La confianza del inversor baja, pero sigue en positivo
La confianza del inversor español prolongó su tendencia positiva entre julio y septiembre, aunque con un descenso de medio punto frente al trimestre anterior, debido a la preocupación por los mercados internacionales.
El índice se situó en 0,75 puntos frente a los 1,27 de los tres meses anteriores, en los que alcanzó su máximo nivel sólo superado en la serie histórica por los registros excepcionalmente altos del 2007, según la encuesta que elabora trimestralmente JP Morgan Asset Management.
El indicador completa, así, más de dos años y medio de tendencia favorable -con la única excepción del último trimestre del año pasado- y confirma la recuperación de las expectativas de los inversores que se observan desde comienzo de 2013, pero con ciertas reservas frente a los meses anteriores.
Aunque se han duplicado los inversores que prevén como algo muy probable que suban los mercados bursátiles durante los próximos seis meses, han aumentado en casi cinco puntos aquellos que esperan una bajada, debido a la situación actual de Grecia, Irlanda y Portugal, así como a la crisis mundial.
Además, aparece por primera vez la preocupación de los inversores por la crisis en China, lo que explicaría el descenso del mercado asiático del tercer al cuarto puesto en favor del estadounidense, de acuerdo con el informe.
Sin embargo, la bajada más grande en la expectativa de evolución de los mercados se aprecia en el español, que pierde casi 10 puntos y cede el primer puesto al europeo.
En el tercer trimestre del año, se duplicó la cifra de aquellos encuestados que se muestran muy de acuerdo en que aparecen los primeros síntomas de recuperación, que junto a los que se muestran de acuerdo, suman el 30 %, un máximo histórico de la encuesta.
En cuanto a la evolución de los productos financieros que tienen actualmente en cartera los ahorradores españoles, se afianza la tendencia creciente de los fondos de inversión, en contraposición a los depósitos, que continúan con su evolución descendente y se sitúan en el mínimo de los último cinco años.
La inversión a través del resto de productos, como planes de pensiones, acciones, renta fija o inmobiliario, apenas sufrió variación respecto al anterior período.