Los ‘millennials’ buscan dónde invertir
Olvídese del señor con traje que apunta a mano en su libreta la última cotización de sus acciones predilectas. Los inversores de hoy ya poco tienen que ver con los tipos vetustos de hace unos años. Ellos han sido los responsables de levantar, o engordar, las fortunas familiares, pero va llegando la hora de traspasar la batuta de los legados económicos a sus sucesores. Los millennials, hombres y mujeres nacidos en las dos últimas décadas del pasado siglo, son quienes tienen en sus manos ahora decidir cómo invierten.
“Son inversores naturalmente abiertos a la innovación, visitan poco las oficinas bancarias y prefieren operar por internet. Quieren información rápida, usan mucho redes sociales y crean grupos”. Así los define Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam, y prosigue: “No tienen mucha capacidad de ahorro en relación con los mayores de 50 años, especialmente con la crisis económica, pero presentan una oportunidad única de educación en planificación mediante fondos, con nuevas herramientas y tecnologías”.
Efectivamente, si algo define a la generación que nos ocupa es su vinculación a la tecnología y los medios sociales. En opinión de Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal, “las herramientas online juegan en este perfil un papel fundamental en todas las etapas del proceso de contratación de un fondo: recabar información, contrastarla, asesoramiento, contratación, información periódica, cambios en las carteras... El desarrollo de estas soluciones digitales va a suponer uno de los mayores cambios en la industria de gestión y distribución de fondos de inversión en los próximos años”.
En M&G aseguran que esta generación sigue solicitando asesoramiento, “aunque lo hace a través de canales diferentes a los tradicionales y con una clara preferencia por internet y las redes sociales. Generalmente recurren a amigos, familia e internet, por lo que es necesario tener muy presentes canales como tablets y smartphones, simplificando los mensajes, pero manteniendo la sofisticación de los productos, en línea con sus necesidades”, indican.
Desde Bestinver, donde los inversores de entre 18 y 35 años de edad suponen un porcentaje “notable” de su cartera total de clientes, creen que esta generación está muy familiarizada con “las finanzas y no son ajenos al funcionamiento de los mercados, por lo que su tolerancia a la volatilidad es superior a la media. Por otra parte, debido a su edad, no les supone un problema plantearse horizontes temporales a más largo plazo”.
¿Significa eso mayor tolerancia al riesgo? Tal y como desveló el informe Investor Pulse Survey del año pasado, elaborado por BlackRock, casi la cuarta parte de los jóvenes españoles entre 25-34 años están más interesados en invertir en acciones de lo que estaban hace cinco años y un 44% se muestra más optimista sobre la rentabilidad del mercado de este año. “Este grupo de edad nos reveló también que están más dispuestos a asumir mayores riesgos para lograr rendimientos más elevados. Y otro dato, este algo más preocupante, un gran número de ellos, el 45% exactamente, cree que es demasiado pronto para empezar a ahorrar para la jubilación”, explican en la gestora.
Están dispuestosa asumir mayores riesgos, según BlackRock
Mala noticia, ya que “el problema más importante al que nos enfrentaremos en los próximos 5, 10 y 20 años será la escasez de renta, que dominará la forma de pensar del sector”, apunta Hugh Prendergast, director de producto estratégico y marketing internacional para Europa Occidental de Pioneer Investments. “La discreta rentabilidad esperada de una amplia serie de clases de activo, un crecimiento por debajo de la media y un entorno limitado de perspectivas han dejado a los inversores ante el desafío de buscar cómo mantener una renta cuando se agotan las fuentes tradicionales”.
“En España, la cultura del ahorro no ha tenido continuidad generacional, la nómina de aquellos que trabajan es reducida y, además, el ahorro renta poco, y esto no incentiva a ahorrar”, reflexiona José Diego Alarcón, fundador de Serfiex, empresa de herramientas de gestión de riesgos, “y lo necesitamos muchísimo ya que España es un país superendeudado, tanto a nivel público como privado, y en el futuro, muy probablemente, las pensiones públicas no serán como las actuales”.
Volviendo a su actitud ante el riesgo, Albert Enguix, gestor de GVC Gaesco Gestión, dice que, “a pesar de la creencia de que los millennials puedan ser más especulativos en cuanto a sus inversiones, esto no es así. La mayoría se decanta por invertir una parte importante de su patrimonio en productos más conservadores, creando así un núcleo conservador. Los satélites o inversiones más arriesgadas no tienen un peso relevante para ellos”.
También David Sánchez, analista de Andbank, opina que no se caracterizan por su atrevimiento en las inversiones. “Estamos frente a una generación que ha quedado muy marcada por la crisis financiera de 2008 y los años posteriores, época en la que muchos de ellos se incorporaban al mercado laboral. Es una generación que para la misma etapa de inversión están un peldaño de riesgo por debajo de sus antecesores”.
Prefieren empresas que conocen y que se rijan por criterios éticos
Otro punto importante para este perfil de ahorrador son sus convicciones éticas. No olvidemos que han vivido como observadores algunos de los escándalos financieros más importantes de los últimos tiempos. Ana Guzmán, country head de Aberdeen AM para Iberia, asegura que “igual que a la hora de elegir la empresa en la cual desarrollar su actividad, destaca que valoran la reputación de la compañía”, y hace referencia a una encuesta de PwC que muestra que el 88% de los millennials a nivel global buscan entidades con una política de RSC que se adapte a sus principios y el 86% abandonaría una empresa por no sentirse orgullosos de trabajar en ella; “también valoran la cultura corporativa de aquellas en las que depositan sus ahorros o destinan sus inversiones”, agrega.
“Como cabe esperar de los nacidos en la era digital, a los millennials les preocupa la transparencia”, apuntan desde Schroders, y recuerdan que un sondeo realizado por la NAPF (National Association of Pension Funds) en Reino Unido concluía que los ahorradores más jóvenes no solo se preocupan por la rentabilidad financiera, sino que también tienen muy en cuenta el trato que las empresas dan a sus empleados, el medioambiente y su historial en materia de derechos humanos.
Un estudio reciente realizado por Nielsen concluyó que los nacidos en este siglo están dispuestos a pagar una prima por los bienes y servicios que tienen un efecto social o medioambiental positivo. “Las gestoras hemos respondido a este perfil haciendo hincapié en el compromiso y en la rendición de cuentas en lo referente a las empresas”, afirman en Schroders.
En cuanto al objeto de inversión, José Daniel, director de servicios al cliente de Pictet AM, destaca las “megatendencias a largo plazo, como el calentamiento global, el auge del mundo digital, el crecimiento demográfico o la seguridad de infraestructuras, bienes o personas. Este enfoque está adaptado a la nueva generación de inversores que buscan nuevas ideas en compañías que se adaptan a su manera de concebir el mundo”.
Y también parece claro que utilizan nuevas herramientas, como demuestran análisis hechos por BlackRock, que apuntan a que casi dos de cada cinco jóvenes inversores (de entre 25 y 49 años) mantienen ETF en sus carteras.
“Los millennials se sienten en general más cómodos con los nuevos enfoques de inversión”, especifica Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore; “de hecho, invierten en activos alternativos en un porcentaje muy superior al del resto de inversores”. Y en este punto advierte de que, pese a que la llamada generación Y “muestra cierto apetito por el riesgo, sin embargo, los asesores deben vigilar de cerca esas tolerancias al riesgo, porque la mayoría se muestra predispuesta a cambiar ese apetito en función de lo que haga el mercado, tanto si cae un 10%-20% como si experimenta una subida equivalente”.
Anne Leborgne, gestora del Amundi Funds Equity Global Luxury & Lifestyle, por su parte, estima que, dado su perfil, se verán atraídos por acciones de empresas que conocen bien, “y no es de extrañar que su marca preferida para invertir sea Apple, donde el 13% de su accionariado es joven. Y también son importantes en Facebook y Alibaba”.
Conseguir anticiparse a las necesidades de los futuros inversores es una de las prioridades de las entidades. Para ello, Deutsche AWM ha estudiado el perfil del inversor que viene y las funestas consecuencias que puede tener para las entidades financieras tradicionales que la generación del baby boom traspase sus activos a sus hijos, la generación denominada NextGen, quienes “heredarán varios miles de millones de euros durante los próximos 15 años”. Estos, en general mejor formados que sus padres, vivirán y gastarán su fortuna de manera completamente distinta a como lo han hecho sus predecesores y tienen ideas radicalmente diferentes acerca de la transparencia en cuanto a su relación con las entidades financieras. Los responsables del estudio resaltan que “se trata de una amenaza para las entidades financieras e ignorarlo sería un error”.De momento, en el sector del asesoramiento están tomando cartas en el asunto y más de ocho de cada diez asesores a nivel mundial (82%) –en España, el 85%– aseguran que establecer relaciones con los hijos de los clientes actuales es clave, a tenor de los datos que se desprenden de la Encuesta a Asesores Financieros de Natixis Global Asset Management.No obstante, estos no parecen muy preocupados: aproximadamente tres de cada cinco (63%) consideran que cuentan con herramientas adecuadas para atraer a este grupo demográfico.