Una precipitada nota de Goldman desluce el nuevo plan de Repsol
Sesión de ida y vuelta. Las acciones de Repsol llegaron a subir un 3,8% después de la publicación de su nuevo plan estratégico. Sin embargo, un informe negativo de Goldman Sachs, en el que el banco de inversión dudaba de la capacidad de la petrolera de cumplir con sus objetivos dio la vuelta a su cotización. Los títulos llegaron a descender un 5,9% durante la jornada para cerrar con unas pérdidas del 4,28% hasta los 11,64 euros. Esta caída eleva la bajada anual de la empresa hasta el 25%, la tercera mayor del sector en Europa.
Goldman Sachs mantuvo el precio objetivo en 11 euros por acción y la recomendación en vender, en un informe publicado antes de la comparecencia de Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. En él, los analistas del banco estadounidense, que según fuentes de la empresa no acudieron a la presentación del plan en Madrid, cuestionaban abiertamente “la capacidad de la compañía de alcanzar sus objetivos”.
Una rentabilidad por dividendo del 8,5%
En su plan estratégico hasta 2020, Repsol prevé mantener estable el dividendo en torno a un euro por acción. La petrolera seguirá retribuyendo a sus accionistas a través del formato del scrip dividend, que da la opción de quedarse con nuevas acciones o cobrar en efectivo. Josu Jon Imaz, consejero delegado de la empresa, dijo también que podría elevar el dividendo en caso de que el precio del crudo supere los 50 dólares.
La rentabilidad por dividendo de la empresa es del 8,4%, la mayor del sector de la energía, por lo que la compañía sí parece decidida a mantener este aliciente.
Fuentes del mercado indican que se espera un recorte del dividendo y que este anuncio ha sorprendió a los inversores. Con todo, la mayoría de los accionistas (un 65%) opta por recibir nuevas acciones, así que la salida de caja por este concepto es mínima”.
El banco de inversión tiene dudas sobre la capacidad de Repsol de emitir más deuda híbrida y resalta la necesidad de reducir su deuda hasta el entorno de entre los 5.000 y los 7.000 millones de euros en los próximos dos años para mantener su rating con un barril de petróleo entre los 65 y los 75 dólares. Goldman añade que su previsión del precio del crudo es inferior al escenario base de Repsol y que la empresa es muy optimista al considerar que obtendrá un margen de refino de 6,4 dólares por barril. Fuentes de la petrolera indican, sin embargo, que su margen de refino actual es de 8,8 dólares por barril.
Todos los analistas consultados ponen el foco sobre la ejecución de las desinversiones previstas por valor de 6.200 millones de euros. Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, cree que el plan es positivo porque “busca la neutralidad en el flujo de caja, adaptando para ello su capex al flujo de caja que sea capaz de generar en el complicado entorno actual de precios del crudo”. En su opinión, “para cumplir con el plan estratégico, será clave hacer una correcta ejecución en términos de desinversiones y eficiencias”.
Gemma Hurtado, gestora de Mirabaud Equities Spain, también ve bien el plan y cree excesiva la caída de la compañía en Bolsa. “Van a crecer en producción reduciendo costes, es decir, será una compañía más eficiente. Creo que es un plan ejecutable, aunque tal vez las dudas del mercado lleguen de la capacidad de Repsol para llevar a cabo sus objetivos de desinversiones”, aporta.
En esta línea, Araceli de Frutos, de la eafi homónima, alaba “la reducción del nivel de deuda y el mantenimiento de la retribución al accionista, incluso en el escenario más estresado”.
Por su parte, María José Román, gestora de renta variable de AC Gestión, reconoce que el importe del plan de desinversiones anunciado por la petrolera es “bastante ambicioso”, pero achaca la caída bursátil de ayer al clásico movimiento de “comprar con el rumor y vender con la noticia”. La gestora recuerda que la empresa había subido más de un 20% desde finales de septiembre al calor de anuncios de ventas de activos, por lo que ahora muchos inversores han optado por la toma de beneficios. “Es pronto para saber si Repsol podrá cumplir el plan, pero ya ha anunciado ventas de activos por 1.000 millones”, destaca.
En parte, de la capacidad de la compañía de ejecutar sus desinversiones dependerá que Repsol mantenga su rating, otro de los objetivos del plan. Recientemente, la agencia de calificación de riesgos S&P retuvo en BBB–, es decir, a un escalón del bono basura, la nota de la petrolera, pero rebajó su perspectiva a negativa.
Algo más pesimistas se mostraron los analistas de Jefferies, que conservaron su recomendación en mantener con un precio teórico también de 11 dólares por acción, según Bloomberg. El bróker también cree que el plan tiene muchos temas en el aire –entre ellos, el precio del crudo– y piensa que asume que la empresa conseguirá unos objetivos ambiciosos en el ámbito de las desinversiones. Así, Jefferies ve “limitadas razones” para modificar al alza su recomendación de mantenerse neutral con la petrolera.
“Algunas partes del plan generan dudas”, reitera Victoria Torre, de Self Bank. “También hay un foco de incertidumbre en la pérdida de valor mencionada por la compañía en activos en Norteamérica, sin que se haya entrado en detalle. [...] Algunos aspectos del plan pueden resultar algo optimistas”, concluye.