ¿En la proa del barco (delante) o en la popa (atrás)? ¿A babor (en el lado izquierdo) o estribor (derecha)? Su presupuesto será determinante, pero no se preocupe, el mejor será el que mejor se adapte a su bolsillo.
En nuestro crucero de siete noches por el Mediterráneo los precios oscilan desde los 599 euros por persona en camarote interior hasta los 1.679 en una suite, para salidas hasta el 22 de noviembre. A partir del 29 de noviembre y hasta el 7 de abril Epic cambia el itenerario hacia Marruecos, Canarias, Madeira y Málaga.
Si viaja solo, NCL le ofrece la opción de alojarse en un magnífico estudio de 9 metros cuadrados en la exclusiva zona Studio Lounge, situada en la cubierta 11, y si lo que busca es lujo y privacidad, lo suyo son las suites de The Haven.
Nosotros nos quedamos en un camarote con balcón (869 euros), en estribor, en la cubierta 8 y equidistante entre la proa y la popa. Lo primero que sorprende en los 20 metros cuadrados de la habitación es el diseño y el cuidado en los detalles y, lo mejor, la habitación con vistas... al océano. Ese mar de fondo siempre presente, de mil y una tonalidades, gruñendo a veces al paso del navío y con las olas siempre sonando a música celestial. A medida que pasen los días, recorra y se familiarice con el barco, los camarotes y las piscinas serán lo único que le parezcan un tanto pequeños ante las apabullantes dimensiones del resto de instalaciones.
La mayoría de los cruceros ofrecen paquetes aéreo-terrestres, bajo petición.
HASTA LAS COCINAS
Tendría que ser muy melindres o especial en sus gustos culinarios para no encontrar un menú de su agrado a bordo. 365 cocineros de 65 nacionalidades distintas se encargan de las 6.400 comidas que se sirven diariamente en los más de 20 restaurantes, bares y salones del Epic. En todos destacan la calidad y el exquisito servicio. Y podrá elegir entre pasar por el restaurante bufet, Garden Café; la cocina tradicional y contemporánea del Taste, o el elegante y romántico Manhattan Room, con música en vivo y pista de baile. Los tres incluidos en el precio del crucero.
Además, podrá disfrutar de otras muchas alternativas, previa reserva y con un coste adicional, como deleitarse con la gastronomía italiana al igual que si estuviera en un bello patio interior de la Toscana (La Cucina, 13 euros adicionales) o con la francesa en Le Bistro (22 euros). En este elegante local, los pasajeros están rodeados por pinturas y esculturas tradicionales y contemporáneas; creerá estar cenando en una galería de arte. Déjese asesorar en su carta de vinos.
Los amantes de la comida japonesa gozarán en el Wasabi, donde degustarán sushi, sashimi y otras especialidades acompañadas de varios tipos de sake, o en el Tepanyakki. Este es el mayor restaurante en alta mar de esta especialidad, con capacidad para 104 comensales y 12 cocineros que demuestran sus habilidades en el arte de cortar y trocear, mientras preparan apetitosos platos directamente en la plancha localizada en el centro de la mesa (22 euros).
¿Una cena con espectáculo? El Cirque Dreams & Dinner, en el que mientras cena disfrutará de música y acrobacias en el Spiegel Tent, la primera carpa de circo en el mar (suplemento por persona, 26 euros). Salvo por los enormes ventanales con vistas al mar, tendrá la sensación de estar en un restaurante en tierra.
A la hora de reservar mesa, le aconsejamos hacerlo con horario europeo, y no confié en cenar después de las 10 de la noche. Será demasiado tarde. Las bebidas alcohólicas se cargan aparte, no se despiste o se llevará un susto en su cuenta de gastos. Una ventaja es que si no termina su botella, se la guardarán para otra ocasión o, si lo prefiere, se la llevarán al camarote.
EXCURSIONES
Las escalas que realizan los cruceros son una buena fórmula para hacer una primera inmersión por las ciudades en las que recala, si las visita por primera vez, o para ir a tiro hecho a esos lugares que nos dejaron huella y disfrutarlos por unas horas. Tenga en cuenta que la mayoría de las travesías se realizan al caer la tarde y de noche para llegar a puerto a primera hora. En las ciudades apenas se está unas horas, a lo sumo un día. Insuficiente para deleitarse en las urbes de nuestro recorrido tan bonitas como Barcelona, históricas como Pompeya, peculiares como Nápoles, monumentales como Roma, tan chics como Cannes o tan apetecibles como Palma de Mallorca. Las excursiones las podrá contratar en el barco –más caras y en grupo– o realizarlas a su aire.
Un refugio exclusivo, entretenimiento y más
Si viaja en un gran barco de pasajeros, no tiene por qué renunciar al lujo y la exclusividad. The haven (el refugio) será su sitio. Es el mayor complejo, 60 megacamarotes, entre suites y villas en el mar, distribuidas en la parte más alta del barco, en las cubiertas 16 y 17, con capacidad para 250 personas.
Los clientes alojados allí –Oprah Winfrey, Enrique Iglesias o miembros de la familia real catarí con todo su séquito de asistentes, niñeras y guardaespaldas– tienen acceso exclusivo al área Courtyard, una zona privada con piscina, jacuzzis, gimnasio, sauna, cubierta para tomar el sol, restaurante cubierto y al aire libre –con chefs, cocina propia y menús a la carta–, así como bar, club de noche, recepción privada y mayordomo 24 horas que atenderá cualquier capricho que se les antoje a los clientes vips. En total, 100 personas atienden en exclusiva esta zona.
Tanto en esta área como en el resto del barco el entretenimiento a bordo está garantizado para todos los gustos y edades. En los espectáculos se combina actuaciones musicales y teatrales. Cualquiera de ellos le sorprenderá. El Epic Theater, con 681 butacas, previa reserva, es el centro de las representaciones.
Si es aficionado al juego, disfrutará en el gran casino. Más de 1.200 metros cuadrados de superficie y 350 máquinas tragaperras que le trasladarán a Montecarlo.
La oferta nocturna del Epic es muy amplia; sus bares y clubes se inspiran en el chic de la Riviera, el estilo ibicenco o el de Las Vegas. No deje de visitar su Ice Bar (bar de hielo), donde se sirve vodka helado. El bar cambia su iluminación entre azul, verde y púrpura para recrear la atmósfera del ártico. A 8 grados bajo cero no aguantará mucho dentro, aunque antes de entrar le suministran ropa apropiada.